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causto, y de Oblacion pura, que le dan los Profetas en diferentes lugares de sus escritos; los quales muestran claramente el fin para que vino el Mesías;

de los fieles. Este es el Pastor fiel, el Pastor bueno, que buscaria los perdidos (a), curaria los enfermos (b), uniria los dispersos, sanaria los beridos, juntaria en un rebaño las ovejas. Este buen Pastor es el Príncipe David, esto es, el Príncipe amado y querido (esto significa la palabra David en Hebreo), el Mesías que nacerá de David, este será la planta nombrada: et suscitabo eis germen nominatum. Aquí se debe notar primeramente, que el Mesías, á quien el Profeta llama David, et suscitabo super eas Pastorem unum, qui pascat eas, servum meum David: ipse pascet eas, et ipse erit eis in Pastorem, es el mismo Dios, porque en el verso 15 dice: Ego pascam oves meas: et ego eas accubare faciam, dicit Dominus Deus: lo segundo que el Mesías es este Pastor bueno, de quien dice el Profeta en el verso 16: Quod perierat requiram, et quod abiectum erat reducam, et quod confractum fuerat alligabo, et quod infirmum fuerat consolidabo, et quod pingue et forte custodiam : et pascam illas in iudicio: lo tercero que este Dios Pastor se llama la gloriosa planta ó renuevo, que crece y fructifica para que sea un manjar en todos los tiempos á los rebaños del Señor, los quales nunca experimenten la hambre espiritual: Et suscitabo eis germen nominatum: et non

erunt ultra imminuti fame in terra,

neque portabunt ultra opprobrium gentium: lo quarto, que el buen Pastor, el Mesias Dios, el gran David, nacerá como una planta;

et והקימותי asi dice el Texto

suscitabo eis germen............., y esto es conforme á lo que dice Isaias (c). Rorate caeli desuper, et nubes pluant iustum: aperiatur terra, et germinet Salvatorem: et iustitia oriatur simul. En fin en esta profecía está claramente manifestada la persona sagrada del Mesías, que es á un mismo tiempo el Señor Dios, como dice el Profeta en el verso 15, y el siervo David el Príncipe; y aunque es sin principio y sin fin en su divina y eterna naturaleza, como nos indica el nombre Iehova (que tiene esta significacion), con todo nacerá como una planta, subirá como un pimpollo, crecerá como un renuevo, y como un árbol fructificará. Esto nos lo explican otros muchos pasages del viejo Testamento, que sin este conocimiento sublime serian incomprehensibles, como serian tambien los nombres del Mesías Pobre y Magnifico, Afligido y Consolador, Grande y Humilde, Glorioso y Despreciado, Eterno y Crucificado....., como explicaremos con mas claridad en el segundo Tomo de esta obra, Carta primera, hablando de las dos naturalezas del Mesías, y de su gloriosa Persona.

(a) Ezeq. cap. 34. v. 23. (b) Ibid. v. 15. (c) Cap. 45. v. 8.

*Talm. tom. Sanhedrin c. II.

y esto visiblemente manifiesta la falsa esperanza
que los Rabinos modernos * inspiran al pueblo He-
breo de un Mesías conquistador temporal, que ven- et alias.
dria con la pompa y magnificencia mundana 1;
porque no solo esto es contra las muchas profecías
que nos manifiestan claramente lo contrario, sino es
tambien contra la misma naturaleza divina del Su-
premo Señor de todos los seres, que prometió á sus
fieles una salvacion completa y eterna, y no una
momentánea y temporal. Y si el Mesías no fuera

81 El Talmud Babilónico, y los demas libros modernos (a) de los Judíos, nos cuentan tantas falsedades y fábulas del Mesías que esperan, y tantas contradiciones con lo que anunciáron los Profetas, que parece que el mismo Satanas, padre de los mentirosos, las inventó y escribió. Estos fingen un Mesías conquistador; ¿pero cómo? no como Mensagero divino, ni como Rey de la gloria, sino como un César, un usurpador, un tirano: así dice expresamente el Talmud (b), un hombre agigantado (c) y grande, que con la fuerza natural conquistaria la tierra de Canaán para los Judíos (d), los restableceria en sus posesiones antiguas, los haria dominadores sobre todas las naciones (e); sujetaria todas las monarquías á ellos, y las haria tributarias de los Hebreos (f); y esta seria la grande y gloriosa obra del Redentor, tan celebrada por todos los Profetas; esta seria la obra grande

y gloriosa del Mesías, anunciada
con tanta magestad y pompa; y
este el deseo (g) de los Gentiles,
que el Mesías de los Judíos vendria
para sujetarlos y destruirlos; esta
seria la obra tan grande, que para
ella nos aseguran los Profetas, que
Dios haria temblar el cielo y la
tierra (b); y esta seria aquella luz
grande, que iluminaria á los que
están en la obscuridad. Para aco-
modar mas á su gusto los Textos
sagrados, inventáron los Rabinos
otro Mesías compañero del Me-
sías conquistador (i): aquel, dicen,
será de la familia de David, de la
tribu de Judá, y el segundo de la
de Joseph; el de David será glo-
rioso, y el de Joseph afligido, y
el que morirá por el pecado ori-
ginal; al Mesías conquistador apli
can todos los pasages de los Pro-
fetas, que hablan de la grandeza
del Mesías; pero los que anuncian
cruces, aflicciones, y las demas
cosas tristes las aplican al de Jo-

(a) R. Salom. in Isai. cap. 11. (b)
(d) Ibid. (e) Ibid. et in R. Salom.
(g) Aggeo 2. 8. (b) Ibid. v. 7. (i)

Talm. Sanbedr. c. 11. (c) Ibidem.
(f) Maimon. in Lib. Iad baxzaca.
Talmud Sanhedrin cap. 12.

mas que humano; si el Redentor no hubiese podido defender á los redimidos de otros enemigos que de los temporales; si el Salvador no hubiera podido salvar á los fieles mas que de una ruina momentánea; si el gran Profeta no fuese mas que un Moyses, un Josue, un David, un Salomon, un Isaias, un Ezequías, un Zorobabel, ¿qué gloria, qué grandeza, qué alegría eterna, qué conquista infinita podiamos prometernos de él? Todos los Profetas nos inspiran esperanzas eternas, alegrías perfectas, y

seph. La falsedad de esta invencion es notoria y visible; porque la mayor parte de los Profetas hablan en el mismo Texto, en el mismo discurso, en la misma promesa, de una misma y única persona, que seria gloriosa y afligida. ¿No dice Isaias (a): Ecce intelliget servus meus, exaltabitur, et elevabitur, et sublimis erit valde. Sicut obstupuerunt super te multi, sic inglorius erit inter viros aspectus eius, et forma eius inter filios bominum? Y el mismo Profeta nos repite (b): Quis est iste, qui venit de Edom, tinctis vestibus de Bosra? iste formosus in stola sua, gradiens in multitudine fortitudinis suae. ¿No pronosticó David que el mismo Señor que nombró al eterno Iehova por Sacerdote eterno (c), y por Rey de Sion, sujetaria á sus enemigos, poniéndolos á los pies de su Mesías? ¿No profetizó Zacarías (d) que el Mesías es Rey y Salvador, justo y afligido? Exulta satis, dice el Texto, filia Sion, iu

bila filia Ierusalem: ecce Rex tuus veniet tibi Iustus, et Salvator: ipse pauper. ¿Acaso en toda la sagrada Escritura se hace mencion de un Mesías hijo de Joseph? no por cierto: Rabi Salomon Jarchî sabia esto; y por tanto en su Comentario sobre Ezequiel, hablando del segundo Mesías, hijo de Joseph, dice

זה כפי אמונתנו עפ קבלה:

esto es, la fe en el Mesías, bijo de Fosepb, es segun nuestra creencia tradicional. Buena tradicion! la que contradice claramente á las palabras de los Profetas. Y vosotros, ¡ó hijos de Abraham, y pueblo Hebreo! ¡quándo despertareis del sueño en que la malicia Rabínica os ha sumergido, y vereis los engaños con que os seduxéron, y con que os hacen perder la eterna felicidad! ¡Oxalá que Dios abra vuestros ojos para ver la luz evangélica y la verdad profética! El Dios de la misericordia, el Dios de Abraham os lo conceda, y á mí el verlo para su mayor gloria. Amen.

(a) C. 52. v. 13... (b) Ib. 63. 1. (c) Ps. 2. v. 6. et 109. v. 4. (d) C. 9. V.9.

hazañas tan grandes, tan admirables, tan gloriosas del Mesías, y de su redencion, que demuestran claramente que esta debe ser mas que una redencion humana, y el Mesías mas que hombre.

¿Acaso puede el juicio de un racional pensar que el premio de la virtud, establecido por un Infinito, puede ser puramente temporal? ¿Acaso puede aquel que tiene un verdadero conocimiento de Dios y de la revelacion verdadera, decir que el fin de un Criador eterno no era mas que con la creacion dar satisfaccion carnal á sus criaturas, y hacer de ellas un espectáculo olímpico, en que unas vencen á las otras, y algunas sujetan ó conquistan á las demas? ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará justicia?

*

* Gen. 18. 25.

Si Dios es un espíritu puro, como en verdad lo es, sus castigos y premios no pueden ser puramente momentáneos, aunque empiecen con la carne, con la sangre, y con las demas cosas terrenas, con relacion á los hombres que los sienten, con todo no se puede dudar que se extienden á mas que al cuerpo. Si Dios prometió un premio terreno á los Israelitas, despues de haberlos sacado de Egipto, y llevado á la tierra de promision, que bendeciria sus tierras, sus frutos, sus ganados, sus hijos y pose-Deuter. 15.6. siones, no era este el fin de la bendicion, sino solamente para dar tiempo y lugar á los buenos de servirle con mas perfeccion, y emplear todo su tiempo (sin que el cuidado y afan de las cosas temporales los distraxesen) en su servicio y en la medita

cion; pues así como la privacion del entendimiento y la dureza del corazon en los pecadores obstinados es el mayor castigo, como tenemos el exemplo *Exod. 1o. et claro en Faraon * y Balaam, quienes, en castigo de su obstinacion, fuéron obscurecidos y endurecidos sus corazones para su mayor confusion así,

Num. 31. 8.

* Is. 59. 20.

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82

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en premio de la obediencia y de la santidad, ilumina Dios los corazones de sus fieles, y bendice sus temporalidades; de manera que nada puede privarlos de la meditacion y contemplacion. Claros exemplos de esto tenemos en el viejo Testamento.

Pero sobre todas nuestras pruebas y demostraciones son las palabras de los Profetas, que nos aseguran que la redencion del Mesías seria completa y perfecta; que el Redentor vendria á Sion para sacar de los pecados á Jacob * 83, que el Mesías, el Santo de los Santos, seria muerto para apartar

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82 Cosa mas clara y mas visible no se encuentra en la sagrada Escritura que esta; es decir, que Dios castiga los obstinados con mayor obstinacion no porque Dios sea causa de la malicia ni del pecado, sino es, como advierte San Agustin, privándolos de los auxilios de su misericordia, y retirando de ellos aquella luz que desprecian; así tenemos exemplo claro en Faraon, que conocia á Dios, y no quiso obedecerle; por eso dixo el Señor á Moyses (a): Ego enim indurabo cor Pharaonis: To endureceré el corazon de Faraon. Balaam, que profetizó con

la mayor claridad de la Justicia divina, y de la rectitud de Dios; que habló con el Señor, y que al fin deseó la muerte de los Justos (b) (aunque vivió como injusto y perverso), con todo nó se corrigió, sino que murió en su pecado; y Judas, que vivió en compañía del Salvador, viéndole obrar continuamente prodigios y maravillas, oyó de su boca la doctrina mas perfecta, y la profecía de su misma perdicion, con todo eso no se corrigió.

83 Mayores pruebas y argumentos favor de este asunto mostraremos en la Carta II del

(a) Exod. 10. 1. (b) Num. 31. 8.

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