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que ponga á tus enemigos, por peana de tus pies*. Estas palabras del Salmo cx, es ciertísimo que no quieren decir que despues de estár puestos los enemigos de Cristo bajo sus pies, entonces el mismo Cristo dejará de estar sentado á la diestra de Dios; pues esta sesion, ó descanso, ú honor y gloria debe ser eterna. En el mismo sentido dice S. Mateo, hablando de S. José: recibió á su muger. Y no la conoció hasta que parió á su hijo primogénito+. Y no obstante es de fe divina la perpetua virginidad de nuestra Señora por consiguiente, el hasta qué, no significa aquí, ni puede significar, que la conociese despues del nacimiento de Cristo; solo muestra la Escritura lo que no sucedió‡: ni el asunto del evangelista era otro, sino decir de Cristo lo que dice el símbolo apostólico; fué concebido por obra del Espíritu Santo, y nació de santa María Virgen §.

244. Del mismo modo podémos decir del hasta que venga || de S. Pablo. No quiere decir que cuando venga el Señor faltará del todo el sacrificio de su cuerpo y sangre, sino simplemente que no faltará jamás en todo el espacio de tiempo, que debe mediar entre su institucion y la venida gloriosa del Señor. Este es á mi parecer, ni puede ser otro, el sentido literal del testo de S. Pablo.

PARRAFO IX.

245. Volviendo aora á lo que decíamos, esto es, á la concurrencia que habrá ó podrá haber en aquel tiempo y en aquel solo templo, del sacrificio incruento del cuerpo y sangre de Cristo, y de los antiguos legales, me parece que veo anunciada bien claramente esta concurrencia en algu

Sede à dextris meis: Donec ponam inimicos tuos, scabellum pedum tuorum. —Ps. cx, 1.

Et accepit conjugem suam. Et non cognoscebat eam, donec peperit filium suum primogenitum. Mat. i, 24 et 25.

Sed scriptura quod factum non sit, ostendit.

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S. Hyeron.

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§ Conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine. -Ex Simb. Constantinopolit.

|| Donec veniat. 1 ad Cor. xi, 26.

nos lugares de la Escritura. Ved aquí dos ó tres con brevedad.

PRIMERO.

246. En el salmo 1, leo estas palabras: Haz bien, Señor, á Sión con tu buena voluntad, para que se edifiquen los muros de Jerusalén. Entónces aceptarás sacrificio de justicia, ofrendas, y holocaustos: entonces pondrán sobre tu altar becerros*. ¿Qué sacrificio de justicia puede ser este, que aceptará Dios juntamente con las oblaciones, holocaustos y becerros, cuando se edifiquen los muros de Jerusálen? La respuesta á esta pregunta os parecerá sin duda á primera vista no muy dificil: no obstante, yo la busco y no la hallo. Digo que no la hallo, porque lo poquísimo que hailo sobre este punto particular, no lo entiendo, y aun me parece ininteligible. Por egemplo: para que se edifiquen los muros de Jerusalén... Esto es el templo que le falta. Entónces aceptarás sacrificio de justicia... Esto es: El sacrificio que se origina de un ánimo justo y piot. i Los muros Jerusalén, es lo mismo que su templo? ¿El sacrificio que procede de un ánimo justo y pío, no lo habia aceptado Dios antes que hubiese templo en Jerusalén? ¿ Los sacrificios de animales, merecen el nombre ilustre de sacrificios de justicia? Otros penetrando bien la gran dificultad juzgan (á mi parecer temerariamente) que estas palabras las añadiéron al Salmo 1, los cautivos de Babilonia. Mas esta noticia, ¿ de qué historia fidedigna la tomáron? Y aunque esto se permitiese, ¿qué sacrificio de justicia ofreciéron á Dios los que volviéron de Babilonia? El mismo que antes sin novedad alguna. Otros, en fin, y los mas se aco

* Benignè fac, Domine, in bona voluntate tua Sion: ut ædificentur muri Jerusalem. Tunc acceptabis sacrificium justitiæ, oblationes, et holocausta: tunc imponent super altare tuum vitulos. Ps. 1, 20 et 21.

↑ Ut ædificentur muri Jerusalem: id est, templum quod ei deest. Tunc acceptabis sacrificium justitiæ, &c. : id est, sacrificium quod ex animo justo et pio proficiscetur.Vide supra.

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jen aquí al récurso ordinario, que es la alegoría, diciendo: para que se edifiquen los muros muros de Jerusalén... Esto es, la iglesia de Cristo *, en la cual aceptará Dios el sacrificio de justicia que no puede ser otro que el que le ofrecen los Cristianos. Aora, los holocaustos y becerros ¿ que se ponen sobre el altar de Dios deberán ser tambien holocaustos y becerros alegóricos ?

SEGUNDO.

247. En Isaias, capitulo sesenta, se dicen cosas tan grandes de la Jerusalén futura, que es imposible leerlas con mediana atencion, sin formar una idea la mas sublime asi de la gloria, ó magnificencia de dicha ciudad, como de la justicia de todos sus habitadores: entre las muchas cosas, que le anuncia el Señor, una de ellas es esta: Todo el ganado de cedar se recogerá para tí, los carneros de Nabaioth serán para tu servicio: serán ofrecidos sobre mi altar de propiciacion, y haré gloriosa la casa de mi magestadt. Decis aqui, que todo este capitulo habla en sentido alegórico de las glorias de nuestra Iglesia presente, y en sentido anagógico de la Iglesia triunfante: y yo os respondo, que no me opongo á estos sentidos; mas en sentido verdadero, y propio (que es el que se llama literal, y el que solo buscamos al presente) la profecia habla claramente con una Jerusalén, que hasta ahora no se ha visto en nues- ́ tra tierra, ni puede verse, segun las Escrituras, sino en otra tierra nueva, ó renovada, que esperamos segun sus pro

mesas.

TERCERO.

248. En Malaquias se dice: He aquí viene... ¿Y quién podrá pensar en el dia de su venida, y quién se parará

* Ut ædificentur muri Jerusalem: id est, ecclesia Christi-Vide fol. præcedent.

+ Omne pecus ceder congregabitur tibi, arietes Nabajoth ministrabunt tibi, offerentur super placabili altari meo, et domum majestatis meæ glorificabo. — Isai. lx, 7.

para mirarlo? Porque él será como fuego derretidor, y como yerba de bataneros: Y se sentará para derretir, y para limpiar la plata, y purificará á los hijos de Levi, y los afinará como oro, y como plata, y ofrecerán el Señor sacrificios con justicia. Y será agradable al Señor el sacrificio de Judá y de Jerusalén, como los dias del siglo, y como los años antiguos *. No ignoro, Cristófilo, la inteligencia tan oscura como violenta que pretendéis dar á estas palabras, para acomodarlas del modo posible á la primera venida dél Señor. Vuestro principal y único fundamento que muestra alguna apariencia favorable es este: que Jesucristo mismo hablando de S. Juan Bautista, citó el primer versículo de este mismo cap. iii de Malaquías, diciendo espresamente que habla de S. Juan: Porque este es, de quien está escrito: He aquí yo envio mi ángel ante tu faz, que aparejará tu camino delante de tít.

249. A este argumento fundamental se responde: que Jesucristo citó el primer versículo de este Profeta con suma razon, y con suma propiedad y verdad; pues en él se habla manifiestamente de S. Juan Bautista. Esto ¿quién lo puede dudar? Mas en este primer versículo se habla únicamente de S. Juan Bautista? Esto és lo que yo niego y lo que se deberia probar y establecer sólidamente antes de edificar sobre este único fundamento. Pues ¿de qué otro ángel, ó enviado estraordinario se habla aquí? Se habla, señor mio, manifiesta y propiamente del profeta Elías, y de su mision todavia futura, y al mismo tiempo aunque

* Ecce venit... Et quis poterit cogitare diem adventûs ejus, et quis stabit ad videndum eum? Ipse enim quasi ignis conflans, et quasi herba fullonum: Et sedebit conflans, et emundans argentum, et purgabit filios Levi, et colabit eos quasi aurum, et quasi argentum, et erunt Domino offerentes sacrificia in justitia. Et placebit Domino sacrificium Juda et Jerusalem, sicut dies sæculi, et sicut anni antiqui.Malach. iii, 1, 2, 3, et 4.

+ Hic est enim, de quo scriptum est: Ecce ego mitto angelum meum ante faciem tuam, qui præparabit viam tuam ante te.-Mat xi, 10, et Luc. vii, 27.

indirecta y secundariamente de la mision de S. Juan Bautista; el cual vino como dice el evangelio, con el espíritu, y virtud de Elias*. S. Marcos empieza su evangelio con la predicacion de S. Juan Bautista, para lo cual cita no solamente el testo de Malaquías, del que aora hablámos, sino tambien el versículo 3 del cap. xl de Isaías: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, enderezad en la soledad las sendas de nuestro Dios +. Esta cita de S. Marcos del testo de Isaías es verdadera y fiel, no menos que la del testo del primer versículo del cap. iii de Malaquías, pues en ambos testos se anuncia la mision de S. Juan Bautista (no cierto con el espíritu, y virtud de sí mismo, sino con el espíritu, y virtud de Elias): así como es cierto, que en ambos testos se anuncia primariamente la mision de Elías, el cual vendrá á su tiempo, no en espíritu virtud de Juan Bautista, como este vino con el espíritu virtud de Elías.

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250. i Y dudáis, Cristófilo, que en ambos testos de Malaquías y de Isaías, se anuncian ambas misiones de Elías y de Juan; del primero directa y primariamente, del segundo indirecta y secundariamente? Leed todo el contesto de uno y otro Profeta, y me persuado que con esto solo abriréis los ojos. El contesto de Malaquías lo acabáis de leer en lo que sigue al ver. 1 hasta el 5: el contesto de Isaías lo podéis ver en lo que precede y sigue al testo particular que cita S. Marcos, que es el ver. 3 del dicho cap. xl. Basta leer estos tres primeros versículos, para conocer al punto los tiempos de que habla este profeta directa é indirectamente; esto es, de los tiempos de la mision futura de Elías, y secundariá é indirectamente, de los tiempos ya pasados de la mision de S. Juan, que apareció en el mundo con el espíritu y virtud de Elías

* In spiritu, et virtuta Eliæ.- Luc. i, 17. ↑ Vox clamantis in deserto: solitudine semitas Dei nostri.

In spiritu, et virtute Eliæ.

Parate viam Domini, rectas facite in
Isai. xl, 3.

Luc. i, 17.

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