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et

a

Hæc illo loquente ad eos, ecce princeps unus

get adorabat eum, dicens: Domine, filia mea

defuncta est sed veni, impone manum tuam super eam, et vivet.

19 Et surgens Jesus, sequebatur eum, et discipuli ejus.

20 Et ecce mulier, quæ sanguinis fluxum patiebatur duodecim annis, accessit retro, et tetigit fimbriam vestimenti ejus.

21 Dicebat enim intrà se: Si tetigero tantùm vestimentum ejus: salva ero.

32 At Jesus conversus, et videns eam, dixit: Confide filia, fides tua te salvam fecit. Et salva facta est mulier ex illa hora.

23 Et cùm venisset Jesus in domum principis, et¦ vidisset tibicines et turbam tumultuantem, dicebat:

:

24 Recedite non est enim mortua puella, sed dormit. Et deridebant eum.

25 Et cùm ejecta esset turba, intravit et tenuit manum ejus. Et surrexit puella.

26 Et exiit fama hæc in universam terram illam. 27 Et transeunte indè Jesu, secuti sunt eum duo cæci, clamantes, et dicentes: Miserere nostri, fili David.

28 Cùm autem venisset domum, accesserunt ad eum cæci. Et dicit eis Jesus: ¿Creditis quia hoc possum facere vobis ? Dicunt ei : Utique, Domine.

29 Tunc tetigit oculos eorum, dicens: Secundùm fidem vestram fiat vobis.

30 Et aperti sunt oculi eorum : et comminatus est illis Jesus, dicens: Videte ne quis sciat.

31 Illi autem exeuntes, diffamaverunt eum in tota terra illa.

32 Egressis autem illis c ecce obtulerunt ei hominem mutum, dæmonium habentem.

33 Et ejecto dæmonio, locutus est mutus, et miratæ sunt turbæ, dicentes: Numquam apparuit sic in Israël.

34 Pharisæi autem dicebant: In principe dæmoniorum ejecit dæmones.

35 Et circuibat Jesus omnes civitates, et castella docens in synagogis eorum, et prædicans Evangelium regni, et curans omnem languorem, et omnem infir

mitatem.

18 Diciéndoles él estas cosas, he aquí un príncipe se llegó á él, y le adoró, diciendo: Señor, ahora acaba de morir mi hija: mas ven pon tu mano sobre ella, y vivirá 2.

19 Y levantandose Jesús, le fue siguiendo con sus discípulos.

20 Y he aquí una mujer, que padecia flujo de sangre doce años habia, y llegándose por detrás, tocó la orla de su vestido.

21 Porque decia dentro de sí: Si tocare tan solamente su vestido: seré sana.

22 Y yolviéndose Jesús, y viéndola, dijo: Ten confianza, hija, tu fe te ha sanado. Y quedó sana la mujer desde aquella hora 3.

23 Y cuando vino Jesús á la casa de aquel príncipe, y vió los tañedores de flautas, y una tropa de gente, que hacia ruido, dijo:

24 Retiraos pues la muchacha no es muerta, sino que duerme ". Y se mofaban de él.

25 Y cuando fue echada fuera la gente, entró : y la tomó por la mano. Y se levantó la muchacha ".

26 Y corrió esta fama por toda aquella tierra. 27 Y pasando Jesús de aquel lugar, le siguieron dos ciegos gritando, y diciendo 8: Ten misericordia de nosotros, hijo de David.

28 Y llegado á la casa o, vinieron á él los ciegos. Y les dice Jesús: ¿Creis, que puedo hacer esto á vosotros? Ellos dijeron: Si Señor.

29 Entonces tocó sus ojos, diciendo: Segun vuestra fe os sea hecho.

30 Y fueron abiertos sus ojos: y Jesús les amenazó diciendo: Mirad, que nadie lo sepa.

31 Mas ellos, saliendo de allí, lo publicaron por toda aquella tierra 10.

32 Y luego que salieron, le presentaron un hombre mudo, poseido del demonio " ̧

33 Y cuando hubo lanzado el demonio, habló el mudo, y maravilladas las gentes decian: Nunca se vió tal cosa en Israél.

34 Mas los phariseos decian: en virtud del príncipe de los demoníos, lanza los demonios.

35 Y rodeaba Jesús por todas las ciudades, y vilas, enseñando en las synagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino, y sanando toda dolencia, y toda enfermedad 12.

1 MS. Sennor, mi fia es finada. 2 Un principe. Unos lo eran de familia; otros por sus empleos este era príncipe ó jefe de la Synagoga, y se llamaba Jayro. Su hija, para quien pedia la salud, era única, y de edad de doce años. LUCAS vi, 41. Y en el mismo Evangelista se ve que aun no habia muerto, solo si que estaba muy á los últimos; pero le habló así al Señor, creyendo sin duda que habria ya muerto al tiempo que le hablaba.

5 De esta mujer se habla en el Cap. v, de S. MARCOS v. 23. Basta notar aqui para nuestra enseñanza, que penetrada de reconocimiento hácia el Salvador, ie hizo levantar una estátua delante de su propia casa en la ciudad de Paneades ó Cesaréa de Philippo, de donde era. Representaba esta un hombre en acto de estender la mano á una mujer que estaba arrodillada delante de él. Y EUSEBIO Histor. Eccles. Lib. vii, Cap. xvII, testifica haberla visto él mismo.

Acostumbraban en tiempo de las mayores aflicciones llamar lloronas 6 plañideras, y estas con voces tristes y desentonadas, y dándose muchos golpes, escitaban la compasion y lágrimas de los asistentes. Para el mismo efecto hacian venir en tiempo de luto tañedores de flautas, para que formando un concierto fúnebre, moviesen el llanto de los que asistian á tan triste espectáculo. Siguieron la misma costumbre los Griegos y los Romanos.

5 MS. Via daqui.

SAN LUCAS VIII, 49, dice: que aun no habia acabado el Señor de decir las últimas palabras en la curacion de la hemorroisa, cuando llegó uno de la casa de Jayro para avisarle,

a Mare. v, 22. Luc. vir, 41.-b Marc. v, 25. Luc. VIII, 43.

que habia muerto su hija. Si esto es así ¿cómo dice el Salvador, que no habia muerto, sino que dormia? Pero si atendemos á lo que ejecutó con ella el Señor, su muerte, aunque verdadera, se pareció á un breve sueño.

7 Solamente el poder de Dios puede resucitar de muerte á vida. Los que hemos recibido heridas mortales en nuestras almas, pidámosle que nos tome por su mano, y nos restituya á la vida de su gracia.

8 Así le llamaban siguiendo el uso comun de los Hebreos. Entre los milagros que segun ISAIAS XXXV, 5, debía hacer el Hijo de David, era uno el dar vista á los ciegos. Y así se prueba la fe de estos dos ciegos, pues le reconocian por el verdadero Mesías, llamándole Hijo de David, y pidiéndole la

vista.

? SAN GERONIMO cree que fue la casa de la suegra de San Pedro, en donde solia hospedarse el Señor, cuando estaba en Capharnaum.

10 El que hace un beneficio á otro, debe guardarlo en silencio, para poner así su humildad á cubierto; pero el que lo recibe, queda en obligacion de mostrarse agradecido, y esto le pone en la precision de publicarlo. Por esta razon ninguno de los Padres ha reprendido á estos ciegos, por no haber hecho lo que Jesucristo les habia mandado, publicando el milagro.

11 No era mudo por naturaleza, sino por la malicia del demonio. Y así luego que el Señor lanzó el demonio, empezó á hablar.

12 El Griego: vr 2a, en el pueblo, y gentes que le seguian.

Infr. xn, 22. Luc. XI, 14.-d Marc. v1, 6.

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Vocacion de los doce Apóstoles. Avisos que les da el Señor. Les dice, que no ha venido á traer la paz, sino la guerra: cómo deber confesarle delante de los hombres: cómo han de llevar su cruz; y que contará como hecho á sí mismo lo que hicieren á otros por

amor suyo.

1 Et convocatis duodecim discipulis suis, dedit illis potestatem spirituum immundorum, ut ejicerent eos, et curarent omnem languorem, et omnem infirmitatem.

2 Duodecim autem apostolorum nomina sunt hæc. Primus: Simon, qui dicitur Petrus, et Andreas frater ejus.

3 Jacobus Zebedæi, et Joannes frater ejus, Philippus, et Bartholomæus, Thomas, et Matthæus publicanus, Jacobus Alphæi, et Thaddeus,

4 Simon Chananæus, et Judas Iscariotes, qui et tradidit eum.

El Griego: ippuevo, derramados. La compasion del Salvador recaia principalmente sobre los males y enfermedades espirituales que padecian, y la mayor de todas el estar sin pastor que los guiase; porque aunque tenian pastores, eran estos malos, o como unos lobos carniceros; y les bubiera sido mas útil el no tenerlos.

Hay ya muchos que están en sazon para recibir la doctrina evangélica, y ser recogidos en la Iglesia, como en la era del Señor; mas son pocos los que se emplean en este dificil ministerio. Por tanto rogad al Señor que mueva y envie

á muchos á esta tan santa obra.

3 Los obreros del Evangelio no deben introducirse por si mismos en la mies del Señor sin especial vocacion suya. Mas et x, 1.

a Luc. x, 11.-b Marc. II, 13. Luc. vi, 13. et ix,

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drés su hermano.

5

3 Santiago de Zebedeo 6 y Juan su hermano, Phelippe y Bartholomé, Thomas, y Matheo el publicano, Santiago de Alphéo, y Thadeo 7,

4 Simon Chananeo, y Judas Iscariotes", aquel que lo entregó.

los que son llamados, deben atender al gravísimo cargo que se les impone, y mostrar el mayor celo y prontitud en desempeñarlo. JEREMIAS XX, 7, et i Corinth. ix, 16.

En el primer versiculo los llama discípulos, en este apóstoles, que quiere decir enviados, porque los enviaba á predicar su reino y doctrina.

Para distinguirle de Simon el Chananeo.

6 Hijo de Zebedeo: y lo mismo despues hijo de Alpheo. 7 El Griego : καὶ λεββαῖος ὁ ἐπικληθεὶς Θαδδαίος, η Lebéo, que tenia el sobrenombre de Thadeo.

8 Chananeo, acaso por venir de la ciudad de Chaná; mas nunca deribado de Chanaan ni sus descendientes.

9 Iscariotes 17-WIN Isch-Queriióth, quiere de

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9 Nolite possidere aurum, neque argentum, neque pecuniam in zonis vestris:

5 A estos doce envió Jesús mandándoles, y diciendo: No vayais á camino de gentiles, ni entreis en las ciudades de los Samaritanos 1.

6 Mas id antes á las ovejas, que perecieron de la casa de Israél.

7 Id, y predicad, diciendo: Que se acercó el reino de los cielos 2.

8 Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios: graciosamente recibisteis, dad graciosamente.

9 No poseais oro ni plata, ni dinero en vuestras fajas:

10 Non peram in via, neque duas tunicas, neque 10 No alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calcalceamenta, neque virgam dignus enim est opera-zado, ni baston: porque digno es el trabajador de su rius cibo suo. alimento".

11 In quamcumque autem civitatem, aut castellum intraveritis, interrogate, quis in ea dignus sit: et ibi manete donec exeatis.

12 Intrantes autem in domum, salutate eam, dicentes: Pax huic domui.

13 Et si quidem fuerit domus illa digna, veniet pax vestra super eam : si autem non fuerit digna, pax vestra revertetur ad vos.

14 Et quicumque non receperit vos, neque audierit sermones vestros: exeuntes foras de domo, vel civitate, excutite pulverem de pedibus vestris.

7

11 Y en cualquier ciudad ó aldea en que entrareis, preguntad quien hay en ella digno y estaos allí hasta que salgais.

12 Y cuando entreis en la casa, saludadla, diciendo: Paz sea en esta casa 8.

13 Y si aquella casa fuere digna 9, vendrá 10 sobre ella vuestra paz 11: mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá 12 á vosotros.

14 Y todo el que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, al salir fuera de la casa, ó de la ciudad 15, sacudid el polvo de vuestros piés.

15 Amen dico vobis : Tolerabilius erit terræ Sodomorum, et Gomorrhæorum in die judicii, quàm iHila civitati.

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cir varon ú hombre de Kerioth, y vulgarmente Carioth, que era el pueblo donde habia nacido.

↑ Les manda el Señor que antes de pasar á predicar á los gentiles y Samaritanos, lo hiciesen con los Judios que llama las ovejas, que perecieron de la casa de Israél. A estos habia escogido por su pueblo, y se nombraba siempre su pastor; pero ellos como ovejas perdidas se habiau apartado de él por sus delitos. Era necesario anunciar primero á los Judios la venida del Mesías, para que no pudiesen escusar su dureza diciendo: que antes que à ellos, habia enviado sus apóstoles á los Samaritanos y gentiles. Mas cuando vieron que perdian tiempo con los Judíos, se vieron obligados à abandonarlos, y á decirles con firmeza: Actor. XIII, 46. Vosotros erais los primeros á quienes se debia anunciar la palabra de Dios; pero por cuanto por vuestra obstinacion os haceis indignos de la vida eterna, nos vamos á predicar á los gentiles. El testo griego: xai is módır, y en ciudad.

Los profetas hasta entonces habian prometido al pueblo de Israel, que era todo carnal, la tierra y los bienes de ella, si eran fieles á las observancias legales: pero el Señor manda á sus apóstoles, que anuncien la proximidad del reino de los cielos, y que prometan los bienes eternos á los que fuesen fieles á sus mandamientos; en lo que se ve la gran distancia que hay de la ley escrita á la de gracia.

3 Esta es una breve suma de la perfeccion evangélica: y el ministro del Evangelio debe estar desembarazado de todo aquello que le pueda apartar, y distraer del cumplimiento de su vocacion. Y esto es lo que Jesucristo encarga aquí á sus apóstoles.

4 Los soldados y los que viajaban, acostumbraban llevar el dinero en los cintos, fajas ó cinturones con que ceñían su cuerpo. Aun vemos esta práctica en España.

5 No se opone á esto, lo que se dice en S. LUCAS XXII, 35, pues el sentido sencillo de estas palabras es, que saliesen prontamente á su mision, sin detenerse á hacer provision para ella, pues el Señor no dejaria de proveerles, como à ministros suyos, en todas sus necesidades. De este lugar, cotejado con el v. 8 del Cap. x11 de los Hechos apostólicos, se ve que en los evangelistas no se halla diferencia entre voδήματα γ' σανδάλια.

6 El fruto de la viña pertenece al que la plantó, y la leche del ganado á los pastores. Del mismo modo debian ellos recibir las cosas necesarias para su alimento, de aquellos á

a Actor. xii, 46.--b Marc. x1, 8. Luc. 1x, 5.- Luc. x, 3.

15 En verdad os digo: Que será mas tolerable 14 á tierra de los de Sodoma, y de Gomorrha en el dia del juicio, que á aquella ciudad.

16 Ved que yo os envio como ovejas en medio de lobos. Sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas 15.

17 Y guardaos de los hombres 16. Porque os harán comparecer en sus audiencias, y os azotarán en sus synagogas:

quienes anunciaban el Evangelio; no como recompensa de su trabajo, sino como un apoyo de la vida presente. AUGUS. 7 Hombre de piedad y religion que reciba en su casa á los huéspedes y peregrinos, y que muestre solicitud por su salvacion y por la de sus prójimos.

8 Así como los latinos para saludar usan de esta fórmula: ave ó salve, y los Griegos de xaipe, del mismo modo los Hebreos y Syros usaban de esta Schalón lách; paz á tí; y con estas palabras se deseaban todo género de prosperidades.

De la paz evangélica que le anunciareis.

ambos verbos. A la letra: Que vuestra paz venga sobre 10 El Griego: εἰσελθέτω, etc., ἐπιστραφήτω, en imperativo ella, etc., que vuestra paz vuelva sobre vosotros.

habiendo paz; no aquella que yo vine a destruir, sino la del 11 No la del mundo; no aquella que grita paz, paz, no cielo, que viene de lo alto: et interra pax hominibus, bonæ voluntatis.

12 Y por consiguiente esta paz celestial y divina se ausentará de aquella casa.

13 Aunque sea de Israél, tenedla por profana, impura y abominable, como si fuera de gentiles. Creian que solo el contacto de la tierra de los gentiles los hacia inmundos.

14 El castigo. Será tratada con menos rigor la tierra de los de Sodoma. El que no escuchare vuestra doctrina, tendrá dos castigos: el primero, quedar privado de la paz que le anunciareis: el segundo, ser tratado en el juicio de Dios con mayor rigor que las ciudades de Sodoma y de Gomorrha. Fue menor el pecado que estas cometieron, dice S. HILARIO, porque no conocian á Jesucristo; pero es un delito que no merece remision, el no recibir la verdad, cuando se predica; 6 corromperia y alterarla maliciosamente despues de haberla recibido. Los versículos 20, 21, 22, 23 y 24 del capítulo siguiente pueden servir de esposicion á este.

15 Asi como la serpiente cubre su cabeza, y espone todo el cuerpo, por guardar lo que es el principio de su vida del mismo modo nosotros debemos conservar nuestra cabeza, que es Jesucristo, esponiendo todo lo demás. S. GERÓNIMO.

16 Tened por sospechosos y no os fieis en cuanto vuestra conciencia y vocacion lo permitiere, de hombres contrarios al Evangelio: porque el odio que le tendrán, prevalecerá á todos los respetos naturales ó civiles.

18 Et ad præsides, et ad reges ducemini propter me, in testimonium illis, et gentibus.

19 Cùm autem tradent vos, nolite cogitare quomodo, aut quid loquamini : dabitur enim vobis in illa hora, quid loquamini.

20 Non enim vos estis qui loquimini, sed spiritus Patris vestri, qui loquitur in vobis.

21 Tradet autem frater fratrem in mortem, et pater filium: et insurgent filii in parentes, et morte eos afficient:

22 Et eritis odio omnibus propter nomen meum: qui autem perseveraverit usque in finem, hic salvus erit.

23 Cùm autem persequentur vos in civitate ista fugite in aliam. Amen dico vobis, non consummabitis civitates Israël, donec veniat Filius hominis.

24 Non est discipulus super magistrum, nec serVus super dominum suum.

25 Sufficit discipulo, ut sit sicut magister ejus: et servo, sicut dominus ejus. Si patrem familias Beelzebub vocaverunt:&quanto magis domesticos ejus ? 26 Ne ergo timueritis eos: nihil enim est opertum, quod non revelabitur : et occultum, quod nɔn scietur.

27 Quod dico vobis in tenebris, dicite in lumine : et quod in aure auditis, prædicate super tecta.

28 Et nolite timere eos, qui occidunt corpus, animam autem non possunt occidere: sed potiùs timete eum, qui potest et animam, et corpus perdere in gehennam.

29 ¿Nonne duo passeres asse veneunt: et unus ex illis non cadet super terram sine patre vestro?

30 Vestri autem capilli capitis omnes numerati

sunt.

31 Nolite ergo timere: multis passeribus meliores estis vos.

e

32 Omnis ergo, qui confitebitur me coram hominibus, confitebor et ego eum coram Patre meo, qui

in cœlis est.

33 Qui autem negaverit me coram hominibus, negabo et ego eum coram Patre meo, qui in cœlis est.

34 Nolite arbitrari quia pacem venerim mittere in terram non veni pacem mittere, sed gladium.

En el dia del juicio, los Judíos que os entregaron, y los gentiles à quienes fuisteis entregados, no tendrán la menor disculpa. La libre confesion de mi nombre y de mi verdad los convencerá, y conocerán que perecieron por su culpa y ceguedad; porque habiendo recibido tantos beneficios, visto tan grandes milagros y oido una doctrina tan saludable y celestial, rehusaron admitir la salud que se les ofrecia.

El ejemplo de tantos mártires prueba claramente esta verdad, y que ellos no eran mas que unos órganos del Espiritu soberano que hablaba por sus bocas.

Por el ejemplo de Jesucristo y de otros santos se ve, que en algunas ocasiones no solamente se puede, sino que se debe huir del furor de los perseguidores.

De transitar o evangelizar.

SAN HILARIO esplica esto diciendo que despues que haya entrado en la Iglesia la multitud de las naciones, los Judíos que estén destinados para llenar el número de los santos, serán llamados á la misma Iglesia, cuando se acerque la segunda venida del Hijo de Dios. Y así les anuncia en cierto modo por estas palabras su incredulidad y dureza presente, Y por último su conversion à la fe.

Quiso el Señor advertir á sus discípulos, que no debian esperar ser tratados mejor que él lo habia sido, si le miraban y respetaban como á su Señor y maestro.

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by Baal-zebub, vulgarmente Beelzebub, que quiere decir señor de las moscas; porque se creia que ahuyentaba las moscas. Y en S. LUCAS XI, 15, se llama 6Labour, Beelzebul; esto es, señor del estiercol; porque

18 Y sereis llevados ante los gobernadores, y los reyes por causa de mí, en testimonio á ellos, y á los gentiles.

19 Y cuando os entregaren, no penseis cómo ó qué habeis de hablar: porque en aquellà hora os será dado lo que hayais de hablar 2.

20 Porque no sois vosotros los que hablais, sino el Espíritu de vuestro Padre, que habla en vosotros.

21 Y el hermano entregará á muerte al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los harán morir:

22 Y sereis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta la fin, este será salvo.

23 Y cuando os persiguieren en esta ciudad, huid á la otra. En verdad os digo, que no acabareis las ciudades de Israél, hasta que venga el Hijo del hombre.

24 No es el díscípulo mas que su maestro 6, ni el siervo mas que su señor.

7

25 Bastéle al discípulo ser como su maestro: y al siervo como su señor. Si llamaron Beelzebub al padre de familias: ¿cuánto mas á sus domésticos?

26 Pues no los temais: porque nada hay encubier to, que no se haya de descubrir : ni oculto, que no se haya de saber.

27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz : y lo que ois á la oreja, predicadlo sobre los tejados *.

28 Y no temais á los que matan el cuerpo, y no pueden matar el alma: temed antes al que puede echar el alma y el cuerpo en el infierno.

29 ¿Por ventura no se venden dos pajarillos por un cuarto: y uno de ellos no caerá sobre la tierra sin vuestro padre?

30 Aún los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

31 No temais pues: porque mejores sois vosotros que muchos pájaros 9.

32 Todo aquel pues que me confesare delante de los hombres, lo confesaré yo tambien delante de mi Padre, que está en los cielos.

33 Y el que me negare delante de los hombres, lo negaré yo tambien delante de mi Padre, que está en los cielos.

34 No penseis, que vine á meter paz 10 sobre la tierra no vine á meter paz, sino espada 11.

zebul, en chaldeo y syriaco significa estiercol. Así llamaban al idolo de Accaron, y en detestacion de él fue puesto este nombre al demonio. Los Judíos acusaban á Cristo que lanzaba los demonios en virtud de Beelzebub principe de los demonios.

8 Lo que os he enseñado en particular y en un rincon de la Judea, predicadlo con libertad por todas las ciudades y por todo el mundo. S. HILARIO. Esto hace alusion á lo que el doctor ó escriba acostumbraba hacer, pues desde su cátedra ó asiento decia al oido del intérprete, lo que este repetia despues en voz clara y sonora á toda la escuela. Y tambien à que la víspera del sábado desde el tejado ó terrado de una casa muy alta avisaba al pueblo que se preparase, porque iba a entrar el sábado.

9 Si dos pajarillos que son de tan vil precio, no dejan de estar bajo de una particular providencia y cuidado de Dios: como vosotros que por la naturaleza de vuestra alma sois eternos, podreis temer que no os mire con particular cuidado aquel, á quien respetais como á vuestro Padre? SAN GERONIMO.

10 La paz que el mundo desea, la paz terrena y falsa.
11 La palabra del Señor, es llamada en la Escritura una
espada espiritual, ad Hebr. IV, 12, una espada de dos
Alos, que alcanza hasta dividir el alma, las coyunturas
y tuetanos; y que discierne los pensamientos y las in-
tenciones del corazon. Esta es la espada, dice S. HILARIO
que el Hijo de Dios vino á traer sobre la tierra cuando por
su palabra viva y eficaz, como la llama S. Pablo, produjo

Luc. xn, 11.-b Luc. vi, 40. Joan. xIII, 16. et xv. 20. Marc. tv, 22. Luc. vit, 17. et xi, 2.-d Actor. xxvII, 35. u, Reg. xiv. 11. Marc. vin, 38. Luc. ix, 26. et x1, 8. 11, Timoth. 11, 12.

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35 Porque vine á separar al hombre contra su padre, y á la hija contra su madre, y la nuera contra su suegra:

36 Y los enemigos del hombre, los de su casa. 37 El que ama á padre, ó á madre mas que á mí, no es digno de mí. Y el que ama á hijo, 6 á hija mas que á mí, no es digno de mí.

38 Y el que no toma su cruz, y me sigue, no es digno de mí.

39 El que halla su alma 3, la perderá: y el que perdiere su alma por mí, la hallará.

40 El que á vosotros recibe, á mí recibe : y el que á mí recibe, recibe á aquel que me envió .

41 El que recibe á un profeta en nombre de profeta, galardon de profeta recibirá y el que recibe á un justo en nombre de justo, galardon de justo recibirá *. 42 Y todo el que diere á beber á uno de aquellos pequeñitos un vaso de agua fria tan solamente en nombre de discípulo : en verdad os digo, que no perderá su galardon.

Capítulo XI.

6

Envia el Bautista dos de sus discípulos á preguntar al Señor, si era él el Mesías; y el Señor les manda que consideren sus obras, y que hagan relacion de ellas al Bautista. Testimonio que da el Señor de su Precursor. Adora la providencia de su Padre, que negándose á los soberbios, se descubre y comunică á los humildes. Exhorta á todos á que le îmiten y sigan.

1 Et factum est, cùm consummasset Jesus, præcipiens duodecim discipulis suis, transiit indè ut doceret, et prædicaret in civitatibus eorum.

2 Joannes autem cùm audisset in vinculis opera Christi, mittens duos de discipulis suis,

3 Ait illi: ¿Tu es, qui venturus es, an alium expectamus?

4 Et respondens Jesus ait illis: Euntes renuntiate Joanni quæ audistis, et vidistis.

5 Cæci vident, claudi ambulant, leprosi mundantur, surdi audiunt, mortui resurgunt, pauperes evangelizantur :

me.

6 Et beatus est, qui non fuerit scandalizatus in

7 Illis autem abeuntibus cœpit Jesus dicere ad turbas de Joanne: ¿Quid existis in desertum videre? ¿arundinem vento agitatam?

8 Sed quid existis videre? ¿hominem mollibus vestitum? Ecce qui mollibus vestiuntur, in domibus regum sunt.

9 Sed quid existis videre? ¿prophetam? Etiam dico vobis, et plus quam prophetam.

estas grandes separaciones, de que se habla aquí: permitiendo que en las mismas familias, los que abrazaban la fe, tuviesen por enemigos á aquellos de su propia casa, que resistian á la palabra de la verdad. Y se cumplió en esto la profecía de MICHEAS VII, 6.

Esto es, del hombre que me querrá seguir, serán enemigos los mismos de su casa, sus mas cercanos parientes.

Quien no recibe, quien no lleva de buen grado su cruz y sufre los trabajos por amor mio. Cristo es el primer maestro que enseñó la doctrina de la cruz.

3 El que al tiempo de la confesion de mi nombre en presencia de los tiranos, me niega por salvar su vida, perderá su alma; y al contrario.

4 A mi Padre celestial.

Recibirá la recompensa que merece el que recibe á un justo, á un profeta, ó á un ministro de mi palabra, porque recibe á aquel que habita en el justo ó en el profeta, y se hace digno de una recompensa proporcionada á su fe. S. JUAN CHRYSOSTOMO.

6 De los mas despreciables de mi Iglesia, que no sea recomendable por las calidades esteriores.

7 Por la consideracion y respeto de ser discípulo mio. 8 De ellos; esto es, de los discípulos, que eran las ciudades de Galilea, puesto que acababa de instruir á sus discípulos en el monte entre Capharnaum y Bethsaida.

9 El Griego: pxousros, el que viene. El que ha de venir, y todos esperamos el Mesías prometido á nuestros padres.

1 Y acaeció, que cuando Jesús acabó de dar estas instrucciones á sus doce discípulos, pasó de allí á enseñar y predicar en las ciudades de ellos 8.

2 Y como Juan estando en la cárcel oyese las obras de Cristo, envió dos de sus discípulos,

3 Y le dijo: ¿Eres tú el que ha de venir, 6 esperamos á otro 10?

4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad á Juan lo que habeis oido, y visto 11.

5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y á los pobres les es anunciado el Evangelio 12: 6 Y bienaventurado, el que no fuere escandalizado en mí 13.

7 Y luego que ellos se fueron, comenzó Jesús á hablar de Juan á las gentes: ¿Qué salisteis á ver al desierto? ¿ una caña movida del viento 14?

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8 Mas qué salísteis á ver? ¿ un hombre vestido de ropas delicadas 15? Cierto los que visten ropas delicadas, en casas de reyes están 16.

9 Mas qué salisteis á ver? ¿un profeta? Ciertamente os digo, y aun mas que profeta 17.

Y todo esto comprendian los Judíos bajo aquella palabra.

10 ¿ Eres tú el Mesias? Bien sabia Juan que lo era, cuando dijo: Este es el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo; pero para que los demás lo supiesen, toma ocasion de enviar sus discípulos al Señor, para que viesen y oyesen sus milagros; y por ellos conociesen como testigos oculares que era el verdadero Mesias.

11 El Griego: & ἀκούετε, καὶ βλέπετε, lo que ois y veis.

12 Parece que en estas palabras les da á entender, que reflexionen y vean el cumplimiento de las profecías, ISAIAS xxxv, 5, LXI, 1, pues en ellas estaban prometidas á la Iglesia todas estas gracias en la venida del Mesías.

13 Viéndole morir en una cruz, que segun S. Pablor Corinthio 1, 25, seria un escándalo para los Judios, y una locura para los gentiles.

44 Un hombre inconstante y mudable, que comenzase dudar de la venida del Mesías, despues de haberla anunciado tan claramente.

45 MS. ¿De blanduras?

16¿No es Juan este, que se contenta para vestirse con pelo de camellos, y que para su alimento se sirve de langostas y de miel silvestre? Los que visten delicadamente, habitan en los palacios: y Juan como predicador de la verdad, mora en el desierto.

17 Quiere esto decir, que sobrepujaria á los profetas, que habian vaticinado la venida del Mesias, puesto que le mostraria con el dedo, diciendo: Este es el Cordero, etc. a Luc. xn, 51.-b Mich. vII, 6.- Luc. XIV, 26.-d Marc. vii, 34. Infra, xvi, 24. et xiv, 27.- Joan. xu, 25.-f Luc. x, Joan. xi, 20. Marc. IX, 40.-8 Luc. vi, 19.-h Isai. xxxv, 5. et LXI, 1.-i Luc. v, 24.

16.

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