quién ha sido revelado? 27 Ahora mi alma está turbada. | palabra? ¡y el brazo del Señor á ¿Y que diré? Padre, salvame de esta hora: mas por esto he venido á esta hora. 28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo, diciendo: Ya he glorificado, y le glorificaré otra vez. 29 Y las gentes que estaban presentes, y la habían oido, decían que había sido trueno; otros decían: un angel le ha hablado. 30 Respondió Jesus, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, sino por causa de vosotros. 31 Ahora es el juicio de este mundo: ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 32 Y si yo fuere levantado de la tierra, á todos atraheré á mí mismo. 33 Y esto decía, dando á entender de que muerte había de morir. 34 Respondióle la gente: nosotros habemos oido de la Ley: que el Christo permanece para siempre, ¿cómo pues dices tú: Conviene que el Hijo del hombre sea levantado? ¿quién es este Hijo del hombre ? 35 Entonces les dice Jesus: Aun un poco de tiempo estará la luz entre vosotros: andad entretanto que teneis luz, no sea que las tinieblas os alcanzen, porque el que anda en tinieblas, no sabe adonde va. 36 Entretanto que teneis la luz, creed en la luz, paraque seais hijos de la luz. Estas cosas habló Jesus, y fuése, y escondióse de ellos. 37 Mas aunque había hecho tantos milagros delante de ellos, no creían en él. 38 Paraque se cumpliese la palabra del Profeta Isaias, que dijo: ¿ Señor, quién ha creido nuestra 39 Por esto no podían creer: Porque otra vez dijo Isaías: 40 Cegó los ojos de ellos, y endurecióles el corazon, porque no vean con sus ojos, ni entiendan con su corazon, y se conviertan, y los sane. 41 Estas cosas dijo Isaías cuando vió su gloria, y habló de él. 42 Con todo esto aun de los Príncipes muchos creyeron en él : Mas por causa de los Fariseos no le confesaban. 43 Porque amában mas la gloria de los hombres, que la gloria de Dios. 44 Mas Jesus clamó, y dijo: el que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me envió. 45 Y el que me ve á mí, ve al que me envió. 46 Yo he venido luz al mundo, paraque todo aquel que cree en mí, no permanezca en tinieblas. 47 Y si alguno oye mis palabras, y no creyere, yo no le juzgo; porque no vine á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo. 48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el dia postrero. 49 Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dió mandamiento de lo que tengo de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así que lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo. amado á los suyos, que estaban en el mundo, les amó hásta el fin. 2 Y acabada la cena, como el diablo hubiese ya metido en el corazon de Júdas hijo de Simon Iscariotes, que le entregase; 3 Sabiendo Jesus que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, é iba á Dios. 4 Levantase de la cena, y se quita sus vestiduras, y tomando una toalla se ciñó. 5 Echó despues agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies á los discipulos, y á limpiarlos con la toalla, con que estaba ceñido. 6 Vino pues á Simon Pedro, y Pedro le dice, i Señor, tú me lavas á mí los pies ? 7 Jesus respondió, y le dijo. Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora: mas lo sabrás despues. 8 Dicele Pedro: no me lavarás los pies jamas. Jesus le respondió: Si no te laváre, no tendrás parte conmigo. 9 Dicele Simon Pedro: Señor no solo mis pies, mas aun las manos tambien, y la cabeza. 10 Dicele Jesus: El que está lavado, no necesita sino lavar los pies, pues está todo limpio. Y vosotros limpios estais, mas no todos. 11 Porque sabía quien era el que le entregaba. Por eso dijo, no estais limpios todos. 12 Así que despues que les hubo lavado los pies, y tomado sus vestidos, volviendose á sentar á la mesa, les dijo: ¿sabeis lo que he hecho con vosotros ? 13 Vosotros me llamais Maestro, y Señor, y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor, y el Maestro, os he lavado los pies; vosotros tambien debeis lavaros los pies los unos á los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, paraque como yo he hecho con vosotros, hagais vosotros tambien. 16 En verdad, en verdad os digo: El siervo no es mayor que su Señor, ni el enviado es mayor, que el que le envió. 17 Si sabeis estas cosas, bienaventurados seréis si las hicieseis. 18 No hablo de vosotros: yo se los que he elegido: Mas paraque se cumpla la Escritura. El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. 19 Desde ahora os lo digo, antes que se haga, paraque cuando se hiciere, creais que yo soy. 20 En verdad, en verdad os digo: que el que recibe al que yo enviare, á mí me recibe; y el que á mí me recibe, recibe á aquel que me envió. 21 Cuando Jesus hubo dicho esto, fué conmovido en el espíritu; y protestó, y dijo: En verdad, en verdad os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. 22 Entonces los discipulos se miraban los unos á los otros, dudando de quien decía. 23 Y uno de sus discipulos, al cual Jesus amaba, estaba recostado á la mesa en el seno de Jesus. 24 A este pues hizo una seña Simon Pedro, paraque preguntase quien era aquel de quien decía. 25 El entonces recostandose sobre el pecho de Jesus, dicele : į Señor, quién es ? 26 Respondió Jesus: Aquel es a quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, se le dió á Júdas Iscariotes hijo de Simon. 27 Y tras el bocado entró en él Satanás. Entonces Jesus le dice: Lo que haces, hazło presto. 28 Mas ninguno de los que estaban á la mesa entendió, porque le decía esto. 29 Porque algunos pensaban, que porque Júdas tenía la bolsa, Jesus le decía: compra las cosas que nos son necesarias para la fiesta; ó que diese algo á los pobres. 30 Y cuando él hubo tomado el bocado, luego salió, y era de noche. 31 Entonces cuando él salió, dijo Jesus: ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él, Dios tambien le glorificará en sí mismo, y luego le glorificará. 33 Hijitos, aun estoy un poco con vosotros. Me buscaréis, mas como dije á los Judios: A donde yo voy, vosotros no podeis venir, y ahora os lo digo. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os ameis los unos á los otros; como yo os he amado; así amaos los unos á los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discipulos, si os tubiereis amor los unos á los otros. 36 Dicele Simon Pedro: ¿ Señor, adónde vas? Respondió Jesus: Adonde yo voy, no me puedes ahora seguir, mas me seguirás despues. 37 Dicele Pedro: Señor, i porqué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por tí. 38 Jesus le respondió: ¿tu vida pondrás por mí? En verdad, en verdad te digo; que no cantará el gallo hásta que me hayas negado tres veces. 3 Y si me fuere, y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo, paraque donde yo estoy, vosotros tambien esteis. 4 Tambien sabeis adonde yo voy, y sabeis el camino. 5 Thomas le dice: ¿ Señor, no sabemos adonde vas: cómo pues podemos saber el camino ? 6 Jesus le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre sino por mí. 7 Si me conociereis á mí, tambien conoceriais á mi Padre, y desde ahora le conoceis, y le habeis visto. 8 Dicele Felipe: Señor, muestranos el Padre, y nos basta. 9 Jesus le dice: i tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me habeis conocido? Felipe, el que me ve á mí, ve tambien al Padre, ¿cómo pues tú dices, muestranos el Padre ? 10i No creeis que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que mora en mí, el hace las obras. 11 Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí, sino creedme por las mismas obras. 12 En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, tambien él las hará. Y mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré; paraque sea el Padre glorificado en el Hijo. 14 Si pidiereis algo en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me amais, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, el cual os dará otro consolador, para que more siempre en vosotros. 17 El Espíritu de verdad, á quien no puede recibir el mundo, porque ni le vé, ni le conoce. Mas vosotros le conoceis, porque mora con vosotros, y será en vo sotros. 18 No os dejaré huerfanos, vendré á vosotros. 19 Aun un poquito, y el mundo no me verá mas, empero vosotros me veréis, porque yo vivo, y vosotros viviréis. 20 Aquel dia vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama, y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré á él, y me manifestaré á él. 22 Le dice entónces Júdas, no el Iscariotes: Señor, ¿cómo es que tú te has de manifestar á nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesus, y le dijo: El que me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos á él, y harémos morada en él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras, y la palabra que habeis oido, no es mia, sino del Padre que me envió. 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas aquel consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. 27. La paz os dejo, mi paz os doy: os la doy yo no como el mundo la da: no se turbe vuestro corazon, ni tenga miedo. 28 Habeis oido como os he dicho: voy, y vengo á vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozaríais, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre es may or que yo. 145 29 Y ahora os lo he dicho antes que se haga, paraque lo creais cuando fuere hecho. 30 Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo, y no tiene nada en mí. 31 Mas paraque el mundo conozca, que amo al Padre: Y como el Padre me dió mandamiento, así hago. Levantaos y vamos de aquí. YO CAPITULO XV. O soy la vid verdadera, y mi. 2 Todo sarmiento que en mí no diese fruto, le quitará. Y todo aquel que diese fruto, el limpiará paraque dé mas fruto. 3 Y vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. 4 Estad en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede de sí mismo llevar fruto, sino estuviere en la vid, así ni vosotros, si no estuviereis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que está en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin mí nada podeis hacer. 6 El que no estuviere en mí, será echado fuera, así como el sarmiento, y se secará, y le cogerán, y le echarán al fuego, y arderá. 7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pediréis cuanto quisiereis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que lleveis mucho fruto, y seais mis discipulos. 9 Como el Padre me amó á mí, así tambien yo os he amado. Perseverad en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, perseveraréis en mi amor: así como yo tambien he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado: paraque mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos á los otros, como yo os amé. 13 Ninguno tiene mayor amor que este, que el dar uno su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. 15 Ya no os diré siervos: porque el siervo no sabe lo que hace su Señor: mas á vosotros os he llamado amigos, porque os he hecho conocer todas las cosas, que he oido de mi Padre. 16 No me eligisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros, y os he puesto paraque vayais, y lleveis fruto: y vuestro fruto permanezca; paraque os dé el Padre todo lo que le pidiereis en mi nombre. 17 Esto os mando, que os ameis los unos á los otros. 18 Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborreció antes que á vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo: mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo. 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho. El siervo no es mayor que su Señor. Si á mí me han perseguido, tambien os perseguirán á vosotros. Si han guardado mi palabra, tambien guardarán la vuestra. 21 Mas os harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si no hubiere venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; mas ahora no tienen escusa de su pecado. 23 El que me aborrece á mí. aborrece tambien á mi Padre. 24 Si no hubiese yo hecho entre ellos obras, cuales ningun otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí, y á mi Padre. 25 Mas paraque se cumpla la palabra, que está escrita en su Ley: que sin causa me aborrecie ron. 26 Empero cuando viniere aquel consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio, porque estais conmigo desde el principio. E CAPITULO XVI. STAS cosas OS he hablado paraque no os escandalizeis. 2 Os echarán de las Sinagogas: y la hora viene en que cualquiera que os matare, pensará que hace un servicio a Dios. 3 Y os harán estas cosas, porque no conocen al Padre, ni á mí. 4 Mas os he dicho esto, paraque cuando viniere aquella hora, os acordeis de ello que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 5 Mas ahora voy al que me envió y ninguno de vosotros me pregunta, ¿á dónde vas? 6 Antes porque os he hablado estas cosas, la tristeza ha llenado vuestro corazon. 7 Empero os digo la verdad, que os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me fuere, no vendrá á vosotros el consolador; mas si me fuere, os le enviaré. 8 Y cuando él viniere, arguirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio. |