que tambien en pie con ellos, calentándose. El pontífice pues preguntó á Jesus por sus discípulos y doctrina. Jesus le respondió: Yo he hablado al mundo públicamente: yo siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se juntan todos los judíos; y nada he hablado ocultamente. ¿Qué me preguntas á mí? pregunta á los que han oido lo les he hablado; que ellos saben lo que he dicho. C. Apenas dijo esto, cuando uno de los ministros que estaba allí, dió una bofetada á Jesus, diciendo: S. ¿Así ૐ respondes al pontífice? C. Respondióle Jesus: Si he hablado mal, muestra en que está el mal, y si bien, ¿por qué me hieres? C. Y Anás le envió atado al pontífice Caifás. Estaba pues Simon Pedro en pie calentándose; y le dijeron: S. ¿Acáso eres tú tambien de sus discípulos? C. El lo negó, y dijo: S. No lo soy. C. Uno de los criados del pontífice, pariente de aquel á quien Pedro cortó la oreja, le dijo: S. ¿Por ventúra no te ví yo en el huerto con él? C. Mas Pedro lo negó otra vez, y en el mismo punto cantó el gallo. Condujeron pues á Jesus desde la casa de Caifás al pretorio. Y esto era por la mañana, y ellos no entraron en el pretorio, (1) por no contaminarse, y por poder comer el cordero pascual. Salió entonces Pilato fuera á ellos, y dijo: S. ¿Qué acusacion traeis contra este hombre? C. Ellos le respondieron y dijeron: S. Si este no fuera malhechor, no te lo hubiéramos traido. Díjoles entonces Pilato: S. Tomadlo vosotros, y juzgadlo segun vuestra ley. C. Mas los judíos le respondieron: S. (1) Por no contaminarse. Con entrar en casa de un gentil, por la cual inmundicia debieran abstenerse de comer la Pascua. Los que en esto escrupulizaban, tratan al mismo tiempo de derramar la sangre inocente. Martini hic. A nosotros no nos es lícito quitar la vida á ninguno. C. Para que se cumpliese la palabra que habia dicho Jesus cuando dió á entender de que muerte habia de morir. Entró pues otra vez Pilato en el pretorio, y habiendo llamado á Jesus, le dijo: S. (1) ¿Eres tú rey de los judíos? C. Jesus le respondió: ¿Dices tú esto de tí mismo, ó te lo han dicho otros de mí? C. Pilato le replicó: S. ¿Acaso soy yo judío? tu nacion y los pontífices te han puesto en mis manos, ¿qué has hecho? C. Respondió Jesus: Mi reino (2) no es de este mundo: si mi reino fuera de este mundo, mis ministros sin duda pelearian para que no fuese yo entregado á los judíos; mas mi reino (1) Eres tú rey. Como si dijera, aquel rey tan esperado, y deseado de los judíos? (2) No es de este mundo. El reino anunciado por los profetas no es temporal y terreno, sino espiritual y celestial. La prueba con que confirma el Salvador esta verdad es evidentísima. no es de aquí. C. Díjole entonces Pilato: S. ¿Segun esto tú eres rey? C. Respondió Jesus: + Tú dices, que yo soy rey. Y para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio á la verdad. Todo aquel que es de la verdad, escucha mi voz. C. Dícele Pilato : S. (1) ¿Qué cosa es verdad? C. Y dicho esto, volvió de nuevo á los judíos, y díceles; S. Yo no hallo en él ningun delito. Mas vosotros teneis por costumbre, que yo os suelte uno en la Pascua, ¿quereis pues que os suelte al rey de los judíos? C. Entonces gritaron todos de nuevo, diciendo: S. No á este, sino á Barrabás. C. Barrabás era un ladron. Pilato pues tomó entonces á Jesus, y le hizo azotar. Y los soldados entretejiendo una co (1) ¿Qué cosa es verdad? No preguntó esto Pilato por deseo que tuviese de ser enseñado, sino como enojado é impaciente contra el Salvador. Por eso se fue sin esperar su respuesta. Martini hic. él, y rona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y le pusieron un vestido de púrpura. Y se acercaban á le decian: S. Dios te salve, rey de los judíos. C. Y le daban de bofetadas. Pilato pues salió otra vez fuera, y les dijo: S. He aquí os lé traigo fuera, para que sepais que no hallo en él ningun delito. C. Y salió Jesus fuera, llevando la corona de espinas, y el vestido de púrpura: y díceles Pilato: S. Ved aquí el hombre. C. Y como le vieron los pontífices y los ministros daban voces ciendo: S. Crucifícale, crucifícale. C. Díceles Pilato: S. Tomadle vosotros, Ꭹ crucificadle; porque yo no hallo en él delito. C. Los judíos le respondieron: S. Nosotros tenemos ley, y segun la ley debe morir, porque se ha hecho hijo de Dios. C. Pues como Pilato oyó estas palabras, se intimidó mas: y entró otra vez en el pretorio, y preguntó á Jesus: S. di |