| Bernardo Frías - 1923 - 338 pages
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| Jacinto Benavente - 1924 - 316 pages
...soneto español tan famoso, en que se pondera cómo ha de amarse a Dios, con desinterés supremo : No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me...prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte; después de estas desinteresadas manifestaciones, se acaba en que : Tú... | |
| Harriet Monroe - 1924 - 464 pages
...of the fiftieth in its entirety; a sonnet fervent and moving as its seventeenth-century prototype: No me mueve, mi Dios, para quererte El cielo que me tienes prometido. "Of impassioned tenderness or Dionysian frenzy I have nothing," says the preface, "nor even of that... | |
| Harriet Monroe, Morton Dauwen Zabel, George Dillon, Karl Shapiro, Henry Rago, Peter De Vries, Jessica North MacDonald, Marion Strobel - 1924 - 838 pages
...of the fiftieth in its entirety; a sonnet fervent and moving as its seventeenth-century prototype: No me mueve, mi Dios, para quererte El cielo que me tienes prometido. "Of impassioned tenderness or Dionysian frenzy I have nothing," says the preface, "nor even of that... | |
| Miguel Luis Amunátegui Reyes - 1925 - 364 pages
...otras personas. Recuérdese el comienzo del famoso soneto atribuído a Santa Teresa, que dice así: «No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido ...» I para que no se diga que la necesidad del verso obligó a poner aquí mi Dios, en vez de Dios... | |
| Raymundo Teixeira Mendes, Auguste Comte, Clotilde Marie de Vaux, Miguel Lemos - 1924 - 454 pages
...fois. • AMOSTO. (h-lundo /«rioso. C.into 2l." 2." st. AKIOSTO, 1474 à 1533 de l'ère catholiauc. à No me mueve, mi Dios, para quererte El cielo que me tienes prometthio, Ni me mueve el infierno tan temido Para dejar por eso de ofenderte. Tu me mueves, mi Dios... | |
| Vicente Miotto - 1993 - 292 pages
...de mis hermanos. Concédeme una sincera conversión y suscita en mí el amor a ti y al prójimo. 4. No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que...prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido;... | |
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