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y el hijo del hombre será entregado para ser crucificado. C. Al mismo tiempo los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se congregaron en el palacio del príncipe de los sacerdotes, que se Ilamaba Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño á Jesus y darle muerte; mas decian: S. No en dia de fiesta, no sea que suceda algun alboroto en el pueblo. C. Y estando Jesus en Betania, en casa de Simon el leproso, se llegó á él una muger con un vaso de alabastro lleno de ungüento muy precioso y le derramó sobre su cabeza, estando puesto á la mesa: lo que viendo sus discípulos, (1) se indignaron contra ella y dijeron: S. ¿á qué fin este desperdicio? Pues

(1) Se indignaron &c. Por lo que dice san Juan (cap. XII v. 4.) solo Judas se indignó. Los evangelistas por la figura Enálage ponen algunas veces el plural por el singular.

podia haberse vendido este ungüento á muy gran precio y darse á los pobres. C. Mas entendiéndolo Je sus, les dijo: ¿por qué molestais á esta muger? lo que acaba de hacer conmigo es una buena obra: porque siempre teneis á los pobres con vosotros, mas (1) á mí no siempre me teneis; porque el derramar ella este ungüento sobre mi cuerpo, fue ungirme para ser enterrado. De cierto os digo: que donde quiera que fuere predicado este Evangelio por todo el mundo, se contará tambien en alabanza de esta muger lo que acaba de hacer. C. Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariotes, fue á buscar á los príncipes de los sacerdotes, y les dijo: S. ¿Qué me quereis dar, y yo os

(1) A mí no siempre &c. Estas palabras dicen respeto á la ausencia que de ellos habia de hacer Jesucristo despues de su gloriosa resur

reccion.

le pondré en las manos? C. Y ellos quedaron de acuerdo en darle treinta (1) siclos. Y desde entonces buscaba ocasion oportuna para entregarle. El primer dia de los (2) ázimos se llegaron los discípulos á Jesus, y le dijeron: S. & en dónde quieૐ res que te preparemos lo necesario para comer la Pascua ? C. Y Jesus les respondió: + Id á la ciudad á casa de (3) cierta persona y decid→ le: el Maestro dice: Mi tiempo se acerca: en tu casa celebro la Pascua con mis discípulos. C. Y los discípulos hicieron lo que Jesus

(1) Siclos, moneda de plata de peso dé

media onza.

(2) Azimos. Esto es, el primer dia en que se comian los panes sin levadura. Estos dias eran siete. (Deuteron. XIV, 3.) contados desde el 15 del mes de la Pascua (Joseph Antiq. III cap. 10.) que era en la víspera de este dia.

(3) Cierta persona. Es verosími! que Jesucristo la nombrase; pero el evangelista no debió juzgar necesario el declararlo aquí. (Amelote hic.)

puso

les habia ordenado, y' prepararon la Pascua y llegada la tarde, se á la mesa con sus doce discípulos. Y cuando estaban comiendo, les dijo: De cierto os digo que uno de vosotros me ha de vender. C. Lo cual les causó una suma tristeza; y cada uno de ellos comenzó á decirle S. ¿Soy yo acaso, Señor? C. Y él les respondió: + El que mete la mano conmigo en el plato, ese es el que me ha de vender. A la verdad el hijo del hombre se va, como está escrito de él: mas ay de aquel hombre por quien el hijo del hombre será entregado! Mejor le fuera á este tal no haber nacido. C. Entonces (1) Judas el que le vendió, dijo: S. ¿Soy yo por ventura, Maestro? C. El le respondió: Tú lo has dicho. C. Y mientras estaban cenan

(1) Judas el que le vendió: para distinguirle de san Judas Tadeo (Pereira hìc.)

do, tomó Jesus el pan, y bendiciéndole lo partió y dió á sus dis cípulos, diciendo: Tomad y comed: (1) este es mi cuerpo. C. Y tomando el cáliz, (2) dió gracias y se les dió, diciendo: Bebed de este todos. Porque esta es mi (3) sangre del nuevo testamento, que

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(1) Este es mi cuerpo. En la correspondencia que aquí damos en castellano de la palabra Hoc, seguimos el ejemplo de Fr. Luis de Leon (N. padre pág. 149, 150.). de Fr. Luis de Gra nada (de la oracion y meditacion para el lunés, texto de los evangelistas) del P. Nieremberg (Traduccion de la imitacion de Cristo, lib. IV al principio) del P. Alonso Rodriguez (Ejercicios de perfeccion, trat. VIII, cap. 14.) y de otros muchos, por las gravisímas razones que a favor de esta interpretacion alegan Alfonso de Castro. lib. VI tit. Eucharistia, Hæ-› res. 5. y Maldonado in Matt. cap. XXVI de Eucharistiae institutione.

(2) Dió gracias. De aquí viene llamarse Eucaristía (que significa accion de gracias) el sacramento del cuerpo y sangre de Jesucristo.

(3) Sangre del nuevo testamento. La sangre de los animales que se sacrificaban en el antiguo testamento solo prometia la herencia temporal de la tierra de Canaán: la de Cristo nos mereció la vida eterna.

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