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14 Joannes autem prohibebat eum, dicens: ¿Ego à te debeo baptizari, et tu venis ad me?

15 Respondens autem Jesus, dixit ei: Sine modò: sic enim decet nos implere omnem justitiam. Tunc dimisit eum.

16 Baptizatus autem Jesus, confestim ascendit de aqua. Et ecce aperti sunt ei cœli et vidit Spiritum Dei descendentem sicut columbam, et venientem super se.

17 Eta ecce vox de cœlis dicens: Hic est filius meus dilectus, in quo mihi complacui.

Yo debo

14 Mas Juan se lo estorbaba, diciendo : ¿ ser bautizado por tí, y tú vienes á mí 1? 15 Y respondiendo Jesús, le dijo: Deja ahora: porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejó 2.

16 Y despues que Jesús fue bautizado, subió luego del agua. Y he aquí se le abrieron los cielos y vió al Espíritu de Dios 3, que descendia como paloma, y que venia sobre él.

17 Y he aquí una voz de los cielos que decia: Este es mi Hijo el amado, en quien me he complacido.

Capítulo IV.

Cristo se retira al desierto despues de su bautismo; y habiendo ayunado cuarenta dias y cuarenta noches, vence las tentaciones del demonio. Oyendo que habian puesto en la cárcel al Bautista, se retira à Capharnaum, y da principio á su predicacion. Llama á Pedro, á Andrés, á Santiago y á Juan. Anuncia el Evangelio à los Galileos, y cura diversas enfermedades.

1 Tunc Jesus ductus est in desertum à spiritu, ut tentaretur à diabolo.

2 Et cùm jejunasset quadraginta diebus, et quadraginta noctibus, postea esuriit.

3 Et accedens tentator dixit ei: Si filius Dei es, die ut lapides isti panes fiant.

4 Qui respondens dixit: Scriptum est : Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo, quod procedit de ore Dei.

5 Tunc assumpsit eum diabolus in sanctam civitatem, et statui eum super pinnaculum templi,

6 Et dixit ei: Si filius Dei es, mitte te deorsum. Scriptum est enim : Quia angelis suis mandavit de te, et in manibus tollent te, ne fortè offendas ad lapidem pedem tuum.

7 Ait illi Jesus: Rursum scriptum est e: Non tentabis Dominum Deum tuum.

8 Iterum assumpsit eum diabolus in montem excelsum valde : et ostendit ei omnia regna mundi, et gloriam eorum,

1 San Juan lleno de espanto, viendo venir á su bautismo y acercarse á ser bautizado con los pecadores, á aquel mismo de quien acababa de dar un testimonio tan auténtico, se resistia á bautizar al Señor; pero se humilló y obedeció, luego que le oyó decir, que era necesario cumplir todas las órdenes del Padre eterno. Estas pedian que el Señor se anonadase, por decirlo asi, bajo la forma de hombre, para reparar el ultraje que el hombre habia hecho á Dios, elevándole su orgullo mas allá de lo que era.

Le dejó hacer lo que queria; esto es, no se resistió mas á bautizar al Señor. La Vulgata antigua: Entonces le bautizó.

No solamente el Señor, sino tambien S. Juan y todos los Judios que le acompañaban, vieron la figura de una paloma, bajo la cual el Espiritu Santo descendió del cielo y descansó sobre la cabeza de Jesucristo. El Espiritu Santo apareció en esta forma porque como dice S. Juan Crisóstomo, siendo la paloma dulce y pura, quiso aquel divino Espiritu, que lo es de dulzura, de pureza y de paz, elegir esta figura, que representaba en alguna manera lo que él es, y lo que deben ser aquellos en quienes desciende por el bautismo. El misterio de la Trinidad, como observa S. Gerónimo, se descubre en el bautismo de Jesucristo: El Hijo, que es el mismo bautizado; el Espiritu Santo que desciende sobre él en figura de paloma; y la voz del Padre que da un ilustre testimonio de la persona de su H jo.

MS. Con que á mi plogo.

Este espiritu que condujo al Señor al desierto, fue el Espiritu Santo, segun el sentimiento de los santos padres Gerónimo, Crisóstomo, Hilario, Gregorio y otros. Jesucristo nos dice en su Evangelio, que oremos para no entrar en tentacion, MATTH. XXVI, 41, mostrándonos con esto que no hemos de entrar por nosotros mismos en las tentaciones, sino prepararnos con oraciones y ayunos, para combatirlas cuando las padezcamos.

En memoria de este ayuno, y para que los discipulos imitasen el ejemplo de su divino Maestro, ha consagrado la Iglesia el de la cuaresma, que es mirado como de tradicion apostólica. Un hombre naturalmente no podia pasar sin co

a Luc. ix, 55. 1. Petr. 1, 17.- Marc. 1, 12. Luc. IV, 1.

1 Entonces Jesús fue llevado al desierto por píritu, para ser tentado del diablo.

el es

2 Y habiendo ayunado cuarenta dias y cuarenta noches, despues tuvo hambre ".

3 Y llegándose á él el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se hagan panes.

4 El cual le respondió y dijo: Escrito está : No de solo pan vive el hombre, mas de toda palabra, que sale de la boca de Dios 7.

5 Entonces le tomó el diablo, y le llevó á la santa ciudad, y le puso sobre la almena del templo,

6 Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, porque escrito está 10: Que mandó á sus ángeles acerca de tí, y te tomarán en palmas, porque no tropieces en piedra con tu pié.

7 Jesús le dijo: Tambien está escrito : No tentarás al Señor tu Dios 14.

8 De nuevo le subió el diablo á un monte muy alto: y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos,

mer cuarenta dias y cuarenta noches, y en esto se dejó ver su virtud divina; pero suspendiéndola despues voluntariamente, por lo que miraba á su naturaleza pasible y mortal, dió muestras de ser hombre, y licencia al tentador; esto es, al demonio para que le tentase, dice S. HILARIO. Estaba agitado este maligno espíritu y perplejo, viendo por una parte los ilustres testimonios que de él habia dado el Bautista, y por otra el hambre que padecia; y no pudiendo concertar esto que parecia efecto de la flaqueza de nuestra naturaleza, con la virtud omnipotente de aquel de quien se decia ser Hijo de Dios, se le presentó bajo una forma corporal y probablemente humana; y le habló de la manera que creyó mas propia, ó para seducirle, si no era mas que puro hombre, ó para descubrir, si podia, el secreto que queria conocer. El CHRYSOSTOMO.

7 Son palabras del Deuter. vii, 3. El Señor que habia pasado tanto tiempo sin comer, prueba con su ejemplo que no es solo el pan el que mantiene al hombre, sino todo aquello, con que quisiere Dios sustentarle. De este modo alimentó á su pueblo en el desierto con el maná.

8 A Jerusalém, santa por el templo.

9 Testo griego: Tó TTEρÚYLOV, como si dijéramos en el alero del tejado. AYALA Pict. Christ. Lib. 11, Cap. x, n. b, traslada : Y le puso sobre el corredor, la barandilla ó el balaustre. En la Palestina los tejados eran unos terrados, con antepecho al contorno. El que reflexionare, dice SAN GREGORIO in Evang. Cap. 1. Hom. xvi, núm. 1, como permitió el Señor que tratasen los Judios su santa humanidad, no estrañará que permitiese tambien al demonio traerle y llevarle como quiso.

10 El demonio alega un testimonio de la Escritura, aunque en contrario sentido de lo que el Espiritu Santo lo pronunció; pero el Señor con otro testimonio del Deuteronómio abate su orgullo y mortifica su curiosidad, dándole á entender que es tentar á Dios el esponerse á un peligro sin necesidad y sin motivo. THEODORETO in Deuter. quæst. v.

11 Tentar á Dios es opuesto á confiar en Dios. Sapient. 1,2,3. Tentar á Dios es pedir pruebas de su providencia por motivos de duda y de incredulidad; es querer probar, si Deuter. viii, 3.- Psalm. xc, 11.- Deuter. vi, 16.

9 Et dixit ei: Hæc omnia tibi dabo, si cadens adoraveris me.

10 Tunc dixit ei Jesus: Vade Satana: Scriptum est enim : Dominum Deum tuum adorabis, et illi soli servies.

11 Tunc reliquit eum diabolus: et ecce angeli accesserunt, et ministrabant ei.

12 Cum autem audisset Jesus quod Joannes traditus esset, secessit in Galilæam:

13 Et relicta civitate Nazareth, venit, et habitavit in Capharnaum maritima, in finibus Zabulon, et Nephthalim:

14 Ut adimpleretur quod dictum est per Isaïam prophetam :

15 Terra Zabulon, et terra Nephthalim, via maris trans Jordanem, Galilæa gentium

16 Populus, qui sedebat in tenebris, vidit lucem magnam: et sedentibus in regione umbræ mortis, lux

orta est eis.

17 Exinde a cœpit Jesus prædicare, et dicere: Ponitentiam agiten: appropinquavit enim regnum cœlo

rum.

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9 Y le dijo: Todo esto te daré, si cayendo me adorares 1.

10 Entonces le dijo Jesús: Vete, Satanás : porque escrito está : Al Señor tu Dios adorarás, y á él solo servirás.

11 Entonces le dijo el diablo: y he aquí los ángeles llegaron y le servian.

12 Y cuando oyó Jesús que Juan estaba preso, sé retiró á la Galilea 5:

13 Y dejando la ciudad de Nazareth, fue á morar á Capharnaum, ciudad marítima, en los confines de Zabulón, y de Nephthalim :

14 Para que se cumpliese lo que dijo Isaías el profeta:

15 Tierra de Zabulon, y tierra de Nephthalim, camino de la mar, de la otra parte del Jordan, Galilea de los gentiles

16 Pueblo, que estaba sentado en tinieblas, vió una grande luz y á los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz les nació.

17 Desde entonces comenzó Jesús á predicar y á decir: Haced penitencia porque se ha acercado el reino de los cielos.

18 Ambulans autem Jesus juxta mare Galilææ, vi- 18 Y yendo Jesús por la ribera de la mar de Galidit duos fratres, Simonem, qui vocatur Petrus, et An-lea, vió dos hermanos 7, Simon, que es llamado Pedream fratrem ejus, mittentes rete in mare (erant dro, y Andrés su hermano que echaban la red en la enim piscatores), mar, (pues eran pescadores),

19 Et ait illis: Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum.

20 At illi continuò relictis retibus secuti sunt eum. 21 Et procedens indè, vidit alios duos fratres, Jacobum Zebedæi, et Joannem fratrem ejus in navi cum Zebedæo patre eorum, reficientes retia sua: et vocavit

eos.

22 Illi autem statim relictis retibus et patre, secuti sunt eum.

23 Et circuibat Jesu: totam Galilæam, docens in Synagogis eorum, et prædicans Evangelium regni et sanans omnem languorem, et omnem infirmitatem in populo.

24 Et abiit opinio ejus in totam Syriam, et obtulerunt ei omnes malè habentes, variis languoribus, et tormentis comprehensos, et qui dæmonia habebant, et lunaticos, et paralyticos, et curavit eos:

puede hacer lo que nosotros deseamos. Y así el Señor confunde al demonio diciéndole: Que no dudando de la protec cion de Dios su Padre, no necesitaba de hacer la esperiencia, ni de pedirle nuevas pruebas, porque esto seria tentarle: lo cual estaba prohibido.

1 Si dejándote caer ó postrándote en tierra. El demonio, dice admirablemente S. Gerónimo, sin pensarlo hace ver claramente en la manera misma con que habla á Jesucristo, que no se le puede adorar ni seguir, sin dar antes una caida muy funesta. Esta tentacion que es aqui la tercera, en SAN LUCAS Cap. IV, 9, es la segunda. Esta ligera diferencia hace ver que uno de los dos evangelistas no copió al otro. El órden que refiere S. MATHEO, parece que debe preferirse: lo que se infiere de las palabras con que el Señor echó de si al tentador diciéndole: Vete, retirate, Satanás.

2 MS. Ve tu uia, Satanás. En aquella palabra vete, con que Jesucristo indignado lanzó al demonio, se sobrentiende segun S. GERÓNIMO, al fuego eterno.

3 Satanás quiere decir enemigo, contrario. Y en este último sentido llamó Cristo á S. Pedro Satanás. vñaye vxiow μoμov, σatavā, retirate de mi, Satanás; porque el escesivo amor que tenia al Señor, le hacia que se opusiese á su pasion. Este nombre se da tambien en las Escrituras al ángel prevaricador.

Los ángeles se le mostraron visiblemente, y le sirvieron de comer. No puede el hombre vencer sin pelear, ni ser coronado sin haber vencido.

5 Lo que no acaeció inmediatamente despues de la tentacion, sino pasado algun tiempo. Esta se llamaba la Galilea superior ó alta, que fue habitada por gentiles desde el tiempo en que Salomon cedió veinte ciudades á Hirám rey de Tyro.

a Deuter. vi, 13.-b Marc. 1, 14. Luc. iv, 14. Joann. iv, 43.

19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y haré que vosotros seais pescadores de hombres &.

20 Y ellos al instante dejadas las redes, le siguieron. 21 Y pasando de allí, vió otros dos hermanos, Santiago de Zebedeo, y Juan su hermano, en un barco con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes : y los llamó.

22 Y ellos al punto dejadas las redes y el padre, le siguieron.

23 Y andaba Jesús rodeando toda la Galilea, enseñando 10 en las Synagogas de ellos 11, y predicando el Evangelio del reino 12: y sanando toda enfermedad, y toda dolencia en el pueblo.

13

24 Y corrió su fama por toda la Syria y le trajeron todos los que lo pasaban mal, poseidos de varios achaques y dolores, y los endemoniados, y los luná ticos, y los paralíticos, y los sanó :

La otra en que estaba Nazareth, y pertenecía al reino de Herodes, se llamaba inferior ó baja. La Galilea á donde se retiró Jesús, pertenecia á Philipo el Tetrarca que era pacífico, y no á Herodes que era perseguidor, é hizo prender al Bautista.

6 Estos pueblos que estaban sepultados en las tinieblas de la idolatría, fueron los dichosos que vieron una grande luz: los primeros que oyeron la predicacion de Jesucristo, y á quienes nació el sol de justicia para alumbrarlos, disipando sus tinieblas y dándoles con la luz la vida.

7 El Señor antes de este llamamiento conocia à Pedro y á Andrés, como se puede ver en el Cap. 1, 35 de S. Juan; pero no los habia llamado con aquella voz eficaz que debia hacerles abandonar todas las cosas para seguirle y ser sus discípulos.

8 El divino Redentor les dió el ejemplo de esto mismo; pues fue el que los pescó á ellos mismos con las redes de su palabra y doctrina celestial.

9 Hijo de Zebedeo.

10 MS. Amostrando.

14 En las Synagogas se juntaban los Judios para orar para otros ejercicios de religion. En Jerusalém habia 480.

12 Evangelio quiere decir buena nueva; y así lo que Jesucristo predicaba, eran buenas y felices nuevas del reino celestial que les prometia, enseñándoles el camino que debian tomar para llegar á él sin tropiezo.

13 Que confinaba con aquellos lugares.

14 MS. Alunados. Los que padecian accidentes epilépticos; esto es, mal caduco ó gotá coral, que segun la opinion del vulgo, depende de los crecientes y menguantes de la luna. Otros se persuaden que los lunáticos eran obsesos y Isai, Ix, 1. 2.-d Marc. 1, 15.-e Marc. 1, 16. Luc. v, 1.

25 Et⚫ secutæ sunt eum turbæ multæ de Galilæa, et Decapoli, et de Jerosolymis, et de Judæa, et de trans Jordanem.

25 Y le fueron siguiendo muchas tropas de Galilea, y de Decápolis, y de Jerusalém, y de Judea, y de la otra ribera del Jordán.

Capítulo V.

De las ocho bienaventuranzas. Llama el Señor á sus apóstoles sal y luz, declarándoles cual debia ser su oficio. La ley de Dios es la sal y la luz, con que quiere que salen y alumbren al mundo, declarándoles que no ha venido á destruirla, sino á cumpliría y perfeccionarla: y para esto empieza á esplicarla por sus partes principales.

1 Videns autem Jesus turbas, ascendit in montem, et cum sedisset, accesserunt ad cum discipuli ejus,

2 Et aperiens os suum, docebat eos, dicens.

3 Beati pauperes spititu : quoniam ipsorum est regnum cœlorum.

e

4 Beati mites: quoniam ipsi possidebunt terram.

5 Beati, qui lugent : quoniam ipsi consolabuntur.

6 Beati, qui esuriunt, et sitiunt justitiam: quoniam ipsi saturabuntur.

7 Beati misericordes : quoniam ipsi misericordiam consequentur.

8 Beati mundo corde : quoniam ipsi Deum videbunt.

9 Beati pacifici: quoniam filii Dei vocabuntur.

10 Beati, qui persecutionem patiuntur propter justitiam: quoniam ipsorum est regnum cœloruin.

11 Beati estis cùm maledixerint vobis, et persecuti vos fuerint, et dixerint omne malum adversùm vos, mentientes, propter me:

12 Gaudete, et exultate, quoniam merces vestra copiosa est in cœlis. Sic enim persecuti sunt prophetas, qui fuerunt ante vos.

13 Vos estis sal terræ &. Quod si sal evanuerit, ¿in quo salietur? ad nihilum valet ultra, nisi ut mittatur foras, et conculcetur ab hominibus.

atormentados de los espiritus malignos en ciertos períodos. Lo cierto es que hay dolencias que siguen los movimientos de la luna.

1 Era una provincia que comprendia diez ciudades, y la mayor de estas se llamaba Scythópolis.

SAN GERONIMO cree que este fue el Thabor ó algun otro monte de la Galilea.

En este sermon, que hizo el Señor al pueblo, que iba en su seguimiento, se encierra toda la perfeccion de la vida cristiana. No convienen los intérpretes sobre el tiempo en que Jesús pronunció esta admirable doctrina.

Esto es, los que son humildes en su pobreza: los que son pobres de corazon y de voluntad: los que se humillan delante de Dios, mirándose como verdaderos pobres en su presencia: los que todo lo esperan de su bondad, y oyen con temor respetuoso sus palabras. De la herencia que toca á estos, son escluidos los que alimentan un espíritu orgulloso, y un corazon lleno de soberbia, que tienen puesto únicamente en las cosas de la tierra.

Por mansos se entienden aquí, los que con humilde paciencia sufren las persecuciones injustas; los que no tienen réncillas ni contiendas con otros por cosas temporales; últimamente aquellos, en quienes habita el Señor por la dulzura y uncion de su espíritu.

6 La tierra que el Señor promete, es la de los vivientes, como dice David en el Psalmo xxvi, 13. Es aquella ciudad santa y dichosa, cuyo fundador y arquitecto es el mismo Dios.

7 En el testo griego precede esta bienaventuranza á la que acabamos de esplicar. Son bienaventurados, los que llenos de amargura y tristeza lloran sus pecados ó los de los otros; y de estos será el consolador el espíritu de Dios aun en este mundo, y despues participarán de la plenitud de su alegría y de su gloria.

No basta, dice S. GERÓNIMO, desear simplemente la justicia; es necesario tener hambre y sed de ella; esto es,

1 Y viendo Jesús las gentes, subió á un monte 2, y despues de haberse sentado, se llegaron á él sus discípulos,

2 Y abriendo su boca, los enseñaba, diciendo : 3 Bienaventurados los pobres de espíritu : porque de ellos es el reino de los cielos.

4 Bienaventurados los mansos 5: porque ellos poseerán la tierra".

5 Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados.

6 Bienaventurados los que han hambre, y sed de justicia porque ellos serán hartos.

7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.

8 Bienaventurados los de limpio corazon 10: porque ellos verán á Dios.

9 Bienaventurados los pacíficos 11: porque hijos de Dios serán llamados.

10 Bienaventurados los que padecen persecucion por la justicia 12: porque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois, cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal 15 contra vosotros mintiendo, por mi causa.

12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardon muy grande es en los cielos. Pues así tambien persiguieron a los profetas, que fueron antes de vosotros. 13 Vosotros sois la sal de la tierra 14. Y si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? no vale ya para nada, sino para ser echada fuera, y pisada por los hombres.

amar y buscar con el ardor posible todo aquello, que hace justo al hombre delante de Dios. No se comprenden aquí, los que olvidados de su propia justificacion, muestran un grande celo y ardor de hacer justos á sus prójimos: los que tienen dos pesos y dos medidas, la una para si mismos, y la otra para los otros, Prov. xx, 10, sino aquellos que al paso que trabajan en la justificacion de los otros, procuran mas y mas arreglar sus costumbres y vida á la ley eterna é inviolable del Señor: pues estos lograrán una bartura cumplida en la mesa del Esposo celestial.

9 Esta misericordia no solamente se estiende á hacer limosnas á los pobres, sino tambien á sobrellevar los defectos de los otros para cumplir la ley de Jesucristo, como dice S. PABLO Galat. vi, 2, á perdonar á nuestros hermanos, como queremos que Dios nos perdone, y á socorrerlos en todas sus necesidades de alma y cuerpo.

10 Los que tienen un corazon sencillo; los que por medio de la oracion y humilde confesion de sus faltas purifican los ojos de su corazon, estos son los que veran à Dios.

11 MS. Los pacientes. Los que trabajan primeramente en mantener la paz en su corazon, y despues en procurar que se conserve entre sus hermanos; y sobre todo en reconciliarlos con Dios, cuando han pecado.

12 Por causa de justicia ó por defender la justicia. La perfeccion consiste no solamente en padecer, sino en padecer injustamente, y por el nombre de Jesucristo; y en que cuando se nos persigue de este modo, suframos no solo con paciencia, sino con alegría. Es cosa muy rara, dice S. GERÓNIMO, ver á un hombre que le despedazan en la reputacion, alegrarse al mismo tiempo en el Señor. Y S. BERNARDO añade, que esta octava bienaventuranza era como la prerogativa particular de los santos mártires.

13 Testo griego: ñāv xompòv îñμa, todo género de malas palabras.

Marc. II, 7. Lae vay (7~♪ buc vr, 20.-e Psalm. XXXVI, 11.-d 14.- Marc. ix, 49. Luc. xiv, 34.

14 La naturaleza de la sal es preservar de corrupcion y dar Isai. LXI, 3.-e Psalm. xxii, 4.-f 1 Petr. II, 20. et m, 4. et

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3 MS. A aflojar. La letra. Desatar. Modo proverbial de hablar. Lo que el Señor quiso dar á entender aquí, es, que antes que sea destruido este mundo, tendrán perfecto cumplimiento las menores cosas que pertenecen å la moral ó á las predicciones que miran á Jesucristo, y á su Iglesia, ya sea en la ley, ya en los profetas. 5 Quiere decir el mas pequeño de estos mandamientos. Aquel que habiendo guardado toda la ley, la violare en un solo punto, se hace culpable, como si la hubiera violado toda, dice el apóstol SANTIAGO II, 10. Arguye el Señor la falsa doctrina de los phariseos, que ponian diferencias entre los mandamientos, como si unos fueran grandes y otros pequeños, cuya transgresion fuese de poco momento; MATH. XXII, 36, mostrando que todos tienen un mismo carácter de autoridad divina, y que todos obligan igualmente, bien que los grados de la materia sean diversos.

6 Esto es, y que con su mal ejemplo ó doctrina enseñare á los hombres á quebrantarlos.

7 Será escluído del reino de los cielos. Así esplica estas palabras S. AGUSTIN.

8 El que observare y predicare la verdad del Evangelio. Diferente recompensa tendrá aquel, que solo atiende á su salud, de la que corresponde al que cuida tambien de la de los otros. Y así es necesario despues de aplicarnos á enmendar nuestros vicios y defectos, estender tambien nuestra caridad y vigilancia å nuestros hermanos. CHRYSOSTOMO in Matth. Hom. XVI.

9 MS. De los escribanos.

10 La justicia ó la santidad de los phariseos consistia en no cometer ningun delito que los deshonrase esteriormente. Mas la justicia de los que deben entrar en el reino de los cielos, se estiende hasta reprimir los movimientos desarreglados del corazon. Aquel que refrena su ira, está mas distante de cometer un homicidio.

14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad, que está puesta sobre un monte, no se puede esconder.

15 Ni encienden una antorcha, y la ponen debajo del celemin, sino sobre el candelero, para que alum→ bre á todos los que están en la casa.

16 A este modo ha de brillar 4 vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras, y den gloria á vuestro Padre, que está en los cielos.

17 No penseis, que he venido á abrogar la ley, ó los profetas: no he venido á abrogarlos, sino á darles cumplimiento.

18 Porque en verdad os digo, que hasta que pase 4 el cielo y la tierra, no pasará de la ley ni un punto, ni un tilde, sin que todo sea cumplido.

19 Por lo cual quien quebrantare uno de estos mandamientos muy pequeños 5, y enseñare así á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos mas quien hiciere y enseñare 8, este será llamado grande en el reino de los cielos.

20 Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los phariseos 10, no entrareis en el reino de los cielos.

21 Oisteis que fue dicho á los antiguos: No matarás, y quien matare, obligado quedará á juicio.

22 Mas yo os digo, que todo aquel que se enoja con su hermano 11, obligado será á juicio. Y quien dijere á su hermano raca 12, obligado será á concilio. Y quien dijere insensato 13, quedará obligado á la gehenna del fuego 14.

11 El testo griego añade aquí i sin razon, sin causa. Esta adicion no se hallaba en los códices antiguos, y de buena nota en tiempo de S. Gerónimo, que por esta razon queria que se borrase. Mas no todos fueron de este parecer,

12 MS. Desmeollado. Raka, segun S. GERONIMO, es un término de desprecio, y quiere decir alguna injuria pesada, Esta palabra siriaca del Hebreo 727 Rik, vano, sin juicio.

13 Esto es, alguna injuria mas grave conforme al sentido que daban los Hebreos á aquella diccion. Ilace alusion el Senor á dos suertes de tribunales que tenian los Judios, como puestos de mayor ó menor número de jueces, y en los que se juzgaban diversas calidades de delitos. El principal era, el que aquí se llama concilio. Este constaba de setenta y dos jueces o de veinte y tres, segun la calidad de las causas que condenaban á pena capital. El segundo que aquí se nombra juicio, era un tribunal subalterno, compuesto de tres jueces, del cual se apelaba al concilio ó Synedrio.

14 Gehinnom, esto es, Valle de Hinnom. Tambien se llamaba Gevenhinnom, Valle del hijo x, 28, cerca de Jerusalém, al pié del monte Mória. En él de Hinnom. Era un sitio, segun S. GERÓNIMO in Matth. habia un ídolo de Molóc, á quien sacrificaban los Israelitas sus propios hijos, quemándolos lastimosamente; y de aquí se aplica este nombre al fuego y lugar del infierno. Puede además de la muerte temporal, el culpado moría cargado de entenderse la sentencia del grande anatema, por la cual las execraciones y maldiciones de todo el pueblo.

bastante oscuro: y para esto seguiremos á S. AGUSTIN, De lo dicho se puede ilustrar este lugar, que al parecer es de Serm. Dom. in monte Lib. 11, Cap. 1x, númer. 22, et seq. Se deben observar, dice el Santo, tres grados de faltas y miento interno del corazon; pero sin producirla fuera. El de castigos. El primero es, entrar en cólera por un movila alteracion y movimiento interior. El tercero, cuando ciesegundo, decir alguna palabra de desprecio, que manifieste gos ya de la ira, prorumpimos en palabras injuriosas contra dos, corresponden otros tres géneros de castigos. El primenuestros hermanos. A estos tres grados diferentes de pecaro en el juicio, en donde aun queda lugar al reo para defenderse. El segundo en el concilio, en el que se delibera solamente del género de castigo que se ha de dar al delincuente. El tercero tiene ya cierta la condenacion, y determinado el castigo, y sin apelacion, puesto que el culpado es condenado al fuego del infierno. De todo lo cual hemos de concluir, cuánto nos conviene refrenar los primeros movimientos de la ira.

a Marc. iv, 21. Luc. vi, 16. et x1, 33.-b 1, Petr. 1, 12.- Luc. XVI, 17.-d Jacob. II, 10.-e Luc. XI, 39.-f Exod. xx, 15, Deuter. v, 17.

23 Si ergo offers munus tuum ad altare, et ibi recordatus fueris, quia frater tuus habet aliquid adversùm te :

24 Relinque ibi munus tuum ante altare, et vade prius reconciliari fratri tuo: et tunc veniens offeres munus tuum.

25 Esto consentiens adversario tuo citò dum es in via cum eo ne fortè tradat te adversarius judici, et judex tradat te ministro : et in carcerem mittaris.

26 Amen dico tibi, non exies indè, donec reddas novissimum quadrantem.

23 Por tanto si fueres á ofrecer tu ofrenda al altar, y allí te acordares, que tu hermano tiene alguna cosa contra tí:

24 Deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve primeramente á reconciliarte con tu hermano y entonces ven á ofrecer tu ofrenda 3.

25 Acomodate luego con tu contrario, mientras que estás con él en el camino: no sea que tu contrario te entregue al juez, y el juez te entregue al ministro: y seas echado en la cárcel. 26 En verdad te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante 5.

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27 Audistis quia dictum est antiquis: Non mœchaberis.

28 Ego autem dico vobis: quia omnis qui viderit muliere ad concupiscendum eam, jam machatus est eam in corde suo.

1 La particula i aliquid, es enfática. Los Judíos la restringian á la restitucion de los daños recibidos en dinero; Jesucristo muestra que se estiende á todo género de daños y de ofensas, recomendando la caridad, y ia sincera y perfecta reconciliacion.

2 MS. A emie nda de to ermano.

3 No hay duda alguna, que tenemos obligacion de ejecutar á la letra este mandamiento del Hijo de Dios, cuando se puede; porque si no nos es permitido airarnos contra nuestro hermano, desprec iarle, é injuriarle, mucho menos nos será conservar en nuestro corazon algun resentimiento contra él; de manera que nuestra primera indignacion se convierta en odio. D. AUGUST. Ibid. Cap. ix, Núm. 26.

Es confirmacion de la doctrina que precede: El Señor hace aquí alusion à dos que pleitean, á quienes es mas útil componerse amigablemente, que esperar la sentencia del juez; porque este hará poner en prision al deudor hasta que pague el último maravedí. El Señor nos exhorta eficazmente a Luc. XII, 58.-b Exod. xx, 14.

27 Oisteis que fue dicho á los antiguos: No adul

terarás.

28 Pues yo os digo, que todo aquel, que pusiere los ojos en una mujer para codiciarla, ya cometió adulterio en su corazon con ella.

á la union y concordia. Este contrario es nuestro prójimo, á quien hemos ofendido, ó de quien hemos sido ofendidos; y con este nos manda el Hijo de Dios, acomodarnos prontamente mientras estamos con él en el camino. Esto es, mientras estamos aun en esta vida; porque el tiempo presente es el de la reconciliacion; y no podrá encontrar paz delante de Dios en la otra, el que no puso todos los medios posibles para tenerla con su hermano, mientras vivió sobre la tierra.

5 Moneda pequeña; la menor en sus divisiones, como nuestro maravedi, ó antiguo cornado. Este es un modo proverbial, para esplicar el rigor con que se obliga á alguno á pagar cuanto debe, sin perdonarle nada.

MS. Ya fornegó. El que mirare à una mujer, consintiendo en su mal deseo, y no cuidando de reprimirle, es adúltero en su corazon. Este adulterio se debe entender de todo desco carnal, que es contrario á la ley de Dios. AUGUST. Ibid. Cap. xn, Núm. 33.

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