do por nosotros, bajo el poder de Poncio Pilato ; padeció y fué sepultado; que resucitó al tercero día según estaba anunciado en las santas escrituras; que subió á los cielos, y está sentado á la derecha de Dios Padre; que vendrá de nuevo lleno de gloria á juzgar á los vivos y á los muertos; y cuyo reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, también Dios y Señor, que nos dá la vida, que procede del Padre y del Hijo, que es adorado y glorificado juntamente con el Padre y el Hijo, que nos ha hablado por los Profetas. Creo que la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso que hay un sólo bautismo que perdona todos los pecados: espero la resurrección de los muertos, y otra vida que ha de haber después de esta. Así sea. ŷ El Señor sea con vosotros. RY con tu espíritu. AL OFERTORIO Oremos He elegido y santificado este sitio, para que esté allí mi nombre, y allí permanezcan mis ojos y mi corazón, todos los días. Aleluia. OBLACIÓN DE LA HOSTIA Recibid, ¡ oh Padre Santo!, omnipotente eterno i Dios, esta hostia sin mancha, que yo, el más indigno siervo vuestro, os ofrezco á Vos que sois mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y omisiones, por todos los que están presentes y por todos los fieles Cristianos vivos y difuntos; para que á mí y á ellos nos aproveche y sea salud para la vida eterna. Así sea. El Sacerdote vierte el agua y el vino en el cáliz diciendo: ¡Oh Dios! que por un milagro de vuestro poder criásteis al hombre en el más noble estado, y que por una maravilla todavía más grande, le habeis restablecido en su dignidad, concedednos, por el misterio de esta agua y de este vino, que algún día tengamos parte y seamos participantes de la divinidad de aquel que se dignó vestir nuestra humana naturaleza, Jesucristo, vuestro Hijo y nuestro Señor, que con Vos vive y reina en uni dad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Así sea. A LA OBLACIÓN DEL CÁLIZ Señor, os ofrecemos el Cáliz de salud, suplicando vuestra clemencia, para que sea presentado y suba en olor de suavidad, ante el acatamiento de vuestra divina Magestad, por nuestra salud y la de todo el mundo. Así sea. Nosotros nos presentamos delante de vos, oh Señor, con un espíritu humillado y un corazón contrito: recibidnos, Dios y Señor, aceptad nuestro sacrificio, y haced que de tal modo se presente ante Vos, que os sea agradable. Venid, Santificador omnipotente, Dios eterno, bendecid este Sacrificio preparado para gloria de vuestro santísimo nombre. AL LAVABO Lavaré mis manos entre los que son inocentes, y me acercaré á vuestro altar, oh Señor. A fin de oir la voz de vuestras alabanzas, y cantar todas vuestras maravillas. Señor, yo he amado la hermosura de vuestra casa, y el lugar donde reside vuestra gloria. Y así no perdais, ¡oh Dios mío! mi alma con los impíos, y mi vida con los hombres sanguinarios. Que tienen llenas sus manos de injusticias y maldades, y su derecha colmada de presen tes. Pero á mí, que he caminado por las sendas de la inocencia, libradme, y usad conmigo de vuestra misericordia. Mi pié ha permanecido firme en los caminos rectos: yo os bendeciré en la congregación de los fieles. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio y ahora y siempre, y por todos los siglos de los siglos. Así sea. AL SUSCIPE Recibid¡ oh Trinidad Santa! esta oblación que os ofrecemos en memoria de la Pasión, de la Re surección y de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo; y en honor de la bienaventurada siempre Virgen María, de San Juan Bautista, de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, de estos y todos los demás Santos, para que ellos les sirva de honor y á nosotros de salud; y también para que se dignen rogar por nosotros en los cielos todos aquellos cuya memoria renovamos en la tierra. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Así sea. AL ORATE FRATRES 7. Rogad, hermanos mios, para que mi sacrificio, que lo es también vuestro, sea agradable á Dios Padre todopoderoso. R. El Señor reciba el sacrificio que tú le ofreces, para gloria y alabanza de su santo nombre, para nuestra particular utilidad, y por el bien de toda su Santa Iglesia. A LA SECRETA Os suplicamos, Señor, por vuestra propiciación y por la protección de la Beata María siempre Vir |