guíale una grande multitud
pueblo y de mugeres que llorab
y se dolian de él. Mas Jesus vue
to á ellas, las dijo: + Hijas de J
rusalen, no lloreis por mí; m
Ilorad por vosotras mismas y p
vuestros hijos. Porque he aquí, q
(1) vendrán dias en que dirán: bi
naventuradas las estériles yol I
vientres que no concibieron y l
pechos que no dieron leche. Ento
ces comenzarán á decir á los mo
tes, caed sobre nosotros, y ál
collados, sepultadnos. Porque
en el árbol verde hacen estas c
sas, ¿en el seco qué se hará? C.
llevaban tambien con él otros d
malhechores á darles muerte
llegados al lugar que se llama
la calavera, le crucificaron allí

(1) Vendrán dias. Alude á la ruina de
rusalen, cuando entre otros ejemplos de ext
mo calamidad se vieron las mas nobles y p
do sus prop

abien á los dos ladrones, uno á derecha y otro má la siniestra. as Jesus decia: + Padre, perdólos, porque no saben lo que han. C. Y repartiendo sus vestidos, s sortearon. El pueblo estaba miando, y los principales juntamene con él le mofaban, diciendo: S. otros salvó este: sálvese á sí misno, si es Cristo el escogido de Dios. C. Escarnecíanlo tambien los soldados, acercándose á él y presentándole vinagre, y diciendo: S. Si tú eres Rey de los judíos, sálvate á tí mismo. C. Habian puesto tambien sobre él una inscripcion con letras griegas, latinas y hebreas: Este es el Rey de los judíos. Y uno de los ladrones crucificados le blasfemaba, diciendo: S. Si tú eres Cristo, sálvate á tí mismo y á nosotros. C. Mas el otro respondia reprehendiéndole, y diciendo: S. ¿Ni aun temes tú á Dios estando

C

en el mismo suplicio? Nosotros verdad padecemos justamente, E que recibimos lo que mere nuestras obras; mas este nin mal ha hecho. C. Y decia á Je S. Señor, acuérdate de mí cu do estuvieres en tu reino. C. Y sus le respondió: + En verdad digo, que (1) hoy estarás conn en el paraiso. C. Y era ya cerca la hora sexta, y toda la tierr cubrió de tinieblas hasta la h nona. Y el sol se obscureció velo del templo se rasgó por dio. Y Jesus exclamando en voz, dijo: Padre, en tus nos encomiendo mi espíritu. ( dicho esto espiró. (Arrodillan se hace una breve pausa.) Vie el Centurion lo que habia suc (1) Hoy estarás conmigo. Muchos PP. gados por Calmét, entienden esta promesa

,dió gloria á Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre a justo. C. Y toda la muchedume de los que asistian á este esctáculo, y veian lo que pasaba, volvian dándose golpes en el peho. Mas todos los conocidos de Jeus y las mugeres que le habian eguido de Galilea, estaban de leos mirando estas cosas.b som

Lo que se sigue se canta en tono de evangelio, y lo demas se hace como en el domingo. si sb oistajm

Entonces un varon, llamado Josef, que era senador, hombre virtuoso y justo, el cual no habia consentido en el designio de los otros, ni en lo que habian hecho; natural de Arimatía, ciudad de la Judea, y que esperaba tambien el reino de Dios; este llegó á Pilato, у ріdió el cuerpo de Jesus. Y habién dolo bajado de la cruz, lo envolvió en su sábana, y lo puso en un

sepulcro abierto en la peña, en
cual ninguno hasta entonces hak
sido sepultado. Hot

Ofertorio: Domine, &c.
Señor, oye mi oracion, y 11
gue mi clamor á tí: no escond
de mí tu rostro.col

Oracion secreta: Suscipe, &
- Acepta, Señor, como te rog
mos, el don ofrecido; y dígna
hacer que recibamos con piado
afectos lo que celebramos con
misterio de la pasion de tu h
nuestro Señor. Por el mismo &c
-Oracion II, como el lunes, pág. C
- Comunion : Potum meum, &
Mezclaba con lágrimas mi be
da, porque habiéndome tú ele
do, me derribaste; y yo me sec
como heno. Mas tú, ó Señor, p
maneces para siempre: levanta
dote tendrás misericordia de Si
porque ha llegado el tiempo de

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