Sálvame con el poder de tu mano: porque he elegido tus mandamientos. Señor, ansiosamente deseé tu Salvador: * y tu ley es mi contemplacion. (1) Vivirá mi alma, y te alabará: tus juicios serán mi ayuda. Anduve errante como oveja perdida: busca á tu siervo porque no he olvidado tus mandamientos. El fin como en prima pág. 201. MISA. ESTACION Á SAN JUAN DE LETRAN. Introito: Nos autem &c. Nosotros debemos gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en quien está la salud, la vida y la (1) Vivirá. Entiéndese á la letra de la vida espiritual, con la cual vivimos para Dios y para la justicia. resurreccion nuestra ; por el cual fuimos hechos salvos y libres. v. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga : haga resplandecer su rostro sobre nosotros, y tenga misericordia de nosotros. Repit. Nosotros debemos &c. Gloria in excelsis &c. Gloria á Dios en las alturas, y paz en la tierra á los hombres de buena voluntad. Alabámoste, bendecímoste, adorámoste, glorificámoste. Gracias te damos por tu gran gloria Señor Dios, rey del cielo, Dios padre omnipotente. O Señor unigénito hijo Jesucristo. Señor Dios, cordero de Dios, hijo del dre. Tú que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. Tú que quitas los pecados del mundo, admite nuestro ruego. Tú que estás sentado á la diestra del padre, ten misericordia de nosotros. pa Porque tú solo, ó Jesucristo, eres santo, tú solo eres Señor, tú solo altísimo, con el Espíritu santo en la gloria de Dios padre. Amen. Cuando se canta la Gloria, se tocan las campanas, y despues ya no se tocan hasta el sábado santo. Oracion: Deus á quo Judas &c. O Dios, de quien recibió Judas la pena de su pecado, y el ladron el premio de su fe; haz que sintamos los efectos de su propiciacion : para que así como nuestro Señor Jesucristo en su pasion dió á cada uno de entrambos la diferente recompensa que merecia, así á nosotros, destruido el error del hombre antiguo, nos conceda la gracia de su resurreccion. El cual contigo vive y reina &c. Solo se dice esta oracion. Leccion de (1) la epístola de S. Pablo Apóstol á los de Corinto. I Cor. II. Hermanos, cuando os juntais, no es ya para comer la cena del Señor. Porque cada cual se anticipa á comer su propia cena, y el uno tiene hambre, y el otro está harto. ૐ Por ventura no teneis casas donde comer y beber? ¿ó menospreciais la Iglesia de Dios, y avergonzais á los que no lo tienen? ¿Qué os diré? ¿os alabaré? En esto no os alabo. Mas yo aprendí del Señor, y tambien os lo he enseñado: que el Señor Jesus la noche que habia de ser entregado, tomó el pan, y habiendo dado gracias lo partió y dijo: tomad y comed: este es mi cuerpo, que por vosotros será entrega (1) A la epístola. En las lecciones del III nocturno de los maitines de este dia, se lee este mismo lugar del Apóstol. (I Cor. XI.) Véanse las notas puestas allí. do: haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó tambien el cáliz despues que cenó, diciendo: este cáliz es el nuevo testamento en mi sangre: haced esto todas las veces que de él bebiereis en memoria de mí. Porque todas las veces que comiereis este pan y bebiereis este cáliz, anunciaréis la muerte del Señor hasta su venida. Por tanto cualquiera que comiere este pan ó bebiere este cáliz indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Pruébese pues el hombre á sí mismo, y coma así de aquel pan y beba de aquel cáliz. Porque el que come y bebe indignamente, come y bebe su condenacion, no discerniendo el cuerpo del Señor. Esta es la causa de que haya muchos enfermos y débiles entre vosotros, y de que muchos duerman. Que si nos examinásemos á nosotros mismos, de cierto no seríamos juzga |