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I ¿ Veis que crea en ese hombre que vosotros alabais, alguno de los Principes ó, de los Phariseos, que son los que entienden la Ley? por tanto á estos debeis seguir, y no á ese vulgo, que por ignorar la Ley, es exêcrable y maldito de Dios. Este discurso es semejante al que podria hacer un ciego, culpando á la luz del Sol porque no veía, sin reparar que la falta estaba en sus propios ojos. Estos Phariséos pretendian autorizar neciamente su voluntaria ceguedad con la multitud de otros ciegos sus semejantes.

2 En el texto latino hay la figura que los Gramáticos llaman sylepsis; porque el adjetivo maledicti concierta con el substantivo turba, no en quanto á la letra y palabras, sino en quanto al sentido y significado.

3. A esta sólida pregunta de Nico

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demo debian responder los Phariséos, haciéndole presentes los motivos que ellos tenian para mandar que se pren diese á Jesus. Pero le responden con una doble injuria, primeramente tra tándole de Galiléo, que en su opinion era un grande improperio; porque creían que no podia salir nada bueno de Galiléa y en segundo lugar dándole en rostro con una grosera ignorancia de las Escrituras.

4 Nahum y Jonás, Prophetas conoci dos de todos, eran Galileos; y así, ó los Phariséos sentáron aquella asercion ciegos de cólera, ó por nombre de Propheta entendieron el Propheta prometido, haciendo relacion al v. 40. en donde se expresa el artículo 8, el, que aquí no se halla en el Griego.

a Supra III. 2. b Deuter. XVII. 8. et XIX. 15.

CAPÍTULO VIII.

Absuelve el Señor á la muger adúltera, mandándole que no vuelva á pecar. Dice que él es la luz del mundo, y que los Phariseos morirán en su pecado. Declara quiénes son sus verdaderos discípulos, y que no son hijos de Dios, ni de Abraham los que no creen en él, que les dice la verdad. A uno que le blasphemaba, responde, que no estaba poseido del demonio, y que honraba á su Padre. Dice á los Phariséos, que él era ántes que Abraham fuese hecho. Queriéndole apedrear, se sale del templo.

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I El Griego, zavropåpw,tam manifeste ut negari non possit: Es palabra Griega forense. El versículo último del Capítulo precedente, y los once primeros de este, no se leen en el CHRYSOSTOMO ni ea THEOPHILACTO. S. GERÓNYMO dice, que en algunos textos no se leían y EUSEBIO afirma, que esta historia fué escrita por un tal Papías. Esto no obstante siendo sin comparacion en mucho mayor número los exemplares Griegos en que se halla, y viendose alegada como Canónica por TACIANO, que floreció en la mitad del

a Levit. xx. 10.

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segundo siglo, y por AMMONIO que vi◄ vió al principio del tercero reconocida finalmente por todos los Padres Latinos, y no hallándose en el dia ningun manuscrito Latino en que no se lea; convienen todos, y aun los mismos Protestantes, que debe ser admitida la primera parte de este Capítulo por tau authéntica como todo lo demas. La falta de un Copista, que la omitió al principio, pudo muy bien dar lugar á las otras que se hicieron sobre la primera copia defectuosa. Véase MORINO Exercit. Biblic. Cap. XI. pag. 44.

6 Hoc autem dicebant tentantes eum, ut possent accusare eum. Jesus autem inclinans se deorsum, digito scribebat in

terra.

7 Cùm ergo perseverarent interrogantes eum, erexit se, et dixit eis: Qui sine peccato est vestrum, primus in illam lapidem mittat.

8 Et iterum se inclinans, scribebat in terra.

9 Audientes autem unus post unum exibant, incipientes à senioribus et remansit solus Jesus, et mu

1 Esta fué una pregunta llena de malicia; porque si la condenaba á muerte, hubieran tomado este pretexto para desacreditarle con el pueblo, cuya aficion crédito se habia ganado por su suavidad y dulzura. Fuera de que le hubieran acusado delante del Gobernador de que se usurpaba un poder, que no pertenecia sino al Soberano. Si la absolvia, le hubieran acusado de prevaricador y enemigo de la Ley. Si respondia que á él no le tocaba juzgar de delitos, ni imponer penas capitales, que acudiesen al Gobernador le hubieran del mismo modo desacreditado delante de las gentes, haciéndoles creer que era un enemigo de la nacion, fautor de la tyrania, atropellando los privilegios y la libertad que Dios habia concedido á su escogido pueblo.

2 En algunos manuscritos Griegos se lee: μὴ προσποιούμενος, no disimuladas mente. Jesu-Christo con esta accion les quiso dar á entender, que conocia bien su depravada intencion : que su pregunta no merecia respuesta, y que el no habia venido al mundo para condenar á los pecadores, sino para instruirlos y para convertirlos. Ellos, creyendo que su pregunta le habia embarazado de tal suerte que no sabia que responderse, y que buscando como eludir la question, dilataba dar la respuesta, le instáron y porfiáron á que lo hiciese: y el Sefor lo hizo, dándoles una respuesta lle

6 Y esto lo decian tentán

dole , para poderle acusar Mas Jesus inclinado ácia abaxo, escribia con el dedo en tierra 2.

7 Y como porfiasen en preguntarle, se enderezó, y les dixo: El que entre vosotros esté sin pecado, tire contra ella la piedra 3 el primero.

8 E inclinándose de nuevo, continuaba escribiendo en tierra. 9 Ellos quando esto oyéron , se saliéron los unos en pos de los otros, y los mas Ancianos los primeros y quedó

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na de justicia, de dulzura y de verdad, que les tapó la boca, y los dexó llenos de confusion.

3 Esto hace alusion á la costumbre que tenian los Judíos; pues los testigos eran los primeros que tiraban las piedras contra los culpados Jesu-Christo no quiere decir con esto 9 que para que un Juez pueda castigar legitimamente los delitos de otros, es necesario que esté libre de pecado. Pretende solamente obligar á los malignos acusadores de esta muger á dexarla libre, en vista de los remordimientos de su propia conciencia, y temiendo que el Señor publicase los delitos ocultos que ellos tenian aun de la misma clase. De este modo la saca libre de entre sus manos, y sin dexarles el menor pretexto para poderle acusar.

4 Oyendo esto, y segun añade el texto Griego: καὶ ὑπὸ τῆς συνειδήσεως ἐλεγχό μero y remordiéndoles la conciencia.

5 El Griego: ïws tåv io xátar, hasta los últimos. No convienen los Interpretes acerca de lo que el Señor escribia con el dedo en tierra; pero sí en que el Señor se inclino, para dar lugar á que los acusadores no pudiendo sufrir las acusaciones de sus propias conciencias, se saliesen ó retirasen con menos rubor el uno despues del otro, como lo hicieron: y para mostrar el poco aprecio que hacia de su acusacion.

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2 El Griego: xataxpiro, te condena. Los que aman esta dulzura en JesuChristo, no deben olvidar la verdad de su justicia. El Señor está lleno de 'dulzura y de rectitud, Psalm. xxiv. 8. Es certisimo, que su misericordia es el consuelo de los pecadores: mas su rectitud y justicia debe atemorizar á los impenitentes. Usa de su bondad y misericordia con los pecadores; pero sin ofender á su justicia, pues les manda que cesen ya de pecar. S. AUGUST. in Joann. Tract. xxxiv. Perdoua los peca dos; pero siempre baxo la condicion expresa de un arrepentimiento sincero, y de no volver á caer en los pecados que perdonó.

3 Para alumbrar no solamente á los Judíos, sino tambien á las Gentiles y á

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Jesus solo, y la muger que èstaba en pie en medio.

ΙΟ Y enderezándose Jesus', le dixo: Muger en dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te ha condenado?

II Dixo ella: Ninguno, Señor. Y dixo Jesus: Ni yo tampoco te condenaré 2: Vete, y

no peques ya mas.

12 Y otra vez les habló Jesus, diciendo: Yo soy la luz del mundo 3: el que me sigue, no anda en tinieblas +, mas tendrá la lumbre de la vida.

13 Y los Phariséos le dixéron: Tú das testimonio de tí mismo: tu testimonio no es ver dadero.

14 Jesus les respondió, y dixo: Aunque yo de mí mismo doy testimonio, verdadero es mi testimonio: porque sé de dónde vine, y á dónde voy:

todas las naciones de la tierra; cuya excelencia era propia del Messias, el qual conforme a los vaticinios de los Prophetas habia de ser la luz de todas las gentes. ISAIAS XLIX. 6.

4 En las tinieblas del error y de la ignorancia: pero tendrá la luz de mi doctrina, que le mostrará el camino de la vida eterna.

5 Si lo que yo digo de mí mismo, no tuviera otro fiador que mi sola palabra, entonces podiais dudar o desconfiar de mi testimonio, porque diriais que ninguno es buen testigo, ni Juez en su propia causa. Mas los testimonios de los Prophetas, y los milagros que yo hago prueban, que quando digo que he venido de Dios, y que debo volver á él, no digo una cosa que no sepa, y que no merezca ser creida. De aquí se vé, que lo que dixo en el Cap. v. 31. fue por concesion.

vado vos autem nescitis unde venio, aut quò vado.

15 Vos secundùm carnem judicatis: ego non judico quem

quam:

16 Et si judico ego, judicium meum verum est, quia solus non sum, sed ego, et qui misit me, Pater.

17 Et in lege vestra scriptum est, quia duorum homi

num testimonium verum est.

18 Ego sum, qui testimonium perhibeo de me ipso: et testimonium perhibet de me, qui misit me, Pater.

19 Dicebant ergo ei: Ubi est Pater tuus? Respondit Jesus: Neque me scitis, neque Patrem meum: si me sciretis, forsitan et Patrem meum sciretis.

20 Hæc verba locutus est Jesus in gazophylacio, docens in templo et nemo apprehendit eum, quia necdum venerat hora ejus.

IY vuestra ignorancia no os hace excusables; porque nace de la corrupcion de vuestro corazon.

2 Porque las pasiones y orgullo que os dominan, no os dexan reconocer mi virtud divina.

3 Porque este tiempo no es de venganza, sino de misericordia.

4 Debe tenerse por verdadero. Si yo juzgo, dice el Señor, bien de otros ó de mí mismo, mi juicio debe tenerse por verdadero; porque debiendo serlo el testimonio de dos hombres segun la Ley de Moysés, con mucha mayor razon lo ha de ser tambien el mio, porque va acompañado del de mi Padre, que me envió.

5 Muchas veces les habia declarado

mas vosotros no sabeis de dón-
de vengo,
ni á dónde voy 1.
15 Vosotros juzgais segun
la carne: mas yo no juzgo á
ninguno 3:

16 Y si juzgo yo, mi juicio es verdadero, porque no soy solo: mas yo y el Padre, que me envió.

17 Y en vuestra Ley está escrito, que el testimonio de dos hombres es verdadero 4.

18 Yo soy, el que doy. testimonio de mí mismo y testimonio da de mí el Padre, que

me envié.

19 Y le decian: ; En dónde está tu Padre 5? Respondió Jesus: Ni me conoceis á mí, ni á mi Padre: si me conocieseis á mí, en verdad conocierais tambien á mi Padre ".

20 Estas palabras dixo Jesus en el gazophylacio 7, enseñando en el templo: y ninguno le echó mano, porque no habia venido aun su hora.

ya quién era su Padre; pero se dabau por desentendidos, para obligarle á que lo dixese mas descubiertamente, y tomar con esto nueva ocasion de calumniarle.

6 Porque no se conoce á Dios, sino quando se cree, que de toda eternidad engendra un Hijo de la misma naturaleza, que él y que Jesu-Christo es este Hijo, que se hizo hombre por nuestra salud. El forsitan de la Vulgata vale por el utique, como en el v. 42. ambos del av Griego asertivo.

7 A la letra Guarda del thesoro, Sacristia; y algunos quieren, que fuese lugar destinado para recoger las limosnas. Y doude ordinariamente se juntaban los Escribas y Phariséos.

a Deuter. XVII. 6. et XIX, 15. Matth. XVIII. 16. 11. Corinth. XIII. 1. He

bræor. x. 28.

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