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39 Ait Jesus: Tollite lapidem. Dicit ei Martha soror ejus qui mortuus fuerat: Domine, jam fœtet, quatridua

nus est enim.

40 Dicit ei Jesus: Nonne dixi tibi quoniam si credideris, videbis gloriam Dei?

41 Tulerunt ergo lapidem Jesus autem elevatis sursum oculis, dixit: Pater gratias ago tibi quoniam audisti me.

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42 Ego autem sciebam quia semper me audis sed propter populum, qui circumstat, dixi: ut credant quia tu me misisti.

39 Dixo Jesus: Quitad la losa. Martha, que era hermana del difunto, le dice: Señor, ya yede, porque es muerto de quatro dias

40 Jesus le dixo: No te he dicho, que si creyeres, verás la gloria de Dios??

4I Quitáron pues la losa 3: y Jesus, alzando los ojos á lo alto, dixo: Padre, gracias te doy porque me has oido *. 4.

42 Yo bien sabia que siem-. pre me oyes 5: : mas por el pueblo, que está al rededor, lo dixe: para que crean que tú me has enviado %.

milia. Estos sepulchros eran, ó grutas que la naturaleza habia formado, como se hallan en crecido número en la Syria; o que hacian abrir en una roca. Despues de haber depositado en ellas los cadáveres, tapaban la entrada con una piedra, para defenderlos de los insultos principalmente de las fieras y animales.

I Martha parece que no habia comprehendido todavía qual fuese el designio de Jesu-Christo, creyendo que el mandar que quitasen la losa era para tener el consuelo de verle; y por eso procuraba con buenas razones apartarle de este intento, por excusarle la molestia de percibir el mal olor , que naturalmente echa de sí un cuerpo muerto despues de quatro dias de enterrado. Pero parece mas cierto que la confianza que hasta entonces habia mostrado Martha, comienza á vacilar luego que percibe el hedor que se exhala del cadáver. Ah, Señor, ya no es tiempo de pensar en restituirle la vida, porque ha comenzado ya todo á corromperse. Con esta exposicion conviene mejor lo que el Salvador le responde. Otro caso igual nos ofrece S. Pedro, quando intrépido cami naba sobre las aguas, que en la hora que comenzó á hundirse, le abandonáron su esperanza y su fé: Dios para enseñanza nuestra permite que la fé aun de los mayores Santos se vea algunas veces expuesta á extraños syntomas.

efecto del poder que tengo como Dios, y que hará que me glorifiquen los hombres.

3 El Griego: οὗ ἦν ὁ τεθνηκώς κεί μvos, donde el muerto habia sido puesto. Faltan en la Vulgata estas palabras.

4 Jesu-Christo unas veces hablaba como Dios, y otras como hombre. Quan do dixo á Martha que era la resurreccion y la vida, habló como Dios: mas ahora obrando como hombre, alza los ojos al Cielo, y da gracias al Padre, porque le habia oido. Vuélvese á su Padre, para que ninguno ignorase de dónde tenia la potestad de hacer milagros, mostrando al mismo tiempo que no tenia necesidad de ruegos para ser oido, pues daba gracias antes de haber rogado, y porque sabiendo perfectamente qual era la voluntad del Padre, hablaba ya como si el milagro estuviese hecho.

5 Porque siendo verdaderamente su único Hijo por la union inefable, que se habia hecho del hombre con Dios en la Persona del Verbo, no podia dexar de ser oido; porque el Padre y el Hijo quieren siempre nna misma cosa. S. THOMAS.

6 Acomodándose á su corta capaci-_ dad, para que poco á poco é insensiblemente se acostumbrasen á conocer al Hijo por el Padre, juzgando de él por esta union de voluntad y de doctrina, que les mostraba haber entre los dos.

43 Hæc cùm dixisset, voce magnâ clamavit: Lazare veni foras.

44 Et statim prodiit qui fuerat mortuus, ligatus pedes, et manus institis, et facies illius sudario erat ligata, Dixit eis Jesus: Solvite eum, et sinite abire.

45 Multi ergo ex Judæis, qui venerant ad Mariam, et Martham, et viderant que fecit Jesus, crediderunt in

eum.

46 Quidam autem ex ipsis abierunt ad Pharisæos, et dixerunt eis quæ fecit Jesus.

47 Collegerunt ergo Pontifices et Pharisæi concilium, et dicebant: Quid facimus, quia hic homo multa signa facit?

I Esta es la vez de un Dios omnipotente, que tiene en su poder las llaves de la muerte y de la vida. Y esto mismo quiso el Señor que comprehendiesen los que le oian clamar de esta manera. Así se obran los milagros que exceden las fuerzas y las leyes de la naturaleza. Se obran en un instante, y sin emplear mas que la palabra ó la voluntad. La resurreccion de los muertos se obra del mismo modo que la crea⚫ cion: así que la una y la otra son obras de un mismo poder.

2 Aquí se vió un doble milagro; porque no solamente resucitó Lázaro á la voz del Autor de la naturaleza, sino que atado como estaba salió del sepul→ chro, quitando de este modo á los Judios todo pretexto de poder dudar del milagro, o de calumniarle de que habia usado de alguna ilusion para engafarlos. Y por esta razon mandó que ellos mismos le desatasen, para que reconociesen si era verdad que estaba vivo, y que realmente andaba por su pie, el que hacia quatro dias que estaba enterrado, y con señas indefectibles de ha

43 Y habiendo dicho esto, gritó en alta voz, diciendo: Lázaro, ven fuera '.

44 Y en el mismo punto salió el que habia estado muerto, atados los pies y las manos con vendas, y cubierto el rostro con un sudario 2. Jesus les dixo: Desatadle, y dexadle ir.

145 Muchos pues de los Judíos, que habian venido á ver á María y á Martha, y viéron lo que hizo Jesus, creyéron en él.

46 Mas algunos de ellos se fuéron á los Phariséos, y les dixéron lo que habia hecho Jesus.

47 Y los Príncipes de los Sacerdotes, y los Phariséos juntáron concilio, y decian: ¿Qué hacemos, porque este hombre hace muchos milagros 3?

ber muerto. La manera de amortajar que acostumbraban los Judíos, era cubrir con un lienzo la cabeza y la cara del difunto, y envolvian el resto del cuerpo con un paño ó sábana, que faxaban con muchas vendas desde las espaldas hasta los pies.

Esta imágen sensible de la muerte y de la resurreccion de Lázaro, nos representa quán dificil es que el pecador, que está àgoviado baxo el peso y hábito de sus pecados, se levante por último y resucite á la gracia; y quán poderosa es necesario que sea la voz interior de esta gracia, que le ha de restituir la vida. S. AGUST. La palabra solvite creen muchos que fué dicha á los Apóstoles.

3 ¿Cómo nos estamos así, dicen, mano sobre mano, y sin tomar providencia con este hombre, que hace tantos milagros? Lo que debia servir para su desengaño, y hacerlos volver sobre si, para que reconociesen al Señor por el verdadero Messias, los llena de nuevo furor y rabia contra su persona.

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148 Si dimittimus eum sic, omnes credent in eum: et venient Romani, et tollent nostrum locum, et gentem.

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49 Unus autem ex ipsis Caiphas nomine, cùm esset Pontifex anni illius, dixit eis: Vos nescitis quidquam,

50 Nec cogitatis quia expedit vobis ut unus moriatur homo pro populo, et non tota gens pereat.

51 Hoc autem à semetipso non dixit: sed cùm esset Pontifex anni illius, prophetavit, quòd Jesus moriturus erat pro gente,

I Si dexamos á este hombre, que si ga predicando, y haciendo milagros, todo el mundo creerá en él, y no en nosotros. Le reconocérá por Rey, y los Romanos, para castigar esta rebelion, volverán sus armas contra nosotros, y nos exterminarán del mundo. ¿Cómo discurren de este inodo los que esperaban un Messías, que segun su opinion los habia de restituir á su antigua libertad, despues de haberlos hecho triunfar de todos sus enemigos? Se vé claramente, que no hablaban con sinceridad, ni por el interés de la nacion, y que tan solamente aspiraban por todos los medios, que les dictaba su envidia, á que el pueblo no reconociese á Jesus por el Messias Pero sucedió todo lo contrário; porque queriendo impedir el exterminio de su nacion, y la ruina de su ciudad con la muerte de Jesu-Christo, fue esta justamente la causa de su total dispersion, y de la entera desolacion de Jerusalém, quedando privados á un mismo tiempo del reyno femporal, que temian perder, y de la vida eterna, en que no pensaban. S. AGUSTIN.

2- Debia saber Caiphás, que no es permitido hacer un mal, para que de él se siga algun bien. Rom. 11. 8. A la justicia es á quien se ha de obedecer, que es la Ley suprema; y dexar á la Divina Providencia las conseqüencias, que

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puedan resultar. Esta máxima de hacer morir á un Justo, es imprudente é impía; y en suma la salud pública, y el temor de los exércitos Romanos solamen te eran un pretexto, con que estos hypócritas pretendian ocultar su avaricia, su ambición, y la envidia y ódio, que tenian á Jesus.

3 Dios, que habia acostumbrado hablar á su pueblo por la boca del Sumo Sacerdote, dirigió en esta ocasion la lengua y el espíritu de Caiphás, para que pronunciase un oráculo, cuyo verdadero sentido él mismo no entendia. El habló de sí mismo, que convenia quitar de en medio, y hacer morir á aquel hombre, para que por su causa no pereciese toda la nacion; y este consejo le fué sugerido por una falsa política, que le dictaba, que debia ser oprimido un inocente por un peligro remoto é imaginario. Mas no habló de sí mismo la verdad del mysterio, que comprehendian estas mismas palabras; esto es, que el Hijo de Dios, hecho hombre, debia morir para salvar al universo. Y así el Señor se sirvió de la boca de Caiphás, como en otro tiempo de la de Balaam, para prophetizar el mysterio inefable de nuestra redencion. Al mismo tiempo quiso el Señor darnos á entender, quánto respeto se debe á sus Ministros, á los que están en su lugar, aunque seau ma

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55 Proximum autem erat Pascha Judæorum; et ascenderunt multi Jerosolymam de regione ante Pascha, ut sanctificarent seipsos.

56 Quærebant ergo Jesum : et colloquebantur ad invicem, in templo stantes: Quid putatis, quia non venit ad diem festum? Dederant autem Pontifices, et Pharisæi mandatum, ut si quis cognoverit ubi sit, indicet, ut aprehendant eum.

los y perversos, pues así honró el mismo Señor la dignidad de que están revestidos, y el lugar que ocupan en su nombre. S. THOMAS.

I Por los Gentiles, que andaban derramados por todo el mundo, abismados en sus errores y vicios, y que el Se nor habia de convertir, para formar de ellos y de los Judios, que creyesen, un solo pueblo, una sola grey, una sola Iglesia.

2 Porque las reflexiones políticas de Caiphás les quitáron todo escrúpulo, y así sin otro exámen decretáron su muerte; y desde aquel punto comenzáron a pensar en el modo de hacerle prender para executar su malvado designio.

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3 Portándose en esta ocasion como hombre, y dando á sus discípulos un exemplo, que pudieran seguir. S. AGUSTIN,

52 Y no solamente por la nacion, mas tambien para juntar en uno los hijos de Dios, que estaban dispersos !.

53 Y así desde aquel dia pensáron cómo le darian la

muerte

54 Por lo qual no se mostraba ya Jesus en público entre los Judíos 3, sino que se retiró á un territorio cerca del desierto á una ciudad, llamada Ephrem : y allí moraba con sus discípulos.

55 Y estaba ya cerca la Pascua de los Judíos: y muchos de aquella tierra subiéron á Jerusalém ántes de la Pascua, para purificarse 6.

56 Y buscaban á Jesus: y se decian unos á otros, estando en el templo: ¿Qué os parece, de que no haya venido á la fies ta? Y los Príncipes de los Sacerdotes, y los Phariséos habian dado mandamiento, que si alguno sabia en dónde estaba, lo manifestase, para prenderle.

4 El Griego; exeider, de allt.

5 El Griego: ¿ppaïμ, Ephraim. Puede ser la misma, que se llama Ephron en el 11. Paralip. xIII. 19. S. GERONYMo la pone veinte millas distante de Je→ rusalém ácia el Septentrion.

6 Con oraciones y sacrificios segua ordenaba la Ley, para disponerse á celebrar la Pascua con mayor pureza y santidad.

7 Muchos Intérpretes creen, que estos eran enemigos de Jesu-Christo, que le buscaban para prenderle, ó para denunciarle al Synedrio; y esto parece, que se funda en las palabras, que se siguen. Otros lo explican de los Judíos aficionados al Señor, y á su doctrina, que deseaban verle y airle predicar en el templo, como solia.

CAPÍTULO XII.

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Cena el Señor en casa de Lázaro. Martha le sirve : María le unge con un ungüento muy precioso y Júdas lo murmura. Entrada gloriosa de Jesu-Christo en Jerusalém. Desean verle algunos Gentiles, y dice, que está ya cercana su glorificacion mas que grano de trigo, para que fructifique, ha de morir primero. Voz del Padre, que quiere glorificar su nombre. Da el Santo Evangelista razon, por qué muchos no creyéron en el Señor. De la ceguedad de los Judíos anunciada por Isaías. En Christo es honrado, o despreciado el Padre..

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