Guillermo Tell: tragedia política en tres jornadas

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Editorial Sempere, 1926 - 259 pages
 

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Popular passages

Page 213 - Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea el tu nombre, venga a nos el tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Page 17 - Pero, hasta en esta cárcel puede caber la libertad, cuando los ojos se han cerrado. Más estrecha es todavía tu patria, niño mío, que ni siquiera en sueños puede volar... Duerme en paz, duerme y sueña. Duerme y sueña, mientras los ojos doblemente cerrados de tu infancia y de tu reposo, te hurtan la visión de los hierros de esta miserable cárcel donde todos vivimos.
Page 18 - EL NIÑO ¡Qué sueño tuve, padre!... ¡Qué bien' Parecía que me encontraba en el cielo. GUILLERMO TELL Sonaban las campanas en el anochecer, y el canto de las campanas filtra en el sentido adivinación de cosas celestes. EL NIÑO Veía una luz como un oro nuevo. Y espadas brillantes que resplandecían. GUILLERMO TELL El sol, al descender, hería tus ojos cerrados.
Page 9 - ... drama" teórico, a la manera de los de Ernesto Renán, guárdense, sin embargo, de llevar la comparación demasiado lejos. No es de filosofía que aquí se trata, sino de política, y aun de política concreta. Nuestro mirar sobre los...
Page 83 - JABALI (Agarrándola por el brazo y apartándola bruscamente de la reja.) Vamos, mujer. Apártate de una vez de aquí. Esto no dirá nada. A lo mejor, ni siquiera el niño está dentro y resulta que tú les vas echando a las ratas, lágrimas y discursos...
Page 213 - Perdona nuestras deudas— así como nosotros perdónanos a nuestros deudores— y no nos dejes caer en la tentación— más líbranos de todo...
Page 120 - ¡Si anda como huido, siempre sombrío, tras de su casa, sin más compañía que la de Gualtero, pasando los dos a veces en los bosques semanas enteras! Cuando baja al pueblo para ir a misa, tiene siempre la cabeza baja, y toma caminos apartados y esquiva a las gentes.
Page 255 - He visto después que la libertad era imposible. Los cantones han cambiado de señor, pero no han cambiado de dolor. Y ahora su vergüenza debería ser todavía más grande, porque el mal que los consume ha nacido de sus propias entrañas...
Page 258 - Señor, yo no lo sabía. Por mi alma os lo juro... Muchas cosas se me hacen ahora claras por primera vez... Perdón... ¡Yo no sabía, yo no sabía ! EL EMPERADOR Y ¿qué recibimos en pago de esta solicitud paternal?...
Page 40 - desde que el mundo es mundo, que nacen para mandar ; y esto ya pasa de padres a hijos. Otras nacen para ser mandadas y sufrir, y no cabe sino que rueguen a Dios para que aquéllas a quienes deben obedecer no sean de índole demasiado perversa.

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