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30 Et dicitis: Si fuissemus in diebus patrum nostrorum, non essemus socii eorum in sanguine prophetarum.

31 Itaque testimonio estis vobismetipsis, quia filii estis eorum, qui prophetas occiderunt.

3. Et vos implete mensuram patrum vestrorum.

33 Serpentes, genimina viperarum, & quomodo fugietis à judicio gehennæ?

34 Ideo ecce ego mitto ad vos prophetas, et sapientes, et scribas, et ex illis occidetis, et crucifigetis et ex eis flagellabitis in synagogis vestris, et persequemini de civitate in civitatem:

35 Ut veniat super vos omnis sanguis justus, qui effusus est super terram, à sanguine Abel justi usque ad sanguinem Zachariæ, filii Barachiæ, quem occidistis inter templum et altare.

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36 Amen dico vobis, venient hæc omnia super generationem istam.

37 Jerusalem, Jerusalem, quæ occidis prophetas, et lapidas eos, qui ad te missi sunt, & quoties volui congregare filios tuos, quemadmodum gallina congregat pullos suos sub alas, et noluisti?

38 Ecce relinquetur vobis domus vestra deserta.

39 Dico enim vobis, non me videbitis amodo, donec dicatis : Benedictus qui venit in nomine Domini.

30 Y decis: Si hubiéramos vivido en los dias de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas1,

de

31 Y así dais testimonio á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos, que mataron á los profetas. 22 Y llenad vosotros la medida de vuestros padres 3.

33 Serpientes, raza de viboras, ¿cómo huireis del juicio de la gehenna 5?

34 Por esto he aquí yo envio á vosotros profetas, y sabios, y doctores, y de ellos matareis, y crucificareis, y de ellos azotareis en vuestras synagogas, y los perseguireis de ciudad en ciudad:

35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre inocente, que se ha vertido sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacharías, hijo de Barachías, al cual matasteis entre el templo y el altar 7.

36. En verdad os digo, que todas estas cosas vendrán sobre esta generacion.

37 Jerusalém, Jerusalém, que matas los profetas, y apedreas á aquellos que á ti son enviados, ¿cuántas veces quise allegar tus hijos, como la gallina allega sus pollos debajo de las alas, y no quisiste ??

38 He aquí, que os quedará desierta vuestra casa 10.

39 Porque os digo, que desde ahora no me vereis, hasta que digais : Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Capitulo XXIV.

Anuncia el Señor la ruina del templo. Anuncia á sus discípulos en compendio lo que sucederia en el mundo durante la promulgacion del Evangelio hasta el fin del mismo mundo. Avisa lo que deberian hacer los verdaderos fieles, para no ser engañados de los falsos cristos. Y les encarga que estén siempre en vela, para que no les coja de sorpresa la segunda venida del Señor.

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1 Como si les dijera: ¡Ay de vosotros desgraciados! pues cuando haceis ostentacion de estos sepulcros que levantais á los profetas, y os lisonjeais de que si hubierais vivido en los dias de vuestros padres no hubierais tenido parte en el delito que cometieron quitándoles la vida; dais claramente á entender que sois dignos hijos de tales padres, puesto que en el fondo no sois mejores que ellos, habiendo concebido ya en vuestro corazon el designio del mas enorme delito que se ha ejecutado y se ejecutará en todos los siglos, que es el Deicidio.

2 Y asi vosotros. Esto es: vosotros mismos dais testimonio, etc., ó vosotros contra vosotros inismos, y para vuestra perdicion dais testimonio de que sois hijos, etc.

3 Haciendo morir al Justo, y al Santo de los santos, y desechando con el mayor desprecio el reino de este hombre Dios, que las Escrituras les prometian despues de tantos siglos, como á su verdadero Rey y Salvador. Escarmienten los pecadores, y teman llenar la medida; esto es, aquel numero de pecados que el Señor tiene determinado sufrir, para descargar despues sobre ellos todo el peso y rigor de su jus

ticia.

+ Porque, como dice S. GERÓNIMO, así como de las viboras nacen otras viboras; de la misma manera de aquellos padres matadores habian nacido estos hijos homicidas.

¿De una eterna condenacion? Véase el Cap. v, 22. Las persecuciones, trabajos, tormentos y muerte que padecieron sus apóstoles y discípulos.

7 SAN GERONIMO dice que este era el santo sacerdote, hijo del pontifice Joiada, por otro nombre Barachias. Animado del Espíritu de Dios reprendió con grande celo á los Israelitas la abominacion é idolatría que cometian, y por esto le mataron á pedradas entre el altar de los holocaustos y el templo. Otros se persuaden que es vaticinio de la muerte de

1 Y habiendo salido Jesús del templo, se retiraba. Y se llegaron á él sus discípulos 12, para mostrarle los edificios del templo.

2 Mas él les respondió, diciendo: Veis todo esto? ¿ En verdad os digo, que no quedará aquí piedra, sobre piedra, que no sea derribada 13.

3 Y estando sentado él en el monte del Olivar, se

Zacharias hijo de Barúch, antes que los Romanos tomaran
á Jerusalém. Véase JosEPHO sobre este Barachias.
8 El Griego: pòç avtív, á ella.

9 Con esta comparacion declara el Señor la ternura del amor con que tantas veces los habia llamado y abrigado; y su ingratitud y desconocimiento despues de tan grande solicitud y paternal afecto. S. HILARIO. A D'os no conviene la voluntad imperfecta de simple deseo, pues su decreto es inmutable, y sin la menor oposicion, ISAI. XLVI, 10. Rom. ix, 19: asi que esto se ha de entender de los medios esternos de que se valió para atraerlos, sus exhortaciones, doctrina, milagros, etc. á que ellos por un efecto de su depravada y rebelde voluntad, y por un oculto juicio y permision de Dios, voluntariamente cerraron los ojos.

10 Por el asedio y ruina de Jerusalén, de que ya hemos hablado.

1 Hasta que en mi segunda venida os veais forzados á reconocer la verdad de aquellas palabras que cantaron los pueblos y los niños: Bendito sea, etc. Esto es, hasta que digais que yo soy el Mesías y el soberano Señor á quien deben sujetarse todos los Judios y gentiles.

12 Sus discípulos; esto es, uno de sus discípulos; MARC. X, 1, el plural por el singular.

15 Los discipulos del Señor, sorprendidos de las palabras de Jesucristo, y sobre todo de la prediccion que acababa de hacer, que Jerusalém seria destruida y abandonada, creyeron sin duda, que haciéndole observar la magnificencia y riqueza del templo, podria moverse á compasion, y mudar la sentencia que habia pronunciado. Mas ni el oro, ni la plata, ni el cedro, ni los mármoles mas preciosos eran capaces de mover á aquel que era el Criador de cielos y tierra. Y asi les respon lió que no quedaria piedra sobre piedra.

a Supr. m, 7.-b Genes. vi, 8. Hæbr. x1, 4.—o п, Paralip. xxiv, 22.—d Luc. xm, 34.—© Marc. xuι, 1. Luc. xxı, 5.—f Luc. xix, 44.

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legaron á él sus discípulos en secreto, y le dijeron: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá de tu venida 1, y de la consumacion del siglo?

4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Guardaos que no os engañe alguno:

5 Porque vendrán muchos en mi nombre, y dirán: Yo soy el Cristo y á muchos engañarán *.

6 Y tambien oireis guerras 3 y rumores de guerras. Mirad que no os turbeis. Porque conviene que esto suceda, mas aun no es el fin 3.

7 Porque se levantará gente contra gente, Y reino contra reino, y habrá pestilencia, y hambres, y terremotos por los lugares 6.

8 Y todas estas cosas principios son de dolores".

9 Entonces os entregarán á tribulacion, y os matarán y sereis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre *.

10 Y muchos entonces serán escandalizados ", y se entregarán unos á otros; y se aborrecerán entre sí. 11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y engañarán á muchos 1o ̧

12 Y porque se multiplicará la iniquidad, se resfriará la caridad de muchos 11.

13 Mas el que persevere hasta el fin 12, este será salvo.

13 14

14 Y será predicado este Evangelio del reino por todo el mundo, en testimonio á todas las gentes : Y entonces vendrá el fin.

15 Por tanto, cuando viereis que la abominacion de la desolacion, que fue dicha por el profeta Daniel, está en el lugar santo, el que lee, entienda 15:

16 Entonces los que estén en la Judea, huyan á los montes 16:

17 Y el que en el tejado 17, no descienda á tomar alguna cosa de su casa:

18 Y el que en el campo, no vuelva 18 á tomar su túnica.

1 El Griego: ns ons napovoias, de tu presencia; y así llama siempre el testo griego la venida del Señor. Los discípulos creyeron que el mundo se habia de acabar cuando Jerusalém fuese destruida: y así preguntan juntamente por lo uno y por lo otro: y el Señor les responde sobre entrambas cosas, dando á entender que sucederian no á un mismo tiempo, sino en diversos; previniéndolos y fortificándolos contra todos los males que habian de sobrevenir.

2 Del número de estos impostores fueron Theodas, Simon el Mago, y otros que pueden verse en los Hechos de los Apóstoles, y en JOSEPHO Antiquil. Lib. xx, Cap. xi.

3 En el testo griego no se dice μkýtsts yáp, sino d; porque esto no es declaracion de lo que precede, sino pasar á manifestar otras miserias que habian de sobrevenir. Estas guerras, segun algunos intérpretes, fueron las primeras que afligieron á los Judios bajo del imperio de Cayo.

Para castigar y abatir el orgullo inflexible de un pueblo á quien yo he colmado de mis favores.

De las desgracias que han de padecer,' sino solamente como el preludio de la ruina de su ciudad, de su templo, y de toda su religion. S. AGUSTIN creyó que todo esto se podia igualmente aplicar al tiempo de la ruina de Jerusalém, y al fin del mundo.

Todo esto se verificó antes de la ruina de los Judíos, y se verificará tambien antes de la segunda venida del Señor. 7 De los trabajos que padecerá Jerusalém cuando se viere sitiada y en la última desolacion, antes de ser enteramente destruida.

8 No por malos, sino porque sois cristianos. 1 PetR. Iv, 15, 16. Por la defensa y gloria de mi nombre, de que os gloriareis, dándome con esto claras muestras de vuestro amor. Así se cumplió en S. Estéban, S. Pablo, Santiago y otros discipulos del Señor.

? No solo de los gentiles y Judios, sino aun de los mismos fieles á quienes las aflicciones que vean en los cristianos, serán ocasion de caida, y de abandonar la fe, y de que de hermanos se vuelvan enemigos, entregándose unos á otros, y aborreciéndose mutuamente.

10 De este número fueron Cerinto, Ebion, los Nicolaitas, Saturnino, Basilides, los Gnósticos, Alejandro, Phileto y otros.

11 Cuando S. Pablo estaba prisionero en Roma, y defendió la primera vez su causa, no hubo ni siquiera uno que le asistiese, sino que todos le abandonaron; porque no tuvo tanta fuerza la caridad, como el temor de los castigos en el corazon de los que debian asistir el santo Apóstol, y esponer su vida, por no faltarle en el combate que iba á sostener en defensa de la fe.

12 Sin ser engañado por las imposturas de los falsos profetas, sin que los malos ejemplos le perviertan, y sin permitir que se resfrie en su corazon el ardor de la caridad. 13 Del reino de los cielos.

14 Y vosotros tendreis lugar de predicar mi Evangelio por todo el mundo; porque todas las naciones condenarán la infidelidad y dureza de los Judios ciegos, que se negarán à las luces de la verdad y de vuestra doctrina; y entonces vendrá el fin; esto es, la entera ruina de este pueblo. S. GERÓNIMO y otros autores antiguos han esplicado estas palabras, apli cándolas al fin del mundo, y á la consumacion de los siglos. Se pueden sin repugnancia aplicar á uno otro y lo que pasó en el sitio de aquella desgraciada ciudad, puede darnos una idea sin comparacion mas terrible de todas las funestas desgracias, con que los malos serán acabados al fin del mundo.

15 DANIEL IX, 27. Cuando viereis que un ejército tiene sitiada á Jerusalém, y que una tropa abominable de hombres malos se hace fuerte en el santo lugar del templo, para ejecutar desde alli mil abominaciones y violencias, podreis comprender, que entonces se cumple aquello que se lee en DANIEL, y que mira á la ruina de Jerusalém.

16 Para no ser envueltos en la ruina de los Judios.

17 El Griego: ¿xi tov dópatos, el que está sobre la casa. 18 El Griego: oxiow, atrás. Todo esto da á entender la necesidad y prontitud de huir, por el gran peligro á que se espondrian, si esperaban salvarse, cuando hubiese llegado ya el ejército de los Romanos.

Ephes. v, 6. Colos. u 18.- Joan. xx, et xv, 2. Supr. x, 17. Luc. xxi, 12.-o Marc. xi, 14. Luc. xx1, 20. Daniél. ix,

27,

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26 Si ergo dixerint vobis: Ecce in deserto est, nolite exire: ecce in penetralibus, nolite credere.

27 Sicut enim fulgur exit ab Oriente, et paret usque in Occidentem: ita erit et adventus Filii hominis.

28 Ubicumque fuerit corpus, illic congregabuntur et aquila.

29 Statim autem post tribulationem dierum illorum sol obscurabitur, et luna non dabit lumen suum, et stellæ cadent de cœlo, et virtutes cœlorum commovebuntur :

19 Mas ay de las preñadas, y de las que crian ¡ en aquellos dias!

20 Rogad pues, que vuestra huida no suceda en invierno, ó en sábado.

21 Porque habrá entonces grande tribulacion, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será 5.

22 Y si no fuesen abreviados aquellos dias, ninguna carne seria salva: mas por los escogidos aquellos dias serán abreviados.'

6

23 Entonces si alguno os dijere: Mirad, el Cristo está aquí ó alií: no lo creais.

falsos

24 Porque se levantarán falsos cristos, y profetas, y darán grandes señales, y prodigios, de modo (que si puede ser) caigan en error aun los escogidos.

25 Ved que os lo he dicho de antemano.

26 Por lo cual si os dijeren : He aquí que está en el desierto, no salgais : mirad que está en lo mas retirado de la casa, no lo creais.

27 Porque como el relámpago sale del Oriente 8, y se deja ver hasta el Occidente: así será tambien la venida del Hijo del hombre.

28 Donde quiera que estuviere el cuerpo, allí se juntarán tambien las águilas 9.

29 Y luego despues de la tribulacion de aquellos dias el sol se oscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes del cielo serán conmovidas 10.

30 Et tunc parcbit signum Filii hominis in cœlo: 30 Y entonces parecerá la señal 11 del hijo del homet tunc plangent omnes tribus terræ, et videbunt Fibre en el cielo y entonces plañirán todas las tribus

1 Porque con el peso de la criatura que traian en los brazos, ó en el vientre, no podrian huir fácilmente. 2MS. Que el uesto segudamiento.

3 Porque la huida de aquel tiempo no podia ser tan pronta que los salvase del peligro.

1 Observaban los Judios el sábado tan escrupulosamente, que hubieran creido no poder hacer en él mas camino, que el que les era permitido por la ley, aunque se viesen en evidente peligro de perecer. Podian en este dia caminar hasta dos mil codos, lo que se llamaba iter sabbati; porque este era el espacio que mediaba en el desierto entre el arca y los reales de los Israelitas: y el dia de sábado se acercaban al arca para orar, y por esto creian, que el caminar esta distancia no se oponia á la quietud y descanso del sábado.

5 SAN AGUSTIN cree que todo esto mira al pueblo de los Judios, que padeció calamidades y males tan horribles durante el sitio de Jerusalém que no hubo ni se conoció jamás nacion alguna que fuese tratada con tanto rigor. Otros intérpretes, apoyados en las palabras del siguiente versiculo, las entienden de los males que precederán á la consumacion y fin del mundo; pero S. AGUSTIN las entiende del tiempo de la ruina de Jerusalém; y dice que entonces habia ya muchos Judios convertidos à la fe de Jesucristo, y que en favor de estos escogidos se abreviarian los dias de la afliccion y amargura, para que no cediesen y volviesen atrás á la vista de tan grandes calamidades.

Despues de haber instruido el Señor á sus discípulos en todo lo que miraba á la ruina de Jerusalém, pasa, segun S. JUAN CHRYSOSTOMO y otros intérpretes, á advertirles de su segunda venida, y de las señales que la precederán. Entonces, les dice, no en el tiempo de la ruina de Jerusalém, sino en todo el que se seguirá hasta el fin del mundo.

7 Y si todo esto se ha verificado en todos tiempos hasta nuestros dias, como puede verse un los Anales eclesiásticos, se verificará principalmente en la persona del Antecristo, cuyos prodigios harán tal impresion sobre el espiritu y corazon de los hombres, que serán capaces de pervertir aun á los mismos escogidos, si estos protegidos de una especial gracia del Señor, no fueran del número de aquellas cvejas, que de ningun modo pueden perecer ni ser arrebatadas de la mano de su pastor. JOANN. X, 28.

8 La segunda venida del Hijo del Hombre, dice S. JUAN CHRYSOSTOMO, no será como la primera: no quedará reducida á un pequeño rincon de la tierra, ni se dejará ver en un desierto, o en lo retirado de una casa; sino que semejante á

un relámpago que en un instante pasa, iluminándolo todo de Oriente á Poniente, y deslumbrando los ojos de todos: del mismo modo el Señor hará brillar en un momento la luz de su gioria por toda la tierra, sin que pueda ocultarse ni esconderse á ninguno de los mortales.

9 El vocablo griego, zτua, significa cuerpo muerto, del verbo xixTo, caer y morir; pues por la muerte caen y no se pueden mantener en pié los cuerpos. Las águilas por naturaleza perciben á largas distancias el olor de los cuerpos muertos, y acuden á ellos para alimentarse con sus carnes. Así nosotros debemos acudir volando hasta llegar á aquel, cuya magestad y gloria se manifestarán en un instante de Oriente à Poniente. Debemos acudir á Jesucristo muerto por nosotros, puesto que todos los que estén marcados con el carácter de su cruz, y participen de los méritos de su pasion, evitarán la espada de la divina justicia, y los últimos rigores de su juicio. S. GERONIMO. Los que entienden todo esto del esterminio que padecieron los Judios de los Romanos, esplican este lugar, diciendo, que Dios entregó la primiera ciudad y pueblo de los Judios, como un cuerpo muerto, para que los soldados romanos, como águilas, y con sus águilas volasen para echarse sobre él, y le despedazasen y devorasen.

10 Despues de la afliccion de aquellos dias, que serán pocos por amor de los escogidos, por un efecto de la omnipotente mano del Señor se obscurecerá el sol, y por consiguiente la luna, que recibe su luz del sol, dejará tambien de darla; y las estrellas caerán del cielo. Estas espresiones del Señor, aun cuando no se tomen en todo el rigor de la letra segun el estilo profético, manifiestan el horror que causará en el último dia la perturbacion de toda la naturaleza. Aquellas palabras: Las estrellas caerán, unos las esplican diciendo que serán unas inflamaciones formadas en el aire, que vulgarmente se llaman estrellas: y otros entienden que perderán su claridad como si hubiesen caido. Por virtudes de los cielos entiende S. AMBROSIO y el CHRYSOSTOMO á los ángeles, á quienes la magestad del juicio llenará de espanto y de temor. S. AGUSTIN en la carta á Hesichio entiende á los justos, de los cuales por la fuerza de las persecuciones y aflicciones, unos caerán y otros vacilarán y dudarán. S. JUAN CHRYSOSTOMO.

11 Esta señal segun S. JUAN CHRYSOSTOMO y otros, será la cruz del Salvador, que llenará de confusion y amargura á todos los que la hubieren despreciado, pisando el precio inestimable de la muerte de Jesucristo; y servirá principal

4a Actor. 1, 12. —b Marc. x, 24. Luc. xvir, 23. Luc. XVIF, 37.- Mare. xiity 24. Luc. xx1, 25. Ezech. xxxii, 7. Isai. xшi, 10. Joel. I, 15. Apocalyps. 1, 7.

a

1

lium hominis venientem in nubibus cœli cum virtute, de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá multa, et majestate. en las nubes del cielo con grande poder y magestad. 31 Y enviará sus ángeles con trompetas, y con grande voz y allegarán sus escogidos de los cuatro vientos, desde lo sumo de los cielos hasta los términos de ellos 2.

31 Et mittet angelos suos cum tuba, et voce magna et congregabunt electos ejus à quatuor ventis, à summis cœlorum usque ad terminos eorum.

32 Ab arbore autem fici discite parabolam: cùm jam ramus ejus tener fuerit, et folia nata, scitis quia prope est æstas:

33 Ita et vos cùm videritis hæc omnia, scitote quia prope est in januis.

34 Amen dico vobis, quia non præteribit generatio hæc, donec omnia hæc fiant.

35 Cœlum, et terra transibunt, verba autem mea non præteribunt.

36 De die autem illa, et hora nemo scit, neque angeli cœlorum, nisi solus Pater.

37 Sicut autem in diebus Noë, ita erit et adventus Filii hominis.

38 Sicut enim erant in diebus ante diluvium comedentes et bibentes, nubentes et nuptui tradentes, usque ad eum diem, quo intravit Noë in arcam,

39 Et non cognoverunt donec venit diluvium, et tulit omnes: ita erit et adventus Filii hominis.

40 Tunc duo erunt in agro: unus assumetur, et unus relinquetur.

41 Duæ molentes in mola: una assumetur, et una relinquetur,

42 Vigilate ergo, quia nescitis quâ horâ Dominus vester venturus sit.

43 Illud autem scitote a, quoniam si sciret paterfamilias quâ horâ fur venturus esset, vigilaret utique et non sineret perfodi domum suam.

44 Ideo et vos estote parati : quia quâ nescitis horâ Filius hominis venturus est.

45 ¿Quis, putas, est fidelis servus, et prudens, quem constituit dominus suus super familiam suam, ut det illis cibum in tempore?

46 Beatus ille servus, quem cùm venerit dominus ejus, invenerit sic facientem.

mente para abatir el orgullo de los Judios, y para llenarlos de desesperacion y vergüenza.

1 Que por medio de una voz espantosa, semejante al sonido de una trompeta, harán comparecer en un momento á todos los hombres delante dei trono de la magestad de este Juez soberano, para oir á la vista de todos los santos y de todos los ángeles la sentencia que corresponda á las obras y méritos de cada uno. Por el sonido de la trompeta puede entenderse tambien la suprema magestad del Juez, y la irresistible fuerza de su palabra, con que pronunciará la

sentencia.

2 Esto se dice, acomodándose al uso vulgar, pues al ojo parece, á cualquiera parte que nos volvamos, que la tierra confina con el cielo desde el un cabo hasta el otro del mundo.

Sabed que el reino de Dios está cerca, y como á la puerta, esto es, despues que ha yais visto todo lo que os he dicho sobre la ruina de Jerusalém, de los falsos profetas, de la segunda venida, del sonido de la trompeta y de la resurreccion de los muertos; sucederá el reino de Dios en toda su perfeccion, y en él estarán todos los santos.

De los Judios: sino que se perpetuará de familia en familia hasta el fin del mundo; debiéndose convertir entonces un grande número de ellos, segun la piadosa creencia de la Iglesia. S. CHRYSOSTOMO.

Porque el cielo y la tierra por su misma naturaleza están sujetos á mudanzas; mas mi palabra no lo está. S. HILAR. No porque serán destruidos ó aniquilados, sino que pasarán de un estado á otro, mudándolos y purificándolos la omnipotencia de Dios, S. GERÓNIMO.

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32 Aprended de la higuera una comparacion: cuando sus ramos están ya tiernos, y las hojas han brotado, sabeis que está cerca el estío.

33 Pues del mismo modo, cuando vosotros viereis todo esto, sabed que está cerca á las puertas 3.

34 En verdad os digo, que no pasará esta generacion, que no sucedan todas estas cosas.

35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán 5.

36 Mas de aquel dia, ni de aquella hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, sino solo el Padre ". 37 Y así como en los dias de Noé, así será tambien la venida del Hijo del hombre.

38 Porque así como en los dias antes del diluvio se estaban comiendo y bebiendo, casándose, y dándose en casamiento, hasta el dia en que entró Noé en el arca,

39 Y no lo entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó á todos: así será tambien la venida del Hijo del hombre.

40 Entonces estarán dos en el campo: el uno será tomado, y el otro será dejado 7.

41 Dos mujeres molerán en un molino : la una será tomada, y la otra será dejada.

42 Velad pues, porque no sabeis á qué hora ha de venir 10 vuestro Señor.

43 Mas sabed, que si el Padre de familias supiese á qué hora habia de venir el ladron, velaria sin duda, y no dejaria minar su casa.

44 Por tanto estad apercibidos tambien vosotros: porque á la hora que menos pensais, ha de venir el Hijo del hombre.

45 ¿Quién, creis, que es el siervo fiel, y prudente, á quien su señor puso sobre su familia, para que les dé de comer á tiempo 12?

46 Bienaventurado aquel siervo, á quien hallare su señor así haciendo, cuando viniere.

bres ignoren este dia, pues de este modo la incertidumbre contínua en que viven de esta terrible hora, les debe hacer vivir solicitos y cuidadosos de su salvacion. Solo el Padre, esto es, Dios tan solamente, y ningun puro hombre. Véase S. MARCOS XIII, 32.

7 El uno será tomado para ir delante del Señor, y para ser elevado al cielo en compañía de los santos; y el otro será dejado, y quedará cosido con la tierra, para ser sepultado en los infiernos como réprobo, y para no tener parte en la herencia del Señor. Por estas dos condiciones y estados que el Señor esplica en este versículo y en el siguiente, nos da á entender, que la eleccion de los unos y la reprobacion de los otros, se hará en todo género y condicion de estados y de personas.

Segun el uso de aquellos tiempos, de aplicar los esclavos, hombres y mujeres á dar vueltas á las piedras de los molinos.

Velad; esto es, empleaos en ayunos, en limosnas, en oraciones y en todas las otras obras buenas. 10 El Griego, pxetai, viene.

11 El Griego viaxy, en qué vela ó vigilia de noche. El demonio es comparado à un ladron que no pierde momento, viendo como puede aprovecharse de nuestros descuidos para entrar y despojarnos de lo mas precioso que tenemos: por esto nos encarga el Señor una continua vigilancia contra sus asechanzas y malicia. S. HILARIO.

12 Esto mira principalmente á los pastores, prelados y poderosos, para que empleen bien y hagan buen uso del poder y bienes que el Señor ha puesto en sus manos, y que como buenos administradores los empleen y repartan entre aquellos que están á su cuidado.

Luc. XVII, 26. Genes. vu, 7.- Marc, xut, 33. Luc. xi, 39.

47 Amen dico vobis, quoniam super omnia bona sua constituet eum.

48 Si autem dixerit malus servus ille in corde suo: Moram facit dominus meus venire :

49 Et cœperit percutere conservos suos, manducet autem, et bibat cum ebriosis:

50 Veniet dominus servi illius in die, quâ non sperat, et horâ, quâ ignorat:

51 Et dividet eum, partemque ejus ponet cum hypocritis. Illic erit fletus, et stridor dentium.

47 En verdad os digo, que le pondrá sobre todos sus bienes 1.

48 Mas si dijere aquel siervo malo en su corazon: Se tarda mi señor en venir 2.

49 Y comenzare á maltratar á sus compañeros, y á comer, y beber con los que se embriagan:

50 Vendrá el señor de aquel siervo el dia que no espera, y á la hora que no sabe :

51 Y lo separará, y pondrá su parte con los hipócritas. Allí será el llorar, y el crujir de dientes.

Capítulo XXV.

Confirma el Señor lo que ha propuesto en el capítulo precedente con la parábola de las vírgenes locas y prudentes. Propone otra en confirmacion de lo mismo. Describe su venida al juicio, y la separacion que en él se hará de los buenos y de los malos; y últimamente las sentencias y destino que se darán á unos y á otros.

1 Tunc simile erit regnum cœlorum decem virginibus, quæ accipientes lampades suas exierunt obviam sponso, et sponsæ.

2 Quinque autem ex eis erant fatuæ, et quinque prudentes:

3 Sed quinque fatuæ, acceptis lampadibus, non sumpserunt oleum secum.

4 Prudentes verò acceperunt oleum in vasis suis, cum lampadibus.

5 Moram autem faciente sponso, dormitaverunt omnes et dormierunt.

6 Mediâ autem nocte clamor factus est: Ecce sponsus venit, exite obviàm ei.

7 Tunc surrexerunt omnes virgines illæ, et ornaverunt lampades suas.

8 Fatuæ autem sapientibus dixerunt: Date nobis de oleo vestro, quia lampades nostræ extinguuntur.

9 Responderunt prudentes, dicentes: Ne forte non sufficiat nobis, et vobis, ite potiùs ad vendentes, et emite vobis..

10 Dum autem irent emere, venit sponsus: et quæ paratæ erant, intraverunt cum eo ad nuptias, et clausa est janua.

11 Novissimè verò veniunt et reliquæ virgines, dicentes Domine, Domine, aperi nobís.

12 At ille respondens, ait: Amen dico vobis, nescio vos.

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1 Lo llevará á su gloria, que es el colmo de todos los bienes, en recompensa de su prudente fidelidad.

2 Representa este mal siervo á un pecador, que abusando de la paciencia de Dios, que lo espera y sufre un dia y otro, toma ocasion de esta misma paciencia y sufrimiento para cometer nuevos pecados, y para caer en mayores y mas abominables escesos.

3 Lo separará de la suerte y felicidad de sus escogidos y fieles servidores, y lo destinará á la que corresponde á los répróbos é hipócritas.

El propósito de la presente parábola es probar la misma verdad que en los precedentes; esto es, la necesidad de la vigilancia que debemos tener, para que no nos sorprenda el último día, ya sea el de nuestra vida, ya el del mundo; esto es, ó el de nuestro juicio particular, o el del general

de todos los hombres.

Estas virgenes, que tomando sus lámparas salieron á recibir al esposo, representan los fieles, que acompañados de sus buenas obras esperan la venida de Jesucristo; pero entre estos hay muchos, que semejantes á las vírgenes necias viven descuidados, y no se previenen con obras de misericordia, y de otras virtudes hechas en perfecta caridad para recibirle á la hora de la muerte.

6 Esta tardanza del esposo significa, segun los santos padres, el tiempo que pasará desde la primera venida del Hijo de Díos hasta la segunda.

7 El sonido de la trompeta ó de la voz, que oirán todos los muertos al fin del mundo JOAN. v. 25..

8 Se dispondrán para dar cuenta de sus obras. S. AGUSTIN.

■ Supг. XIII, 42. Infr. xxv, 30.—þ Marc. xi, 35.

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5 Y tardándose el esposo comenzaron á cabecear, y se durmieron todas.

6 Cuando á la media noche se oyó gritar 7: Mirad que viene el esposo salid á recibirle.

7 Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes, y aderezaron sus lámparas 8.

9

8 Dijeron las fatuas á las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. 9 Respondieron las prudentes, diciendo: Porque tal vez no alcance para nosotras, y para vosotras, id antes á los que lo venden, y comprad para vosotras 10.

10 Y mientras que ellas fueron á comprarlo 11, vino el esposo, y las que estaban apercibidas, entraron con él á las bodas, y fue cerrada la puerta.

11 Al fin vinieron tambien las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.

12 Mas él respondió, y dijo: En verdad os digo,

que no os conozco.

13 Velad, pues, porque no sabeis el dia, ni la hora 12.

Buscarán algun género de consuelo y de esperanza en el triste abandono y estado en que se vean. S. AGUSTIN. 10 Todos temerán juntamente, teniendo que responder á un Juez en cuya presencia ninguno podrá presumir, que comparecerá limpie de todo pecado, si su misericordia no templa los rigores de la justicia. Y así estos hombres locos, que hicieron su principal caudal de las alabanzas que sacaron de la boca de aquellos, que las venden como un precioso aceite, en vano podrán confiar en ellas, cuando llegue el tiempo en que se descubran los secretos de su corazon y su conciencia.

11 SAN GERÓNIMO lo esplica diciendo, que despues del dia del juicio está cerrada la puerta, y no queda lugar para las buenas obras y justicia. Por nombre de lámpara se entiende la fe, y por el del óleo la caridad.

12 El Griego: ἐν ἢ ὁ υιός τοῦ ἀνθρώπου ἔρχεται, en que viene el Hijo del hombre. Estas palabras que se hallan en el testo griego sirven para unir el sentido del versiculo y de la parábola siguiente. Porque el Hijo del Hombre es como un hombre, etc. La esposicion de esta parábola de ninguno se puede tomar mejor que de S. PABLO en su epístola á los de Epheso iv, 8, 11, en donde dice: Subiendo á lo alto, llevo cautiva la cautividad, dió dones á los hombres: y él mismo dió unos ciertamente apóstoles, y otros profetas, y otros evangelistas, y otros pastores y doctores, etc. En donde se ve, que por talentos se deben entender aquellos dones puramente gratuitos que Dios da á los unos para utilidad de los otros. Y en la epístola 1 á los Corinthios x, 7, 8, 9, 11. Que los dones del Espíritu

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