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23 He aquí una Virgen conce- | marcharonse. Y he aquí la esbirá, y parirá un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel que interpretado quiere decir Dios con no

sotros.

24 Y despertando Joseph de su sueño hizo como el angel del Señor le había ordenado, y recibió á su Esposa.

25 Y no la conoció hasta que ella parió á su hijo primogenito, y llamó su nombre Jesus.

Y

CAPITULO II.

DESPUES que hubo nacido Jesus en Bethlehem de Judea en los dias del Rey Herodes, he aquí unos Magos vinieron de Oriente á Jerusalem.

2 Diciendo ¿Donde está el que ha nacido rey de los Judios? Porque hemos visto su estrella en el Oriénte, y venimos á adorárle.

3 Y cuando el Rey Herodes hubo oido esto, turbose y con él toda Jerusalem.

4 Y convocados todos los principes de los Sacerdotes y los Escribas del pueblo preguntóles dónde había de nacer el Christo.

5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea porque así está escrito por el profeta.

6 Y tú Bethlehem tierra de Judá, no eres la menor entre los principes de Judá, porque de tí saldrá el caudillo que regirá á Israel mi pueblo.

7 Entonces Herodes llamados en secreto los Magos inquirió de ellos cuidadosamente el tiempo en que apareció la estrella.

8 Y enviandoles á Bethlehem les dijo: Yd, y preguntad con diligencia por el niño, y cuando le hubieseis hallado hacedmelo saber, paraque vaya yo tambien y le adore.

9 Y habiendo ellos oido al Rey

trella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos hasta que llegando se paró sobre dónde estaba el niño.

10 Y al ver la estrella se regocíjaron con extremado gozo.

11 Y entrando en la casa hallaron al niño con su madre María, y postrandose le adoraron, y abriendo sus tesoros le ofreciéron dones oro é incensio, y mirra.

12 Y avisados en sueños que no volviesen á Herodes regresaron á su tierra por otro camino.

13 Y despues que hubieron ellos partido he aquí el Angel del Señor aparece en sueños á Joseph diciendo: Levantate y toma al niño, y á su madre y huye á Egipto, y estate allí hásta que yo te avise porque ha de acontecer que Herodes busque al niño para matarle.

14 Y levantandose él tomó de noche al niño y á su madre, y fuese á Egipto.

15 Y permaneció allí hásta la muerte de Herodes paraque se cumpliese lo que habló el Señor por el profeta diciendo: De Egipto llamé á mi hijo.

16 Entonces Herodes cuando se vió burlado de los Magos irritóse sobre manera, y envió, é hizo matar á todos los niños, que había en Bethlehem, y en toda su comarca de dos años abajo conforme al tiempo que él habiá cuidadosamente inquirido de los Magos.

17 Entonces se cumplió lo que había el Señor hablado por el profeta diciendo.

18 Voz fué oida en Ramá lamentos, y lloros y grandes gemidos: Raquel llorando sus hijos y no quiso ser consolada porque no existen ya.

19 Pero habiendo muerto Herodes he aquí un Angel del Señor apareció en sueños á Joseph en Egipto.

20 Diciendo : Levantate y toma al niño y á su madre, y vete á tierra de Israel porque muertos son los que atentaban á la vida del niño.

21 Entonces levantandose él tomó al niño, y á su madre, y vinose á tierra de Israel.

22 Mas habiendo oido que Archelao reynaba en Judea en lugar de su padre Herodes temió ir allá y avisado en sueños se retiró á tierra de Galilea.

23 Y vino y habitó en una ciudad llamada Nazareth paraque se cumpliese lo que habían dicho los profetas: Será llamado Naza

reno.

CAPITULO III.

8 Producid pues frutos dignos de arrepentimiento.

9 Y no penséis en decir interiormente: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo: que poderoso es Dios para levantar hijos á Abraham aún de estas piedras.

10 Y ahora tambien ya está puesta la segur á la raiz de los arboles. Y todo arbol que no produce buen fruto cortado será, y echado al fuego.

11 Yo en verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, mas él que viene en pos de mí, mas poderoso es que yo, cuyos zapatos no soy digno de llevar. El os bautizará en el Espiritu Santo, y en fuego.

12 Su bieldo está en su mano, y limpiará bien la era, y recogerá su trigo en la trox mas la paja la quemará en un fuego inextin

V EN aquellos dias vino Juan guible.

el Bautista predicando en el desierto de Judea.

2 Y diciendo: Arrepentíos porque el reyno de los cielos estácerca. 3 Porque este es aquel de quien habló el profeta Isaias deciendo: Voz del que clama en el desierto : Aparejad el camino del Señor, haced derechas sus sendas.

4 Y el mismo Juan llevaba un vestido de pelos de camello, y un cinto de cuero al rededor de sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre.

5 Entonces salió á él Jerusalem, y toda la Judea, y toda la tierra de la comarca del Jordan.

13 Entonces Jesus vino de Galilea al Jordan á encontrar á Juan para ser bautizado de él.

14 Mas Juan se lo estorbaba diciendo: Yo he menester ser bautizado de tí, y tú vienes á mí ?

15 Y respondiendo Jesus le dijo: ¿ Deja esto ahora porque así nos conviene cumplir toda justicia Entonces condescendió.

16 Y despues que Jesus fué bautizado, subió luego del agua, y he aquí se le abrieron los cielos, y vió al Espiritu de Dios descendiendo como paloma y viniendo sobre él. 17 Y he aquí una voz del cielo decía: Este es mi hijo muy querido, en quien tengo toda mi complacencia.

que

CAPITULO IV.

6 Y eran bautizados por él en el Jordan confesando sus pecados. 7 Mas viendo que muchos de los Fáriseos y Saduceos venían á su bautismo les dijo: oh generacion de viboras! ¿quién os ha enseñado á huir de la ira venidera? para ser tentado del diablo.

ENTONCES Jesus fué lleva

Espiritu al desierto

2 Y habiendo ayunado quarenta dias y quarenta noches despues tuvo hambre.

3 Y llegandose á él el tentador le dijo: Si eres hijo de Dios, dí que estas piedras se hagan panes.

4 Mas él respondiendo le dijo: Escrito está no de solo pan vivirá el hombre, mas de toda palabra que sale de la boca de Dios.

5 Entonces le toma el diablo, le lleva á la Santa Ciudad, y le pone sobre las almenas del templo. 6 Y le dice: Si eres Hijo de Dios echate de aquí abajo, porque escrito está que te encomendará á sus angeles, y te tomarán en sus manos paraque tu pié no tropieze con piedra alguna.

7 Y Jesus le dijo: tambien está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.

8 De nuevo el diablo le sube á un monte muy encumbrado, y le muestra todos los reynos del mundo, y la glória de ellos.

9 Y le dice: te daré todas estas cosas si postrado mi adorares.

10 Entonces Jesus le responde: Apartate Satanas; porque escrito está: Adorarás al Señor tu Dios, y á él solo servirás.

11 Entonces le deja el diablo, y he aquí los Angeles llegaron, y le

servian.

12 Mas cuando Jesus oyó que Juan estaba en prision volvióse á Galilea.

13 Y dejando á Nazareth, vino, y moró en Capharnaum ciudad maritima en los confines de Zabulon, y Nephtalim.

14 Paraque se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isaias que dijo.

15 La tierra de Zabulon, y la tierra de Nephtalim, camino del mar al otro lado del Jordan, Galilea de los Gentiles.

16 Pueblo sentado en tinieblas vió grań luz y á los que moraban en la region y sombra de la muerte, luz les amaneció.

17 Desde aquel punto comenzó Jesus á predícar y á decir: Arrepentíos porque el reyno de los cielos está cerca.

18 Y Jesus yendo por la costa del mar de Galilea vió á dos hermanos Simon llamado Pedro y Andres su hermano que echaban la red en el mar, pues eran pescadores.

19 Y les dice: Seguidme, y yo haré que seais pescadores de hombres.

20 Y ellos dejadas al instante las redes, le siguieron.

21 Y pasando de allí adelante vió á otros dos hermanos Jacobo hijo de Zebedeo, y su hermano Juan que estaban en la barca con su padre Zebedeo remendando las redes, y les llamó.

22 Y ellos immediatamente dejaron la barca, y su padre y le siguieron.

23 Y recorrió Jesus toda la Galilea enseñando en las Sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reyno, y curando toda enfermedad, y toda dolencia en el pueblo.

24 Y corrió su fama por toda la Syria y le traían todos los enfermos atacados de diversos males y tormentos, y los poseidos del demonio y los lunaticos y los paraliticos; y los curaba.

25 Y le seguían grandes multitudes de pueblo de Galilea, y de Decapolis y de Jerusalen y de Judea, y de la otra banda del Jordan.

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dose sentado llegaron á él sus discipulos.

2 Y abriendo su boca les enseñaba diciendo.

3 Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reyno de los cielos.

4 Bienaventurados los afligidos porque ellos serán consolados.

5 Bienaventurados los mansos porque ellos recibirán en herencia la tierra.

16 Brille asi vuestra luz delante de los hombres paraque vean vuestras buenas obras y glorifiquen á vuestro padre que está en los cielos.

17 No creáis que yo he venido á abrogar la Ley ó los profetas: no he venido á abrogarlos sino á hacerlos cumplidos.

18 Porque en verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra, que deje de pasar una jota

6 Bienaventurados los que tie-ó un tilde de la Ley sin que todas nen hambre y sed de justicia, las cosas sean cumplidas. porque ellos serán saciados.

19 De modo que el que que

7 Bienaventurados los miseri- brantase uno de estos minimos

cordiosos porque ellos alcanzarán misericordia.

8 Bienaventurados los limpios de corazon porque ellos verán á Dios.

9 Bienaventurados los pacificos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados los que padecen persecucion por causa de la justicia porque de ellos es el reyno de los cielos.

11 Bienaventurados sois cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal de vosotros con falsedad por mi causa.

12 Gozaos y alegraos porque es grande vuestro galardon en los cielos, porque así persiguieron á los profetas que fueron antes de

vosotros.

13 Vosotros sois la sal de la tierra, y si la sal perdiere su sabor i conque se hará salada? No vale ya para nada sino para ser echada fuera y pisada de los hombres.

14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no puede esconderse.

15 Ni se enciende una vela para ponerla bajo un celemin sino en el candelero, y así alumbra á todos los de la casa.

mandamientos, y enseñase así á los hombres, será llamado muy pequeño en el reyno de los cielos. Mas el que los guardare y enseñare, este será llamado grande en el reyno de los cielos.

20 Porque yo os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los Escribas y Fariseos no entraréis en el reyno de los cielos.

21 Oisteis que fué dicho á los antiguos: no matarás, y cualquiera que matare, quedará obligado á juicio.

22 Mas yo os digo que cualquiéra que se enojare con su hermano, quedará sujeto á juicio, y cualquiéra que llamare Raca á su hermano, quedará sujeto al Syne- drio. Mas él que le llamare insensato quedará sujeto al fuego del infierno.

23 Por tanto si tú llevares tu ofrenda al altar y allí te acordares que tu hermano tiene algo contra tí,

24 Deja tu ofrenda ante el altar y vete: reconciliate primero con tu hermano, y despues ven y presenta tu ofrenda.

25 Acomodate con tu adversario prontamente mientras estás

con el todavia en el camino, no sea que el adversario te entregue al Juez, y el Juez te entregue al ministro, y seas echado en la carcel.

26 En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el ultimo maravedi.

27 Oisteis que fué dicho á los antiguos: No cometerás adulterio.

28 Yo os digo pues que todo aquel que pusiere los ojos en una muger para codiciarla ya cometió con ella adulterio en su corazon.

29 Y si tu ojo derecho te fuere ocasion de caer, sacalo y arrojalo fuera de tí, porque mas te vale que perezca uno de tus miembros que no, que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

30 Y si tu mano derecha te fuere ocasion de caer cortala, y lanzala de tí pues mejor te es el que perezca uno de tus miembros que no el que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

31 Hase dicho: Cualquiéra que repudiáre á su muger dela carta de divorcio.

32 Mas yo os digo que cualquiera que repudiáre a su muger á no ser por causa de fornicacion, hace que ella sea adultera, y cualquiéra que se case con la divorciado comete adulterio.

33 Tambien oisteis que fué dicho á los antiguos. No te perjurarás, mas cumplirás lo que hubieres jurado al Señor.

34 Mas yo os digo: No juréis de ninguna manera ni por el cielo porque es el trono de Dios.

35 Ni por la tierra porque es la peana de sus pies ni por Jerusalem porque es la ciudad del gran Rey.

36 Ni jurarás por tu cabeza porque no puedes hacer un cabello blanco ó negro.

37 Mas vuestro hablar sea si si; no, no; porque lo que excede de esto, de mal procede.

38 Habéis oido que fué dicho ojo por ojo, y diente por diente.

39 Mas yo os digo: No opongáis resistencia á la injuria, antes si alguno te hiriese en la mexilla derecha, presentale la otra.

40 Y si alguien quisiere ponerte pleyto y quitarte la tunica, alargale tambien tu capa.

41 Y si alguno tę compeliere á una legua vé con él dos.

42 Al que te pidiere, dale; y al que te quisiese pedir prestado, no le vuelvas las espaldas.

43 Habéis oido que fué dicho: Amarás á tu proximo, y aborrecerás á tu enemigo.

44 Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos bendecid á los que os maldicen: haced bien á los que os odian, y orad por los que os calumnian y persiguen.

45 Paraque séais hijos de vuestro padre que está en los cielos el cual hace salir el sol sobre malos y buenos, y llueve sobre justos, é injustos.

46 Porque si amáis á los que os aman. i que recompensa habéis de tener? ¿No hacen lo mismo aun los publicanos?

47 Y si saludáis solamente á vuestros hermanos ¿i qué mas hacéis que los otros? No hacen tambien lo mismo los publicanos ?

48 Sed pues vosotros perfectos así como vuestro padre que está en los cielos es perfecto.

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