que 18 Non potest arbor bona malos fructus facere: ne. 19 Omnis arbor, quæ non facit fructum bonum, 20 Igitur ex fructibus eorum cognoscetis eos. intrabit in regnum coelorum: sed qui facit volunta- tem Patris mei, qui in cœlis est, ipse intrabit in reg- 22 Multi dicent mihi in illa die: Domine, Domine, ¿nonne in nomine tuo prophetavimus, et in nomine tuo dæmonia ejecimus, et in nomine tuo virtutes 23 Et tunc confitebor illis: Quia numquam novi vos: discedite à me, qui operamini iniquitatem. 24 Omnis ergo qui audit verba mea hæc, et facit ea, assimilabitur viro sapienti, qui ædificavit domum 25 Et descendit pluvia, et venerunt flumina, et flaverunt venti, et irruerunt in domum illam, et non cecidit: fundata enim erat super petram. 26 Et omnis, qui audit verba mea hæc, et non facit ea, similis erit viro stulto, qui ædificavit domum 27 Et descendit pluvia, et venerunt flumina, et flaverunt venti, et irruerunt in domum illam, et ce- cidit, et fuit ruina illius magna. 28 Et factum est: cùm consummasset Jesus verba hæc, admirabantur turbæ super doctrina ejus. 18 No puede el árbol bueno llevar malos frutos: ni el árbol malo llevar buenos frutos. 19 Todo árbol, que no lleva buen fruto, será cor- tado 1 , y metido en el fuego. 20 Así pues, por los frutos de ellos los conocereis. 21 No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese entrará en el 22 Muchos me dirán en aquel dia: Señor, Señor, ¿pues no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos 23 Y entonces yo les diré claramente: Nunca os conocí apartaos de mí los que obrais la iniquidad. 24 Pues todo aquel que oye estas mis palabras, Y 25 Que descendió lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente en aquella casa, y no cayó: porque estaba cimentada sobre peña. 26 Y todo el que oye estas mismas palabras, y no las cumple, semejante será á un hombre loco, que edi- 27 Que descendió lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente sobre aquella casa, y cayó, y fue su ruina grande. 28 Y fue que cuando Jesús hubo acabado estos discursos, se maravillaban las gentes de su doctrina 7. Sana Jesucristo á un leproso, al siervo del Centurion, á la suegra de S. Pedro, y á otros muchos enfermos. No quiere admitir á un es- 1 Cùm autem descendisset de monte, secutæ sunt 2 Et ecce leprosus veniens, adorabat eum, dicens: Domine, si vis, potes me mundare. 3 Et extendens Jesus manum, tetigit eum, dicens: Volo. Mundare. Et confestim mundata est lepra ejus. 1E! Griego: ¿nxónteraι, etc. báààerai, es cortado, etc. El reino de los cielos no es precio de solas palabras. En el dia del juicio final, ó tambien en el de su muerte. Por mios, y por ovejas de mi rebaño. El Griego: pobo avtór, le compararé. Esta es la Luc. m, 10.-b Infr. xxv, 11.- Actor. XIX, 13.-d Psalm vi, 1 Y como descendió del monte, le siguieron muchas 2 Y vino un leproso, y le adoraba, diciendo : Se- ñor, si quieres, puedes limpiarme 10. 3 Y estendiendo Jesús la mano le tocó, diciendo: Quiero. Sé limpio, Y luego su lepra fue limpiada 1a. vientos de nuestros enemigos que buscan nuestra perdicion. Mas los que fabrican sobre arena, esto es, sobre otro funda- mento que el de la verdad de la palabra del Señor de su amor, estos oyen el Santo Evangelio, mas no lo practican, contentándose con decir: Señor, Señor; esto es, con ado- rarle como cristianos; pero no cuidándose de cumplir su vo- luntad. Estos fabrican sobre arena, y están espuestos á 6 MS. E fue grand derrudiamiento. 7 Se maravillaban oyendo una doctrina tan pura, y una moral tan opuesta á todos los sentidos, y al modo de pensar 8 En el testo griego faltan las últimas palabras: y pha- 10 Si llegamos al Salvador con fe igual á la de este leproso, podemos esperar seguramente, que usará del mismo poder 14 La ley prohibia tocar á los leprosos; pero el Señor que 12 MS. E fue luego alimpiada su gafedat. 9. Intr. xx1, 41. Luc. XIII, 27. Luc. vi, 48. Rom. 11, 15, Jacob. 4 Et ait illi Jesus: Vide, nemini dixeris: sed va- 5 Cùm autem introisset Capharnaum, accessit ad 6 Et dicens: Domine, puer meus jacet in domo 7 Et ait illi Jesus: Ego veniam, et curabo eum. 9 Nam et ego homo sum sub potestate constitu- 10 Audiens autem Jesus miratus est, et sequenti- 11 Dico autem vobis, quòd multi ab Oriente, et 12 Filii autem regni ejicientur in tenebras exterio- 13 Et dixit Jesus Centurioni: Vade, et sicut cre- 14 Et cùm venisset Jesus in domum Petri, vidit 15 Et tetigit manum ejus, et dimisit eam febris, 16 Vespere autem facto, obtulerunt ei multos 1 Porque Jesucristo queria que los hombres atendiesen Los ricos ofrecian dos corderos, harina y aceite: los 3 Para que les constase y no tuviesen escusa, dice S. GE Este era un oficial de ejército, ó capitan de cien solda 4 Y le dijo Jesús: Mira, que no lo digas á nadie 1: 5 Y habiendo entrado en Capharnaum, se llegó á él 6 Y diciendo: Señor, mi siervo paralítico está pos- 8 Y respondiendo el Centurion, dijo: Señor, no soy 9 Pues tambien yo soy hombre sujeto á otro, que 10 Cuando esto oyó Jesús, se maravilló, y dijo á 11 Y os digo, que vendrán muchos de Oriente, y de 12 Mas los hijos del reino 10 serán echados en las ti- 13 Y dijo Jesús al Centurion : Ve, y como creiste, 12 15 Y le tocó la mano, y la dejó la fiebre, y se le- 16 Y siendo ya tarde 13, le presentaron muchos en- 8 Cuando Jesucristo se maravilló de la respuesta del cen- A semejanza de este gentil, vendrán otros muchos con 10 Mas los hijos del reino; esto es, los herederos natu- 14 Al cumplimiento de este suceso mira tambien lo que 18 En la misma ciudad de Chaparnaum. 13 Era sábado, y hasta ponerse el sol no querian los Judíos 5 MS. E es maltrecho. Vean este ejemplo aquellos seño-os; Vespere facto, cum occidisset sol, ó como en el Jesucristo solamente con acercarse á la casa del centu- 7 Como si dijera: Si no obstante que yo estoy subordinado Hebreo, wpwn ny'i aw in vespera, post oc- a Levit. xiv, 2. Luc. vII, 1.-b Luc. vII, 5.-- Malach. 1, 11.-d Marc. 1, 52. 17 Ut adimpleretur quod dictum est per a Isaïam prophetam, dicentem: Ipse infirmitates nostras ac- cepit et ægrotationes nostras portavit. 18 Videns autem Jesus turbas multas circum se, 19 Et accedens unus scriba, ait illi: Magister, se- 20 Et dicit ei Jesus: Vulpes foveas habent, et vo- lucres cœli nidos: Filius autem hominis non habet ubi 21 Alius autem de discipulis ejus ait illi: Domine, permitte me primum ire, et sepelire patrem meum. 22 Jesus autem ait illi: Sequere me, et dimitte mortuos sepelire mortuos suos. 23 Et ascendente eo in naviculam, secuti sunt 24 Et ecce motus magnus factus est in mari, ita ut navicula operiretur fluctibus; ipse verò dormiebat. 26 Et dicit eis Jesus: ¿Quid timidi estis, modica fidei? Tunc surgens, imperavit ventis, et mari, et 27 Porro homines mirati sunt, dicentes: ¿ Qualis est hic, quia venti et mare obediunt ei? 28 Et cùm venisset trans fretum in regionem Gerasenorum, occurrerunt ei duo habentes dæmonia, 17 Para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El mismo tomó nuestras en- fermedades: y cargó con nuestras dolencias 1. 18 Mas como viese Jesús muchas gentes al rededor de sí, mandó pasar á la otra parte del lago . 19 Y llegándose á él un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré à donde quiera que fueres *. 20 Y Jesús le dice: Las raposas tienen cuevas, y las aves del cielo nidos 4: mas el Hijo del hombre no tiene 21 Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, déjame ir primero, y enterrar á mi padre. 22 Mas Jesús le dice: Sigueme, y deja que los muer- tos entierren á sus muertos ". 23 Y entrando él en un barco, le siguieron sus dis- 24 Y sobrevino luego un grande alboroto en la mar, de modo que en las ondas cubrian el barco; mas él 25 Y se llegaron á él sus discípulos, y le despertaron diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. 26 Y Jesús les dice: ¿Qué temeis hombres de poca fe 7? Y levantándose al punto, mandó á los vientos y á la mar, y se siguió una grande bonanza 8. 27 Y los hombres se maravillaron, y decian: ¿Quién es éste, que los vientos y la mar le obedecen? 28 Y cuando Jesús hubo pasado de la otra parte del lago á tierra de los Gerasenos, le vinieron al en- mentados, como que era la hora en que como la esperiencia Este lugar de ISAIAS LIII, 4, que cita aqui S. Matheo, De Genesareth. O huyendo de la vanagloria, para dar- Estas palabras podian hacernos creer que este hombre en grandezas humanas; puesto que el mismo Señor no tiene 5 Este era ya del número de los discípulos del Señor; pero 6 Como si dijera: Tu padre ha muerto, no solo para la 7 El Señor los reprende, como á hombres de poca fe; 8 MS. E ouieron grand segurança. 9 Eran muy espaciosos y como unas grandes grutas ó ca- * Isai. Lu, 4. 1 Petr. 1, 24.~d Luc, tx, 54. Marc. iv, 36. Luc. vin, 22.-d Marc. v, 1, Luc. vin, 26. et tibi, Jesu fili Dei? Venisti huc ante tempus torquere nos? a 30 Erant autem non longè ab illis grex multorum porcorum pascens. 31 Dæmones autem rogabant eum, dicentes: Si ejicis nos hinc, mitte nos in gregem porcorum. 32 Et ait illis Ite. At illi exeuntes abierunt in porcos, et ecce impetu abiit totus grex per præceps in mare : et mortui sunt in aquis. 33 Pastores autem fugerunt : et venientes in civitatem, nuntiaverunt omnia, et de eis, qui dæmonia habuerant. 34 Et ecce tota civitas exiit obviàm Jesu: et b viso eo rogabant, ut transiret à finibus eorum. mos nosotros contigo, Jesús Hijo de Dios? ¿Has venido acá á atormentarnos antes de tiempo 1? 30 Y no lejos de ellos andaba una piara de muchos puercos paciendo. 31 Y los demonios le rogaban, diciendo: Si nos echas de aquí, envianos á la piara de puercos. 32 Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron á los puercos, y en el mismo punto toda la piara corrió impetuosamente, y por un despeñadero se precipitó en la mar y murieron en las aguas 5. 33 Y los pastores huyeron y venidos á la ciudad, lo contaron todo, y el suceso de los endemoniados. 34 Y salió toda ciudad á encontrar á Jesús: y cuando le vieron le rogaban, que saliese de sus términos 6. Capítulo IX. Sana el Señor á un paralítico. Murmuracion de los escribas. Vocacion de Matheo el publicano. Responde á los phariseos que le calumnian. Libra á una mujer de un flujo de sangre. Resucita à una niña, y da vista á dos ciegos. Sana á un endemoniado mudo, y obra otros milagros. Parábola de la mies y de los trabajadores. 1 Et ascendens in naviculam, transfretavit, et venit in civitatem suam. 2 Et ecce offerebant ei paralyticum jacentem in lecto. Et videns Jesus fidem illorum, dixit paralytico: Confide fili, remittuntur tibi peccata tua. 3 Et ecce quidam de Scribis dixerunt intra se : Hic blasphemat. 4 Et cùm vidisset Jesus cogitationes eorum, dixit: ¿Ut quid cogitatis mala in cordibus vestris? 5¿Quid est facilius dicere: Dimittuntur tibi peccata tua: an dicere: Surge, et ambula? 6 Ut autem sciatis, quia filius hominis habet potestatem in terra dimittendi peccata, tunc ait paralytico Surge, tolle lectum tuum, et vade in domum tuam. 7 Et surrexit, et abiit in domum suam. 1 Antes del dia del juicio, en el que serán juzgados por el Hijo del Hombre, DANIEL VII, 13, y condenados á eternas penas, juntamente con todos los hombres que hubieren arrastrado á ser compañeros de su desgracia. S. AGUSTIN. 2 El Griego: è μaxpȧr àπ' avτwr, y habia lejos de ellos. 3 El Griego: Exitpe↓or åμir åxe20ev, déjanos ir. Dios permite el mal, no lo manda. 4 El Griego : εἰς τὴν ἀγέλην τῶν χώρων & la piara de los puercos. Es probable que estos fuesen de algun gentil, pues habitaba un gran número de ellos en Gesara, y en todo aquel país, que por esta razon se llamó Galilea de los gentiles. Puede ser tambien que los criasen los mismos Hebreos para venderlos á los gentiles, y particularmente a los Romanos. Se ve y resplandece un justo castigo en esta permision del Señor: Si los puercos eran de los Judíos, porque ejercian un comercio ilícito, escandaloso y muy odioso á la nacion; si sus dueños eran gentiles, quiso castigar los escarnios que estos hacian á los Judios, insultándolos porque se abstenian de comer carne de puerco. 5 Cuando el demonio no puede hacer á los hombres todo el mal que quiere, les hace todo el que puede ó se le permite. 6 En vez de adorar al Señor y admirar su infinito poder, son tan ciegos, que apartan de sí á su Salvador, negándose á recibir la luz del Evangello. Y la muerte de algunos animales hizo mayor impresion en su corazon, que el milagro de haber librado dos endemoniados tan conocidos por toda aquella tierra. Alejando de sí al autor de la vida y de la salud, y alejándose ellos de él, quedaron mas esclavos de aquellos mismos demonios, cuyo furor temian. CHRYSOSTOMO. 7 Capharnaum; porque, como dice Theophilacto, Cristo nació en Bethlehem, se crió en Nazareth, y habitó en Capharnaum. 8 Los otros Evangelistas, MARCOS II, 2. LUCAS v, 18, añaden otras circunstancias á este prodigio. Dicen que no pudiendo acercarse al Señor, los que llevaban al paralítico, por la grande multitud de gente que llenaba la casa y qué escuchando sus palabras, tenia tomada la entrada, subieron 1 Y entrando en un barco, pasó á la otra ribera, y fue á su ciudad 7. 2 Y he aquí le presentaron un paralítico postrado en un lecho. Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico Hijo, ten confianza, que perdonados te son tus pecados & 3 Y luego algunos de los escribas dijeron dentro de sí: Este blasfema ". 4 Y como viese Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensais mal en vuestros corazones? 5 ¿Qué cosa es mas fácil, decir: Perdonados te son tus pecados ó decir: Levántate y anda 10? 6 Pues para que sepais, que el Hijo del hombre tiene potestad sobre la tierra de perdonar pecados, dijo entonces al paralítico : Levántate, toma tu lecho, y vete á tu casa. 7 Y levantóse, y fuese á su casa. al tejado, descubrieron una parte de él, y por la abertura descolgaron la cama y al paralítico en ella, y le presentaron al Señor lo que prueba una fe muy viva que les inspiró un medio tan estraordinario para salir con su intento. Esto lo pudieron hacer fácilmente, porque las casas de los orientales por la mayor parte no eran, y aun ahora no son sino bajas, y sin divisiones de altos. Tenian terrados, adonde se subia por una escalera para tomar el fresco á horas competentes en el estio. Calmet, in MARC. II, 4, observa que en medio de la plataforma habia una abertura, cerrada con una trampa, y alrededor de ésta una balaustrada: que se habria esta trampa para dar luz y aire al aposento que estaba debajo y que se cerraba, cuando el sol era muy ardiente, ó para impedir que cayese la lluvia ó la nieve. 9 Como los doctores de la ley le tenian por un puro hombre, y sabian por otra parte, que el perdonar los pecados pertenecia solamente á Dios, le acusaron en su interior de blasfemo y de que se usurpaba un poder que era propio de Dios. Pero el Señor penetrando sus mas ocultos pensamientos, les dió bien claro á entender que era Dios, descubriéndoles lo que pensaban en el secreto de sus corazones, lo que tambien es propio de Dios. 10 Cual de estas dos cosas es mas facil: sanar el cuerpo de un paralítico ó perdonar los pecados del alma? No hay duda, que el curar un paralitico; porque cuanto el alma es mas escelente que el cuerpo, otro tanto son mayores sus enfermedades, y mas dificiles de curar. Esto no obstante, por cuanto la curacion del alma es oculta, y la del cuerpo visible y manifiesta, quiero haceros conocer la verdad de lo que no está patente à vuestros ojos, por lo mismo que veis con ellos. SAN GERÓNIMO. Fuera de esto, los Judíos creian que todas las enfermedades son consecuencias y efectos de los pecados que cometen los hombres. Oyendo por otra parte al Señor decir al paralitico: Tus pecados te son perdonados, hacian en su interior este argumento: Dios solo es el que puede perdonar los pecados: LUCAS v. 21, este dice que tiene potestad de perdonarlos; luego este se usurpa una potestad que solamente pertenece á Dios, y por consiguiente ■ Marc. v, 11. Luc. vIII, 32.-b Marc. v, 17. Luc. vi, 37.- Marc. 11, 3. Luc. v, 18. 8 Videntes autem turbæ timuerunt, et glorificaverunt Deum, qui dedit potestatem talem hominibus. a 9 Et cùm transiret indè Jesus, vidit hominem sedentem in telonio, Matthæum nomine. Et ait illi: Sequere me. Et surgens, secutus est eum. 10 Et factum est discumbente eo in domo, ecce multi publicani, et peccatores venientes discumbebant cum Jesu, et discipulis ejus. 11 Et videntes Pharisæi, dicebant discipulis ejus: ¿Quare cum publicanis, et peccatoribus manducat Magister vester? 12 At Jesus audiens, ait : Non est opus valentibus medicus, sed malè habentibus. 13 Euntes autem discite quid est : Misericordiam volo, et non sacrificium : Non enim veni vocare justos, sed peccatores. 14 Tunc accesserunt ad eum discipuli Joannis, dicentes:Quare nos, et Pharisæi jejunamus frequenter, discipuli autem tui non jejunant? 15 Et ait illis Jesus: Numquid possunt filii sponsi lugere, quamdiu cum illis est sponsus? Venient autem dies cum auferetur ab eis sponsus : et tunc jejunabunt. 16 Nemo autem immittit commissuram panni rudis in vestimentum vetus: tollit enim plenitudinem ejus à vestimento, et pejor scissura fit. 17 Neque mittunt vinum novum in utres veteres. Alioquin rumpuntur utres, et vinum effunditur, et utres pereunt. Sed vinum novum in utres novos mittunt, et ambo conservantur. es un blasfemo. El Señor los convence por sus mismos principios, y curando al paralítico con sola su palabra, les hace ver, que pues tiene potestad para curar los efectos del pecado, segun ellos creian, la tenia tambien para curar la causa, y por consiguiente tambien, que era Dios, que podia perdonarlos. No se dice el efecto que hizo la evidencia de este milagro en el espíritu de los escribas; pero es de presumir, que quedaron tan obstinades, como lo eran antes de verle. La evidencia de la verdad en corazones corrompidos no hace otro efecto ordinariamente, que escitar la envidia, la cólera, la desesperacion. Cuando los phariseos no podian mirar los milagros del Salvador, los atribuian à artes diabólicas, y á secretos de magia: y no tenemos cosa que nos persuada, que estos escribas fuesen mas humildes, mas religiosos y mas dóciles que los phariseos. Las gentes sencillas del comun del pueblo, fueron las que viendo el prodigio, temieron y loaron á Dios, por haber dado tal potestad á los hombres. Por tal tenian al Señor, por no estar todavía persuadidos de su divinidad, bien que esta era una buena disposicion para creerlo. Los otros Evangelistas le llaman Levi, porque era menos conocido por este nombre; pero él á sí mismo se nombra Matheo y publicano, sin temer declarar el empleo en que se hallaba de cobrar los tributos públicos, que era tenido por infame entre los Judíos. Véase el v. 46 del Cap. v. Se llamaba telonio, el banco, la mesa y lugar, en donde se cobraban las rentas públicas. 3(Como consta del Evangelio de S. LUCAS v, y de SAN MARCOS 1.) De Matheo, el cual siguió al punto al Salvador; Y para manifestar su reconocimiento é interior regocijo, celebró un gran festin, al que convidó al Señor a sus discípulos y a muchos publicanos y compañeros suyos. Jesucristo quiso asistir á este convite, y hallarse en medio de estos publicanos y pecadores, como un médico lleno de caridad, que no puede curar á sus enfermos, sino sufriendo su hedor y molestia. S. GREGORIO NAZIANZENO. Quiso el Señor hacer conocer á los phariseos la malicia su acusacion, diciéndoles que por los pecadores habia venido al mundo; esto es, por aquellos pecadores que reconociendo humildemente sus pecados, los destestaban y se enmendaban; y no por los sanos; esto es, por.aquellos que teniéndose por sanos y justos, aunque en su corazon alimentasen la corrupcion, el orgullo y la hipocresía, semejantes á los frenéticos, parecian fuertes; pero su fuerza 8 Y cuando esto vieron las gentes ron á Dios, que dió tal potestad á los 9 Y pasando Jesús de allí, vió á u taba sentado al banco, llamado Math gueme. Y levantándose le siguió. 24 781 de 10 Y acaeció que estando Jesús senado a a mesa en la casa 5, vinieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron á comer con él, y con sus discípulos. 11 Y viendo esto los phariseos, decian á sus discípulos; ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12 Y oyéndolo Jesús, dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos 13 Id pues, y aprended qué cosa es : Misericordia quiero, y no sacrificio 5: Porque no he venido á llamar justos, sino pecadores. 14 A esta sazon se llegaron á él los discípulos de Juan, y le dijeron: ¿Por qué nosotros y los phariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? 15 Y Jesús les dijo: ¿Por ventura pueden estar tristes los hijos del esposo, mientras que está con ellos el esposo? Mas vendrán días, en que les será quitado el esposo: y entonces ayunarán. 16 Y ninguno echa remiendo de paño recio en vestido viejo : porque se lleva cuanto alcanza del vestido, y se hace peor la rotura 7. 17 Ni echan vino nuevo en odres viejos. De otra manera, se rompen los odres, y se vierte el vino, y se pierden los odres. Mas echan vino nuevo en odres nuevos, y así se conserva lo uno y lo otro 8. consistia en lo violento y grande de la fiebre que los consumia. S. AGUSTIN. Este es un testo de OSEAS VI, 6, que los Judíos no querian entender. El Griego añade sis távolar, á penitencia; y así lo cita tambien S. LUCAS, contando este mismo suceso, v. 33, como si dijera: yo estimo mas el sacrificio interior del corazón que el esterior y carnal. Los llamó justos irónicamente, y en el mismo sentido en que Dios dijo á Adam: Hé aquí Adam, que es como uno de nosotros, Gen. III, 22, porque estos falsos justos se hacian indignos de la misericordia de Jesucristo, pretendiendo que la negase á los pecadores, y escluyéndose ellos de este número. S. JUAN CHRYSÓSTOMO. 9 6 SAN LUCAS, Cap. v, da á entender que los phariseos hicieron esta nueva tentativa ó insulto á Jesucristo por si mismos. Mas en el estilo de la Escritura; y aun en el uso comun suele atribuirse una cosa á aquel, por cuyo mandato, consejo ó instigacion se hace. Confundidos, pues, los phariseos con las respuestas del Salvador, se valieron de los discipulos de S. Juan para atacarle de nuevo. Y en vez de imitar la profunda humildad de su maestro, llegaron estos á preguntar al Señor de un modo tan orgulloso, que merecia una severa reprension. Pero el Hijo de Dios se contentó con instruirlos, usando de la mayor dulzura y diciéndoles : Que los hijos del esposo no podian estar tristes, mientras que el esposo estaba en su compañía. Esta es una frase hebrea; y así los hijos del esposo, no quiere decir otra cosa, que sus amigos ó compañeros; haciendo alusion á la costumbre que habia antiguamente, de dar á los que se casaban, algunos jóvenes que los acompañasen en todas las ceremonias de su boda, y estos se llamaban los hijos del esposo. MS. En uestidura uiedra. 7 La version antigua: Quita su fortaleza del vestido viejo, y es mayor la rotura. 8 Los odres y el vino. Con todas estas comparaciones quiso dar á entender el Salvador, que sus discípulos, como todavía no habian sido renovados por el Espíritu Santo, no debian ser cargados con escesivas obras de penitencia. Pero luego que les fue quitado el esposo; esto es, despues de la muerte de Jesucristo, su vida fue una continua mortificacion. Enseña tambien con esto, que no se ha de atender tanto á la mortificacion, que se crea estribar en ella precisamente la sustancia de la ley, ó que por esta faltemos á los deberes esenciales de nuestro propio estado. * Marc. I, 14. Luc. v, 27.-b Thimoth. 1, 15. Marc. n, 18. Luc. v, 32, |